GUERRA EN UCRANIA

Las nuevas sanciones contra Rusia: petróleo, bancos y desinformación

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, espera que los Veintisiete cierren un acuerdo de manera “inminente”

Vladimir Putin.

Vladimir Putin. / EFE

Silvia Martinez

La decisión de Vladimir Putin de cerrar el grifo del gas ruso a Polonia y Bulgaria la semana pasada y la advertencia de que habrá más Estados miembros castigados si las empresas proveedoras de gas europeas no pagan en rublos por el combustible, ha llevado a la Comisión Europea a acelerar la preparación del sexto paquete de sanciones contra Rusia, que estudiarán este miércoles los embajadores permanentes de la UE.

Tras semanas de preparativos esta vez sí habrá medidas para limitar progresivamente de aquí a finales de año la importación de petróleo ruso, la desconexión de más bancos del sistema de comunicación de pagos Swift, para aislar financieramente al Kremlin, y la incorporación a la lista de individuos sancionados a nuevos actores de la maquinaria de desinformación del Kremlin.

“La guerra no provocada de Rusia contra Ucrania afecta la seguridad global. Estamos trabajando en el sexto paquete de sanciones que tiene como objetivo retirar de Swift a más bancos, incluir en la lista a actores de la desinformación y hacer frente a las importaciones de petróleo. Estas medidas serán presentadas al Consejo para su aprobación”, ha confirmado este martes por la tarde el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en viaje oficial en América latina. El paquete que, el colegio de comisario adopta por procedimiento escrito, será detallado ante el pleno del Parlamento Europeo este miércoles por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, según ha confirmado su portavoz. 

Excepciones en el plan

Ante la escalada de la ofensiva militar, los Veintisiete decidieron a principios de abril decretar un embargo del carbón aplicable a partir de agosto. Sin embargo, de nuevo optaron por salvar al petróleo y al gas del castigo, dos fuentes de ingresos vitales para Rusia. El 27% del crudo que importa la UE procede de Rusia y el 40% del gas. El debate no estaba por aquel entonces lo suficientemente “maduro”. Cuatro semanas después la presión ha aumentado y hasta Alemania, el principal importador en la UE de combustibles fósiles de Rusia, está dispuesto a abrazar la idea de cerrar el grifo del petróleo, tras reducir su dependencia de Rusia del 35% antes de la guerra al 12%.

El plan de Bruselas, preparado en consulta con todas las delegaciones en las últimas semanas, incluirá excepciones para Eslovaquia y Hungría con un períodos de transición más largo, más allá de finales de 2022, para reducir su elevada dependencia y buscar proveedores alternativos. Además, la intención de Bruselas es seguir golpeando al sistema financiero ruso con la desconexión de más bancos del sistema Swift, entre ellos el Sberbank. “Nuestro objetivo es simple: tenemos que romper la maquinaria de guerra de Rusia. Confío en que el Consejo impondrá de forma inminente nuevas sanciones, particularmente al petróleo ruso”, ha dicho el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel desde Grecia.