EN EL PUNTO DE MIRA RUSO

Mapa de Transnistria y Moldavia: así está la situación

El tipo de conflicto armado que disgregó al territorio de la autoridad de Chisinau se repitió posteriormente en otros lugares de la exURSS

Foto del busto de Lenin en la Casa de los Soviet en Tiráspol, Transnistria.

Foto del busto de Lenin en la Casa de los Soviet en Tiráspol, Transnistria. / EPC

Alba Casanovas Torre / Marc Marginedas

Una frontera militarizada, en la que solo se permite el paso a los ciudadanos moldavos tras una exhaustiva entrevista, separa Transnistria del resto de la exrepública soviética de Moldavia. Desde 1992, este territorio de 4.163 kilómetros cuadrados, habitado mayoritariamente por rusos étnicos, vive en un régimen de independencia no reconocida internacionalmente, tras una guerra de un año y ocho meses de duración que causó miles de muertos y que se convirtió en el primer conflicto amado que estalló en el espacio postsoviético después de la disolución de la URSS.

Adentrarse en coche en Transnistria es como hacer un viaje al pasado de entre tres y cuatro décadas. Por doquier ondean dos banderas -la local y la insignia rusa- mientras que las estatuas y los bustos de Stalin y Lenin son omnipresentes. Las únicas monedas en circulación son el rublo transnistrio, con unos billetes cuya textura se asemeja al plástico, y el rublo ruso. El leu moldavo, en cambio, no es aceptado en ningún comercio o establecimiento. El lugar cuenta con sus propios sellos de correos e incluso con un prefijo telefónico propio en las llamadas telefónicas locales. Los vehículos que realizan el trayecto entre Chisinau, la capital, y Ucrania y que atraviesan Transnistria solo son autorizados a transitar durante unas pocas horas.

Esquema conocido

El conflicto armado siguió un esquema que posteriormente se repetiría en lugares como Georgia y sobre todo Ucrania. Una minoría étnica, ya sea rusohablante, ya sea que haya mantenido estrechos con Moscú, se siente desplazada debido a la independencia de la república exsoviética a la que formalmente está adscrita y se levanta contra su autoridad. Estas rebeliones, azuzadas convenientemente desde el Kremlin, acaban generando territorios que 'de facto' funcionan como estados independientes y que impiden que sus respectivos gobiernos puedan iniciar los tramites para ingresar en la OTAN, una alianza militar que, de entrada, no acepta nuevos estados miembros que arrastren contenciosos territoriales. Eso sí, los conflictos armados que propiciaron el nacimiento de estos territorios incrementaron con el paso del tiempo su mortandad.

Los 3.000 fallecidos en Transnistria se convirtieron, un año más tarde, en 9.000 en el conflicto que enfrentó al territorio de Abjasia con el estado de Georgia, y en 14.000 en la guerra del Donbás que estalló en 2014.