AMÉRICA LATINO

Gabriel Boric comienza a sentir el temprano desencanto de parte de los chilenos

A 40 días de su asunción, el joven presidente pierde progresivamente su popularidad según dos recientes encuestas | La figura del líder y de la Asamblea Constituyente son objeto de permanentes ataques en las redes sociales

El presidente de Chile, Gabriel Boric.

El presidente de Chile, Gabriel Boric.

Abel Gilbert

Las mieles de la ponderación se agrían en el paladar de Gabriel Boric, el joven que puso fin a la lógica bipartidista de

Chile

. Casi 40 días después de haber tomado las riendas del Ejecutivo, comienza a advertir muecas de malestar entre los votantes que le llevaron a la presidencia a los 36 años. Dos recientes sondeos provocaron cierta comezón en el Gobierno de izquierdas. De acuerdo con la consultora Activa, un 51% de los ciudadanos rechaza la figura del joven mandatario, 10 puntos más que el momento de su histórica asunción. La aprobación es en la actualidad del 27,8%, lo que representa 6,2 puntos menos respecto a una encuesta reciente. Desde que juró a su cargo "por los pueblos de Chile", con el puño izquierdo alzado y la promesa de reparar viejas y nuevas humillaciones sociales, la valoración positiva de Boric se ha reducido 19 puntos. Para la consultora Cadem, en tanto, la mitad de los ciudadanos reprueba la gestión de Boric, mientras que un 40% lo sigue respaldando.

El Gobierno tiene en la derecha un pertinaz oponente. Sin embargo, es en parte de los chilenos que lo eligieron para frenar al ultraconservador José Antonio Kast, en la segunda vuelta del pasado 19 de diciembre, donde ha crecido vertiginosamente el desencanto. El tiempo del enamoramiento se ha recortado por una confluencia de factores en un Chile que crecerá este año menos de un 2%, tiene un 12,5% de pobres, un paro del 7,5% y la más alta inflación anual desde 2008 (un 9%). Suele hablarse de algunos tropiezos atribuidos a la falta experiencia para abordar los conflictos heredados por parte de un Gobierno que tiene un promedio de edad de 42 años. En la noche del lunes, el Ejecutivo ha vuelto a trastabillar por esas aparentes razones. Su proyecto de retiro de dinero del sistema de pensión privada fue rechazado por la cámara de Diputados, al igual que una iniciativa más ambiciosa presentada por otros sectores de izquierda.

El horizonte constituyente

Hay otro tema que inquieta al Gobierno. La encuesta de Activa consigna que un 36,8% de los chilenos rechazaría la nueva Constitución, que debe ser validada en las urnas el próximo 4 de septiembre. Un 32, 2% se inclinaría por ratificar la Carta Magna. La consultora Cadem elevó a un 45% el "no" al texto que todavía elaboran los constituyentes, contra un 38% a favor. La Convención debe concluir sus tareas el 4 de julio. El texto fundamental busca sentar los cimientos de un país más democrático e inclusivo. Todavía deben discutirse algunos asuntos medulares como el sistema político, los derechos ambientales, el modelo económico, así como temas relacionados con la seguridad, la vivienda, la salud y la educación. La derecha carece poder de veto, pero su fuerza mediática es corrosiva. El exvicepresidente de la mesa directiva de la Convención, el oficialista Jaime Bassa, acaba de advertir: "Si gana la opción ´rechazo` seguirá vigente la Constitución de 1980 (de la dictadura) y vamos a tener una crisis política y social importante". Bassa llamó, por lo tanto, a consensuar lo máximo posible el texto que se encuentra bajo redacción.

Desgaste en las sedes sociales

La erosión de la imagen presidencial y de la labor de la Constituyente tienen un punto en común: una campaña sistemática en contra en las redes sociales. Solo durante los primeros 30 días de Gobierno, Boric fue mencionado 1.150.994 veces en Twitter por parte de 165.869 personas. En un 90% de los casos se ha hecho para atacarlo por su labor pública y su vida privada. "Hay una cantidad de comentarios en redes sociales apuntando a que Gabriel podría ser gay y que yo soy contratada y, además, una mujer trans, poniéndole un carácter ofensivo", ha señalado Irina Karamanos, la Primera Dama Dama millennial.

Claro que las críticas e invectivas virtuales son, también, "fuego amigo". Tomás Lawrence, director ejecutivo de Fundación Interpreta, ha informado de que uno de los principales señalamientos que hacen los votantes de la izquierda es que el presidente y su equipo "se vendieron a los poderes económicos" al demorar las reformas. Y para ilustrar la supuesta pirueta ideológica, suelen contrastar las fotografías actuales de Boric, con la barba prolija, el secretario general de la presidencia, Giorgio Jackson, sin un solo pelo sobre su cabeza y la portavoz del Gobierno, Camila Vallejo, de incipientes canas, con sus rostros de los años de revuelta estudiantil, en 2011. La pérdida de sus rasgos juveniles sería equivalente a una supuesta falta de su coraje para llevar adelante el programa de transformaciones prometidas.