Guerra en Ucrania

La Asamblea General de la ONU expulsa a Rusia del Consejo de Derechos Humanos

A iniciativa de Estados Unidos y sus aliados, la medida se aprobó con 93 votos a favor, 24 en contra y 58 abstenciones

Sergei Lavrov, ministro de Exteriores de Rusia, habla ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

/ Vídeo: AGENCIA ATLAS Foto: Agencias

Rusia ha sido suspendida este jueves como miembro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas93 países de los 193 representados en la Asamblea General de la ONU han votado en una sesión de emergencia dedicada a la guerra de Ucrania a favor de esa suspensión, la primera desde que en 2011 se sacó por primera vez a un país de ese órgano (Libia, en una decisión que entonces se adoptó por unanimidad). 

24 países han votado en contra de la suspensión de la Federación Rusa, incluyendo

China

58 se han abstenido y 18 no han votado. Se ha alcanzado así la mayoría necesaria de dos tercios de los votos emitidos (las abstenciones no contabilizan).

Rusia seguirá siendo miembro del Consejo pero no podrá presentar resoluciones o enmiendas ni intervenir en el órgano que se estableció en 2006 y que tiene su base en Ginebra. Solo podrá participar en deliberaciones sobre situaciones en las que está directamente involucrada. Y la suspensión seguirá en vigor hasta que la misma Asamblea General decida darla por acabada o hasta el final de 2023, cuando expiraba la actual membresía de Rusia en el Consejo.

Choque EEUU-Rusia

La suspensión de Rusia por “violaciones continuas y flagrantes de los Derechos Humanos” había sido propuesta por

Estados Unidos

 después de que el fin de semana salieran a la luz las 

atrocidades en Bucha

 y en otras ciudades de Ucrania tras la retirada de las tropas rusas de esas localidades. Y aunque la adopción de la medida se daba por garantizada, se estaba muy pendiente de los resultados específicos de la votación, donde es especialmente significativa la decisión de China de oponerse y no abstenerse, como hizo cuando la Asamblea General condenó la invasión rusa de Ucrania, una condena que tuvo más apoyos, con 141 naciones votando aquella resolución.

Rusia, por su parte, ha denostado la propuesta como “un intento de los países occidentales y sus aliados de destruir la actual arquitectura de derechos humanos” y ha acusado a Washington de "intentar mantener su dominio y control total" y de "usar el colonialismo de derechos humanos en las relaciones internacionales".

Gennadi Kuzmin, el representante diplomático que ha intervenido ante la asamblea, ha vuelto a negar que Rusia haya cometido matanzas de civiles y otras atrocidades como las que se le atribuyen en Bucha. “Rechazamos las acusaciones falsas, basadas en eventos escenificados y en falsificaciones ampliamente difundidas”, ha dicho.

Amenazas

En los días previos a la votación la delegación de Rusia ante la ONU había enviado una comunicación a otras misiones diplomáticas, a la que tuvo acceso Reuters, en la que amenazaba con consecuencias para los países que votaran no solo a favor de la suspensión sino también a los que se abstuvieran o no participaran.

“Una posición equidistante será considerada como un gesto hostil”, advertía el texto, en el que se avisaba de que “la posición que tome cada país será tenida en cuenta tanto para el desarrollo de relaciones bilaterales como para el trabajo en asuntos importantes dentro del marco de la ONU”.

La sesión de este jueves, que se ha producido en la jornada en que se conmemora Kwibuka, el genocidio contra los tutsis en Ruanda, la ha abierto Sergii Kislitsia, el embajador de Ucrania ante la ONU, que ha urgido a votar a favor de la suspensión. “Apretar el botón de no es apretar un gatillo; es un punto rojo en la pantalla, rojo como la sangre de las vidas perdidas”, ha dicho.

Kislistia también ha citado al premio nobel Elie Weisel y ha dicho que “la indiferencia no es una respuesta (...). Es siempre la amiga del enemigo porque beneficia al agresor, nunca a la víctima, cuyo dolor se magnifica cuando se siente olvidado”.

La postura de China

China, como ya hiciera esta semana en el Consejo de Seguridad, también ha pedido que se realice una investigación sobre las atrocidades y, en perfecta alineación con el Kremlin, ha alertado ante “acusaciones infundadas”. Y al explicar su voto contra la resolución ha denunciado que se ha realizado aceleradamente y sin consultas.

Echa más leña al fuego”, ha denunciado un representante chino ante la ONU, que ha advertido que la expulsión de Rusia sienta “un peligroso precedente que intensificará la confrontación en el terreno de Derechos Humanos y tendrá impacto en el sistema de gobierno de la ONU y producirá serias consecuencias”.

Entre otros países que han votado contra la expulsión figuran Cuba y Bolivia (Venezuela no ha votado), Siria, Corea del Norte, Irán, Bielorrusia y varias naciones africanas, entre ellas Eritrea, Burundi y Mali.

El representante de Teherán ha asegurado que la expulsión de Rusia es un movimiento “políticamente motivado” mientras el cubano ha apuntado a lo “irónico” de que EEUU, que se opuso al establecimiento del Consejo de Derechos Humanos y solicitó el voto en contra de ese establecimiento, “es el mismo que ha activado a su conveniencia ahora una de las cláusulas más controvertidas de ese foro”. EEUU abandonó temporalmente el Consejo durante la presidencia de Donald Trump.