TRUMP PIDE AYUDA A PUTIN

Hunter Biden: drogas, prostitución y negocios turbios del hijo del presidente de EE UU en Ucrania

Trump ha pedido a Putin que haga públicos los datos que tenga sobre el hijo del presidente estadounidense

Hunter Biden tuvo negocios turbios con la primera gasística ucraniana

Hunter Biden con su padre Joe Biden

Hunter Biden con su padre Joe Biden / Jonathan Ernst

Mario Saavedra

Mario Saavedra

Hunter Biden está en el centro de un enorme embrollo político, judicial y policial que incluye un ordenador portátil repleto de fotos comprometidas, presunto tráfico de influencias y presiones al más alto nivel. 

El hijo de 52 años del presidente de Estados Unidos tuvo negocios turbios en Ucrania y China y llevó una vida disoluta repleta de drogas y prostitutas. Por ello se ha convertido en un talón de Aquiles para la carrera política de su padre, Joe Biden. En 2019, Donald Trump intentó explotarlo: presionó al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski; lo amenazó veladamente con cortar las ayudas si no le daba información comprometida sobre Hunter que él pudiera usar en campaña electoral. Según Trump y los republicanos, fue Biden padre quien retiró 1.000 millones de ayuda en 2015 para presionar a Ucrania para que no investigara a su hijo.

Estamos ante una oscura trama política internacional de la que se sabe solo una parte y que ha vuelto a calentar el debate en Washington. Este miércoles, Donald Trump ha dicho que Vladimir Putin debería presentar pruebas sobre el supuesto tráfico de influencias de Hunter Biden durante su etapa como accionista en la empresa energética ucraniana Burisma. Y dobló sus acusaciones de corrupción. “Ahora que Putin no es exactamente un fanático de nuestro país, dejen que se explique, ¿por qué la esposa del alcalde de Moscú les dio a los Biden, a ambos, 3,5 millones de dólares? Eso es mucho dinero”, ha dicho el expresidente. Este jueves, la Casa Blanca le respondió despreciando las palabras de Trump, justo en medio del dramático baño de sangre al que Putin está sometiendo a Ucrania: “¿Qué tipo de persona, especialmente un expresidente, considera que este es el momento adecuado para aliarse con Vladímir Putin o fanfarronear de su relación con Putin?”, ha dicho la portavoz Kate Bedingfield. Además, hay una investigación abierta con más datos sobre sus negocios en China y sobre el ordenador que Hunter Biden perdió y que estaría en manos del FBI, que le investiga. 

Pone en riesgo las próximas elecciones

Es un fantasma del pasado para Joe Biden que vuelve al presente, planteándole un problema como presidente.

“Hunter puede haber incurrido en una actividad cuestionable y se debe investigar si hay indicios de ello”, asegura a

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Robert Y. Shapiro, politólogo y profesor de la Universidad de Columbia en Nueva York. “Pero todo está siendo exagerado por Trump y los republicanos y es una distracción política sobre lo que ocurrió con Trump, Rusia, Putin y Ucrania”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con la primera dama Jill Biden y sus hijos Ashley y Hunter, tras ser investido presidente el 20 de enero de 2021.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con la primera dama Jill Biden y sus hijos Ashley y Hunter, tras ser investido presidente el 20 de enero de 2021. / Patrick Semansky / POOL / AFP

Otros analistas apuntan a la complicidad de los medios en este caso. “Los demócratas y la prensa europea y estadounidense siempre han dicho que no había evidencias de actividad criminal, pero olía muy mal porque Hunter Biden, que no tenía ningún conocimiento de Ucrania ni del sector del gas, de repente empezó a cobrar millones de dólares como miembro del Consejo de Administración y consultor con Burima”, opina para

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA

Shaun Riordan, asesor geopolítico y exdiplomático británico.  “Todo esto es muy grave para Joe Biden: hay indicios de que su hijo se ha dedicado al tráfico de influencias”. 

La cronología de los hechos comienza en 2014. Hunter Biden trabaja para el mayor proveedor de gas ucraniano, Burisma. En la empresa surge un escándalo de corrupción. Joe Biden es por aquel entonces vicepresidente de Estados Unidos. Él y otros líderes occidentales alientan al presidente ucraniano para que despida al principal fiscal del país, Viktor Shokin. Aquí las versiones empiezan a diferir. Unos dicen que la principal razón es que Shokin bloqueaba las investigaciones de corrupción. El equipo de Donald Trump asegura que en realidad Joe Biden presionaba para defender presuntas corruptelas de su hijo.

2019. Estados Unidos está en plena campaña electoral. Donald Trump se muestra decidido a hacer todo lo que sea por repetir en la presidencia. Advertía ya de que no aceptaría resultados electorales si le eran contrarios (anticipaba cómo iba a jalear a las masas de trumpistas que luego asaltaron el Congreso de Estados Unidos). En ese contexto, el 25 de julio de 2019 llama a Volodímir Zelenski. La transcripción oficial de la conversación confirma que Trump se refirió reiteradamente al hijo de Biden. Presionó al presidente ucraniano para que le diera información sobre las supuestas corruptelas del ahora presidente de Estados Unidos y otra sobre su hijo Hunter. Esto costó a Trump su primer juicio político o 'impeachment' en el Congreso. 

2022. Los medios de tendencia demócrata, como el NYT y el Washington Post, comienzan a publicar historias sobre el ordenador de Hunter Biden y la investigación que puede llevarle al banquillo. Han examinado la veracidad de miles de correos presuntamente del ordenador del hijo del presidente. Es el mismo dispositivo en el que aparecían fotos de Hunter Biden tomando drogas o con prostitutas desnudas. Él lo llevó a reparar hace años y se lo robaron. Afirma que fueron los servicios secretos rusos, y que estos se lo entregaron a diarios anglosajones. Mientras, continúa la investigación sobre sus negocios. Un jurado popular ha pedido recientemente información sobre los pagos que Hunter Biden hizo por todo el mundo. 

El desarrollo de estos hechos puede tener un alto impacto en las elecciones al Senado y la Cámara de Representantes de noviembre, las llamadas mid-term elections. “Los demócratas tienen un problema grave: la gestión de Biden no ha sido totalmente acertada, y hay problemas económicos serios”, explica Riordan. “La historia de Hunter Biden puede dañar mucho a los demócratas, incluso dejarles sin opciones de gobernar: si pierden la mayoría en las cámaras legislativas, Joe Biden se podría quedar como un ‘pato cojo’, un presidente sin capacidad de decisión. Es también un problema grave para los republicanos, porque Trump lo va a usar para reivindicarse e intentar volver. Y ellos preferían como candidato a alguien moderado como Ron DeSantis”.