Guerra en Ucrania

Rusia bombardea Leópolis, ciudad ucraniana cerca de Polonia

El Ejército de Putin ataca una planta de reparación de aviones a las afueras de la población, pero no causa ninguna víctima mortal

Una columna de humo se eleva desde las proximidades del aeropuerto de Lviv.

Una columna de humo se eleva desde las proximidades del aeropuerto de Lviv. / REUTERS

Irene Savio

Irene Savio

Volodímir Rudenko, un barman actualmente desempleado de 20 años, se despertó este viernes refunfuñando cuando las sirenas sonaron poco después de las seis de la mañana en su barrio en los suburbios del suroeste de Leópolis. La alerta, sin embargo, no había sido en vano.

Minutos después, estando ya en su búnker junto a sus amigos, Volodímir oyó la primera explosión y sintió que el suelo temblaba incluso en su refugio subterráneo ubicado en una iglesia cercana. "Sabíamos qué hacer porque nos lo habían explicado, así que bajamos de manera disciplinada y esperamos hasta que paró la alerta", contó, cuando esta periodista lo encontró horas después en las cercanías de la zona del ataque.

La antaño sosegada Leópolis, una ciudad de 700.000 habitantes ubicada en el oeste del país que ha acogido a centenares de miles de desplazados y que es lugar de paso de muchos de los refugiados que huyen de la guerra hacia otros países, sufrió este viernes el primer ataque desde el inicio del conflicto bélico en Ucrania.

El resultado inmediato de ello fue una densa columna de humo transversal que se levantó hacia el cielo. Fuentes oficiales ucranianas confirmaron luego que se debió al impacto de dos misiles contra una planta de reparación de aviones, sin que hubiese víctimas mortales, pero sí un herido.

Camiones de bomberos se acercaron a toda prisa a la zona atacada, mientras el Ejército ucraniano se dedicó a blindar el aérea, impidiendo el paso también a los periodistas. La razón: que el ataque ocurriese cerca de un barrio residencial y, sobre todo, a poca distancia del aeropuerto Danylo Halytskyi de Leópolis, uno de los pocos en Ucrania que no ha sido bombardeado y que sigue recibiendo suministros.

Además de ello, la propia Leópolis se encuentra a menos de un centenar de kilómetros por carretera de 

Polonia

, un país miembro de la Unión Europea (UE) y de la OTAN. La planta atacada quedó "destrozada", según las declaraciones del alcalde de Leópolis, Andriy Sadovy.

Ataques estratégicos

Aunque el ataque ha supuesto un paso más en la ofensiva rusa en el oeste de Ucrania, a muchos no les ha sorprendido. El motivo es que las fuerzas rusas han estado lanzando desde el principio ataques sobre las principales líneas de aprovisionamiento y también sobre centros que son estratégicos para el funcionamiento del país, algo que encaja con el del aeropuerto de la ciudad de Leópolis. Ciudad, esta, que, sin embargo, hasta hace una semana era considerada segura y a la que se han trasladado miles de ucranianos huyendo de los principales frentes de batalla.

De ahí también que los residentes de la zona se hubiesen preparado para la eventualidad, como demostraban algunas chapas de madera colocadas en los ventanales de algunos edificios. Estas precauciones tomaron vuelo sobre todo después del ataque de gran magnitud del pasado domingo, que afectó a una base militar en Yavoriv, arrojando un balance de un total de una cuarentena de muertos y unos 150 heridos; todo ello, a tan solo 25 kilómetros de territorio polaco. "Después de oír las sirenas antiaéreas, la gente se escondió donde pudo, y nosotros nos pusimos a rezar", contó, por su parte, el sacerdote grecocatólico Roman Motruk, párroco en una iglesia cercana al lugar del ataque.

El ataque a Leópolis no fue la única noticia triste del parte bélico cotidiano. En el vigésimo tercer día de guerra, las autoridades ucranianas también denunciaron —publicando imágenes en un canal de Telegram— que un ataque golpeó a un barrio residencial de Kramatorsk, en la región del Donbás, en el este del país. Un bombardeo que mató al menos a dos personas e hirió a otras seis, y provocó un gran incendio tuvo que ser extinguido por los bomberos, según las mismas fuentes.

Situación dramática

También dramática siguió siendo la situación de algunas zonas periféricas de la región de Kiev, en particular Slavutych, Makariv, Dymir e Ivankiv, donde según el gobernador Oleksandr Pavliuk la población se ha quedado sin gas, electricidad, agua y no hay cobertura telefónica. Aún así, Pavliuk también agregó que la capital ucraniana se está preparando "como una fortaleza".

En el frente de las negociaciones, en cambio, se vivió otro día de pocas novedades. El jefe negociador ruso, Vladímir Medinsky, dijo que se estaban haciendo "avances" en la desmilitarización del país, pero no en la petición de Moscú de "desnazificar" Ucrania. En cambio, el negociador ucraniano, Mykhailo Podolyak, volvió a insistir en que la posición de Ucrania "no ha cambiado". "(Pedimos) un alto al fuego, la retirada de las tropas, y fuertes garantías de seguridad", reiteró.