TECNOLOGÍA RUSA

¿Aspira Rusia a aislarse del mundo desconectánose de internet?

El Kremlin cuenta con ‘RuNet’, la intranet rusa que permitiría al país desconectarse del internet global –el que todos conocemos—y seguir funcionando bajo una red sustentada en proveedores rusos sujetos a las leyes nacionales

Vladimir Putin.

Vladimir Putin. / EFE

Carles Planas Bou

Hace apenas dos semanas Rusia no era un país con libertad de internet, pero sus ciudadanos sí tenían acceso a la información de medios no controlados por el Kremlin y podían recurrir a plataformas digitales para protestar contra el gobierno, como hizo el líder opositor encarcelado Alekséi Navalni. Todo esto empieza a desvanecerse ahora, con el temor a que el régimen de Vladímir Putin se encamine hacia una desconexión, parcial o total, de la red.

Rusia lanzó su invasión militar de Ucrania hace tan solo 12 días. Para imponer su narrativa y contener a los disidentes, Moscú ha acentuado su represión con una nueva ley que pena con hasta 15 años de prisión a quienes difundan “noticias falsas”, un concepto flexible en el que encajar todo lo que contradiga la versión oficial. Eso ha forzado un éxodo masivo de medios de comunicación internacionales que van de la BBC y la CNN a EL PERIÓDICO o TV3, así como el cierre de prácticamente todos los medios nacionales que no están en manos del Kremlin. Unos 150 periodistas han huido del país en los últimos días.

La desconexión del internet global es una medida a la que han recorrido estados totalitarios para aislar a sus ciudadanos. Rusia no ha optado aún por esta medida, pero sí por apagones estratégicos de la red. Así, se ha limitado el uso de Twitter y bloqueado el acceso a Facebook pero sigue permitiendo Instagram y WhatsApp, mucho más usadas en el país. Otras, como TikTok o Netflix, han salido por su propio pie en señal de protesta por el ataque a Ucrania y por su negativa a acatar las restricciones impuestas por Moscú.

El bloqueo de cada vez más servicios digitales está llevando a muchos rusos a recorrer al uso de VPN, una herramienta con la que los ciudadanos pueden acceder a esas páginas web de forma privada como si se conectasen desde un tercer país donde no están prohibidas. Eso permite el acceso a información alternativa al Kremlin, pero no garantiza que siga así.

RuNet, la intranet diseñada por el Kremlin

El Gobierno ruso ha negado tener planes para apagar internet, pero su progresivo aislacionismo comunicativo hace temer que el país pueda deslizarse hacia un internet similar al ‘Gran Cortafuegos’ de China, una red ‘soberana’ supeditada a la perpetua censura y vigilancia de Pekín. Rusia tiene desde 2019 su propia versión. Conocida como ‘RuNet’, la intranet rusa permitiría al país desconectarse del internet global –el que todos conocemos—y seguir funcionando bajo una red sustentada en proveedores rusos sujetos a las leyes nacionales. Eso es, una red moldeada a medida del Kremlin donde todo lo que pasa es una burbuja bajo su control.

Moscú empezó a diseñar este proyecto –que no se ha activado aún— en 2014 con el objetivo de garantizar al país un internet alternativo al que conectarse en caso de ser víctima de ciberataques exteriores que buscasen colapsar la red. En las últimas semanas se han sucedido las agresiones informáticas contra webs rusas y eso ha llevado al Ministerio ruso de Asuntos Digitales a dar hasta el viernes 11 de plazo para que las páginas del gobierno pasen a utilizar nombres de dominio (DNS) rusos, dejen de alojarse en servidores extranjeros y usar herramientas extranjeras como Google Analytics. Las webs que no sean públicas no se verán afectadas por esa orden.

Ucrania quiere desconectar Rusia

Esta decisión también sería un primer paso de Rusia para defenderse de una desconexión forzada desde fuera. Ucrania ya lo ha pedido en más de una ocasión. Tras lograr que empresas de servicios como Apple o Facebook dejen de operar en territorio ruso, el viceprimer ministro ucraniano Mykhailo Fedorov presiona ahora a compañías que hacen que internet funcione como Amazon, cuya filial proporciona computación en la nube (la arquitectura que sustenta muchas webs), o Cloudflare, dedicada a la ciberseguridad.

El mismo viernes, el proveedor de servicios de internet Cogent Communications cortó sus lazos con grandes clientes rusos como el gigante de las telecomunicaciones Rostelecom –propiedad del Kremlin—, el motor de búsqueda Yandex y dos de los mayores fabricantes de telefonía móvil: VEON y MegaFon. Los expertos señalaron que la suspensión de sus servicios no supondrá una desconexión, pero si una posible congestión de la red que ralentice su funcionamiento. Aunque medidas como estas buscan presionar al Kremlin, los expertos también advierten que desconectar a Rusia es también dejar sin vías de información alternativa a más de 140 millones de personas.

Rusia aún no ha activado su plan. Pero, de querer hacerlo, ese apagón no sucedería de la noche a la mañana. “Toda la economía rusa está ligada a la red mundial y cerrarla es un golpe mucho más fuerte que las sanciones que se han impuesto hasta ahora”, reza el portal ruso Meduza.