GUERRA EN UCRANIA

Londres, ¿el fin del paraíso para los oligarcas rusos?

El primer ministro propone una ley que obligaría a las empresas opacas a identificar a sus verdaderos propietarios

Multimillonarios rusos acusados de corrupción o vinculados a Putin han invertido 1.800 millones de euros en el sector inmobiliario británico desde 2016

Abramovich, en el palco de Stamford Bridge.

Abramovich, en el palco de Stamford Bridge. / REUTERS

A. Niubó

¿Reducirá 

Boris Johnson

 la enorme influencia que tienen los oligarcas rusos en el 

Reino Unido

? Esa es la pregunta que se hace mucha gente en el país. Como respuesta a la invasión rusa de Ucrania, el primer ministro anunció una serie de medidas para acabar con el “dinero sucio” de los oligarcas. “No tendréis dónde esconder vuestras ganancias mal habidas”, amenazó Johnson. Sus palabras, sin embargo, no se ajustan a los hechos ya que, inicialmente, solo sancionó a tres oligarcas y a cinco bancos. Ante las críticas, extendió las sanciones a un centenar de compañías e individuos, y canceló la llamada “visa de oro”, que concedía de forma automática el permiso de residencia a todos aquellos extranjeros que inviertan dos millones de libras en el país. 

El Reino Unido siempre ha sido visto por algunos oligarcas y cleptócratas rusos como un sitio seguro para invertir. La organización anticorrupción Transparencia Internacional reveló en su último informe de febrero que en el mercado inmobiliario británico se han invertido de 6.700 millones de libras (8.100 millones de euros) de “dinero sucio” desde 2016, de los cuales 1.500 millones de libras proceden de multimillonarios rusos acusados de delitos financieros o con vínculos con el Kremlin. La mayor parte de estas propiedades (un 55%) están en manos de empresas extraterritoriales. 

Transparencia Internacional cree que las cifras podrían ser mayores porque hay 90.000 propiedades en todo el país que pertenecen a empresas opacas, por lo que ni el Gobierno británico ni las fuerzas del orden público pueden saber quiénes son sus verdaderos propietarios. También identifica a 2.189 empresas registradas en el Reino Unido y sus territorios de ultramar y dependencias de la Corona utilizadas en 48 casos de corrupción y lavado de dinero en Rusia. Y dice que el Reino Unido es el “centro mundial del blanqueo de dinero” y del blanqueo de reputaciones. 

Propuesta en el Parlamento

El Gobierno británico ha presentado esta semana un proyecto de ley en el Parlamento que serviría para desenmascarar a los verdaderos propietarios de las empresas pantalla que poseen propiedades en el Reino Unido. La nueva legislación, que también aspira a que las sanciones puedan ser retroactivas, obligaría a las compañías extranjeras a declarar la identidad de sus verdaderos propietarios. De no hacerlo, se expondrían a la confiscación de sus activos. La reforma puede tardar meses en aprobarse. 

Durante muchos años se ha acusado al Gobierno de facilitar esta inversión de “dinero sucio” y hacer la vista gorda. Las medidas contra oligarcas rusos fueron anunciadas por primera vez tras el envenenamiento de espía doble ruso Serguéy Sripal en suelo británico en 2018 con el gas nervioso Novichok. La entonces primera ministra, Theresa May, responsabilizó directamente a Putin del ataque y anunció acciones contra oligarcas como Roman Abramovich, a quien se vinculaba con la corrupción y el presidente ruso.

Algunos magnates mueven ficha

Un análisis del laboratorio de ideas Open Democracy sugiere que hay miles de empresas en el registro mercantil británico controladas por ciudadanos rusos y algunas están vinculadas a los aliados de Putin. Roman Abramovich, además del Chelsea, controla otras dos firmas británicas, mientras que el hombre más rico de Rusia, Alexei Mordashov, muy cercano a Putin, también está al frente de varias empresas británicas, entre ellas la minera Nord Gold.

El endurecimiento de la postura británica ha llevado a algunos oligarcas a tomar medidas. Esta misma semana, Abramovich puso en venta el Chelsea, un club que compró por 140 millones de libras en 2003 y que podría acabar vendiendo por 3.000 millones, según las estimaciones de los expertos. El magnate no ha sido todavía sancionado, pero el líder de la oposición laborista ha pedido que sea incluido en la próxima ronda de sanciones. Algunas fuentes sostienen que Abramovich también ha puesto a la venta alguna de las lujosas viviendas que posee en el país.