Guerra Rusia-Ucrania

Zelenski, el presidente de verdad que antes lo fue de mentira

El cómico, que se ha convertido en icono de la resistencia, dirigió el Gobierno de Ucrania en la serie 'Servidor del pueblo'

Volodimir Zelenski

Volodimir Zelenski / EFE

Eduardo Lagar

En diciembre de 2019 la cadena de televisión rusa TNT, propiedad del gigante gasístico Gazprom, suspendió la emisión de la serie ucraniana 'Servidor del pueblo'. El motivo fue un chiste sobre Putin, que al traducirlo necesita explicación. En una escena, el protagonista está eligiendo relojes de lujo y el dependiente le aconseja un Hublot. Según asegura es la marca suiza preferida del presidente ruso. El cliente pregunta algo como “¿Putin Hublot?” y el vendedor dice: “Sí”. La gracia de la broma está en la similitud fonética entre “Putin Hublot” y “Putin Huylo”, un cántico popularizado entre los aficionados de fútbol ucranianos que denigra al líder ruso que ahora los está pasando a todos por las armas. “Huylo” vendría a significar “pene”, con lo que “Putin Huylo” se traduciría como “Putin gilipollas”, o “Putin capullo”. Aunque al presidente ruso no debió hacerle gracia, con el tiempo la broma se ha vuelto bastante macabra pues el protagonista del gag televisivo era Volodímir Zelenski, que por entonces era actor y que ahora preside una Ucrania atacada por aquel “huylo” al que le gustaban los Hublots.

La historia de la llegada al poder de Zelenski resulta verdaderamente increíble, pues fue precisamente su actuación en la mencionada serie 'Servidor del pueblo' –primera temporada en Netflix y todos los episodios subtitulados en inglés, en Youtube– lo que le puso en el primer plano de la política. En “Servidor del pueblo”, Zelenski encarnaba a un profesor (Vasily Goloborodko) cuya diatriba en clase contra la corrupción es grabada y difundido por sus alumnos y se convierte en viral, tanto que consigue llegar al Gobierno y tomar las riendas del país con la ayuda de un pequeño grupo de amigos. La serie fue un éxito arrollador en Ucrania, tanto que Zelenski pasó de presidente de la ficción a presidente real. Los productores de la ficción crearon un partido y ganaron las elecciones. Si en España hubiera pasado lo mismo, ahora nos presidiría el actor Javier Cámara, que encarna al político Juan Carrasco en la serie “Vota Juan”.

La ficción televisiva fue suspendida en Rusia tras hacer un chiste sobre Putin

Zelenski, que domina los medios a la perfección, ha logrado en estos días de ofensiva rusa desprenderse de aquel pasado de comediante y va camino de convertirse en una leyenda de la resistencia. Lo que arrancó como una farsa ya se ha convertido en tragedia.

Aquel presidente Goloborodko que encarnaba en “Servidor del pueblo” tiraba de sátira para hacer evidente la corrupción que, en aquellos años del presidente Poroshenko, corroía a Ucrania. En las entrevistas promocionales de la serie explicaba que los problemas de corrupción del país “provienen de la era soviética, y las personas en el poder hoy en día son en su mayoría de esa generación”. Decía que los ucranianos querían un presidente como el que había en la serie, alguien que iba a trabajar en bicicleta, joven, que antes había sido un simple profesor. De hecho, explicaba que si la gente se tomaba selfies con él era porque en realidad quería retratarse junto a Goloborodko.

El Zelenski actor defendía el poder de la sátira, “que comienza en Esopo y puedes verla en Shakespeare, tiene una larga historia”. El suyo era un humor afilado, que no buscaba la risa con el resbalón de plátano. Eso, decía, no era para la gente de los territorios postsoviéticos, “proviene de lugares donde las personas no están preocupadas por su supervivencia”. Como se pudo ver en el ejemplo del gag basado en la similitud fonética entre “Hublot” y “huylo”, Zelenski subrayaba que su comedia se sustentaba en el lenguaje. “También los antecedentes culturales o nacionales son importantes. Aquí en Ucrania, nos gusta especialmente reírnos de los chistes sobre las relaciones entre suegros y vecinos”, explicaba quien ahora sufre la brutal invasión de su gran vecino. Su personaje se caracterizaba por gritar “¡Putin ha muerto!” cuando trataba de captar la atención de los demás. En junio de 2017, cuando hizo estas declaraciones a “Cinema Escapist”, el actor declaraba que con las bromas sobre Putin en la serie no temía perder fans en Rusia. “El humor no es un insulto personal. Creo que las personas que perciben nuestro humor como un golpe contra ellos deben de tener un telón de acero mental más alto que el de la Unión Soviética”.