CONVERSACIONES EN BIELORRUSIA

Ucrania pide una zona de exclusión aérea a la OTAN y la adhesión a la UE

Putin se compromete ante Macron a no atacar civiles, según el Elíseo

Las delegaciones rusa y ucraniana empiezan el diálogo sin detener la guerra

Soldados ucranianos en Kiev.

/ EFE

Marc Marginedas - Agencias

En el quinto día de ofensiva rusa sobre Ucrania y en medio de una presión internacional sin precedentes sobre Moscú, las delegaciones rusa y ucraniana ha empezado a negociar en la frontera bielorrusa para intentar poner fin a una ofensiva que no avanza tan rápido como el Kremlin querría debido a la fuerte resistencia ucraniana y que ya ha expulsado fuera de las fronteras del país a medio millón de personas. La delegación ucraniana pide un "alto el fuego inmediato" y la retirada de las tropas rusas del país. Algo lejos de cumplirse, ya que Rusia mantiene sus ataques y Ucrania sigue bajo las bombas y misiles.

Tras un primer contacto de cinco horas, las dos delegaciones han regresado a sus respectivas capitales para consultas y se volverán a reunir. Un inicio de conversaciones que ha ido acompañado de un llamamiento del presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, a los rusos a deponer las armas y de la petición de entrada inmediata de su país a la Unión Europea. "Nos dirigimos a la UE en relación con la integración de Ucrania sin demora a través de un nuevo procedimiento especial", ha dicho Zelenski en un discurso por vídeo. "Estoy seguro de que es correcto. Estoy seguro de que es posible", ha añadido el presidente tras cinco días de invasión rusa. Según la agencia Ukrinform, Zelenski, ya ha firmado el documento solicitando formalmente la adhesión.

Zona de exclusión aérea

Zelenski tambén ha pedido a Estados Unidos y a la OTAN que impongan una "zona de exclusión aérea" en Ucrania para frenar los bombardeos rusos, algo que Occidente ha descartado por ahora, según publicó este lunes el medio estadounidense Axios. En un comunicado Zelenski aseguró que si Occidente decreta una zona de exclusión aérea sobre "partes significativas" del territorio ucraniano, el país podría derrotar a Rusia "con mucha menos sangre".

"Ucrania puede vencer al agresor. Lo estamos demostrando al mundo. Pero nuestros aliados también deben hacer su parte", subrayó el mandatario ucraniano. Pero tanto Washington como la

OTAN

han descartado el envío de tropas y aviones de combate a Ucrania, país que no forma parte de la Alianza Atlántica.

A petición de Kiev, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha contactado con el presidente ruso, Vladímir Putin, quien según el Elíseo, se ha comprometido , a suspender los ataques contra la población ucraniana, las viviendas y las infraestructuras civiles. La conversación se ha extendido durante una hora y media y en ella Macron ha insistido en "la necesidad de imponer un alto el fuego inmediato" , coincidiendo con el diálogo en Bielorrusia.

Once muertos en Járkov

Sin embargo, sobre el terreno, los hechos no responden a las palabras. Al menos 11 civiles habrían muerto durante los bombardeos rusos sobre barrios residenciales de Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, cercana a la frontera rusa, anunció el gobernador regional el lunes, que teme que haya más muertos. "El enemigo ruso bombardea barrios residenciales", escribió el gobernador regional Oleg Sinegubov en las redes sociales, denunciando un "crimen de guerra".

El domingo, Sinegubov anunció que la ciudad de 1,4 millones de habitantes del noreste de Ucrania estaba bajo "control total" de las fuerzas ucranianas, horas después de haber evocado una "incursión" rusa y combates en la calle. También en Kiev, el Ejército ucraniano afirmó haber repelido varios intentos de asalto. La ciudad fue golpeada durante la noche por el disparo de misiles rusos. Tras todo el fin de semana bajo toque de queda, en la ciudad se formaron largas colas fuera de los supermercados, donde la población mostraba agotamiento. En las calles brigadas de voluntarios con lazos amarillos y azules con los colores nacionales han levantado barricadas.

La presidencia ucraniana afirmó que la ciudad de Berdiansk, en el mar de Azov, está "ocupada" y el Ejército ruso afirmó que tiene rodeada a la localidad de Jersón, más al oeste del país. Ambas ciudades están cerca de la península de Crimea, que Rusia anexó en 2014 y desde la cual lanzó una de sus varias fuerzas de invasión. El balance del conflicto sigue siendo incierto y Ucrania informó de 200 civiles y decenas de militares muertes desde el jueves, incluyendo a 16 niños. Por su parte la ONU registró 102 civiles muertos, incluyendo a 7 niños y a 304 heridos, pero advirtió que las cifras reales pueden ser "considerablemente" más altas.

"La cuestión clave es un alto el fuego y la retirada de las tropas del territorio ucraniano" ,expresó la Oficina de la Presidencia antes de que comenzara la reunión negociadora en la frontera bielorrusa, que ha arrancado a las diez de la mañana hora española.

Los negociadores ucranianos aterrizaron en un helicóptero polaco no lejos del lugar de las negociaciones, según la agencia oficial bielorrusa BELTA. La delegación incluye al ministro de Defensa, Oleksii Réznikov; al líder de la fracción del partido oficial "El Siervo del Pueblo", David Arakhamia: al asesor del Jefe de la Oficina Presidencial Mykhailo Podoliak; al jefe adjunto de la delegación ucraniana en el Grupo de Contacto Trilateral para la paz en el DonbásAndriy Kostin; al diputado Rustem Umerov y al diplomático Mykola Tochytsky.

"Las partes establecieron una serie de prioridades y cuestiones que requieren algunas decisiones", dijo Podoliak, mientras que su homólogo ruso, Vladimir Medinski, indicó que la nueva reunión tendrá lugar "pronto" en la frontera entre Polonia y Bielorrusia.

Poco antes, Bielorrusia confirmó que todo estaba preparado para comenzar las negociaciones entre Rusia y Ucrania en la región de Gómel. "En Bielorrusia está todo listo para acoger las negociaciones ruso-ucranianas. Esperando a las delegaciones", escribió la diplomacia bielorrusa en un tuit con una fotografía de la sede de la reunión, provista de una larga mesa y de las banderas de los tres países.

Los responsables ucranianos accedieron finalmente a viajar a Bielorrusia, aunque no a Minsk como había propuesto inicialmente Rusia, dado que considera que el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, no es neutral al haber acogido a más de 30.000 soldados rusos y equipamiento militar para unos ejercicios conjuntos que han servido a Moscú para cruzar la frontera sur de ese país para atacar a Ucrania.

Además, Lukashenko se declaró dispuesto a viajar a Crimea, anexionada por Rusia en 2014. Fue en Minsk donde se firmaron los Acuerdos de Paz para el Donbás en 2015, pactos que por la guerra se han quedado en papel mojado y que, en opinión de Moscú, en ocho años no se han implementado por parte de Kiev.

Ucrania aceptó empezar negociaciones sin expectativas de un resultado, aunque según dijo el Gobierno, logró que se hicieran estas "sin condiciones", después de que el Kremlin le exigiera deponer antes las armas, según la versión de Kiev.