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La Policía empieza a arrestar a líderes de la protesta en Ottawa

La acción policial contra los manifestantes en la capital canadiense ha empezado a ser contundente

Bloqueo de vehículos frente al Parlamento de Ottawa, en el centro de la ciudad.

Bloqueo de vehículos frente al Parlamento de Ottawa, en el centro de la ciudad. / EFE

Veintiún días después de que centenares de camiones se instalaran en el centro de Ottawa para iniciar una protesta contra los mandatos de vacunación y tres días después de que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, declarara una inédita emergencia federal por manifestaciones que se han transformado en lo que tilda de “ocupación ilegal”, la acción policial contra los manifestantes en la capital canadiense ha empezado a ser contundente.

Este jueves por la tarde los agentes han arrestado a dos de los líderes más visibles de la protesta. Primero han detenido a Chris Barber, un camionero. No mucho más tarde ha llegado el arresto de Tamara Lich, una antigua instructora de gimnasia y empleada del sector energético que militó en un partido que buscaba la secesión de tres provincias occidentales de Canadá. Según el abogado Keith Wilson, ambos han sido imputados con cargos vinculados a dar asesoría sobre delitos contra la propiedad y Barber también por otros relacionados con obstrucción.

Las dos detenciones llegaban poco después de la promesa de “acción inminente” que hacía en rueda de prensa Steve Bell. “Es hora de marcharse. Su tiempo en nuestra ciudad ha acabado y deben marcharse”, decía Bell, que ha quedado interinamente al frente de la policía de Ottawa después de que dimitiera esta misma semana Peter Sloly, el mando uniformado que fue cuestionado por su débil respuesta a las protestas, y de que otro mando policial contratado para relevar a Sloly dimitiera tras solo dos días.

Cambio visible

Las cosas han cambiado desde la declaración de emergencia federal. En los dos últimos días se ha intensificado visiblemente la presencia policial y los agentes han estado advirtiendo a los manifestantes de que endurecerían sus acciones. Se recuerda que la ocupación de las calles es ilegal y se les insta a abandonar la protesta o arriesgar arrestos, multas y hasta penas de cárcel. Y Bell aseguraba en su comparecencia ante los medios que, aunque quieren que la gente se marche voluntaria y pacíficamente, tienen “planes, estrategias y tácticas para hacer que se marchen”, sin especificar cuáles.

La policía provincial de Ontario y la Real Policía Montada de Canadá están colaborando con la Policía Local, con los tres cuerpos integrados en un mando conjunto, y hay también apoyos de la policía de la vecina provincia de Quebec. Además de los panfletos y mensajes públicos y de la instalación de vallas de seguridad frente a monumentos y enclaves destacados del centro como el Parlamento se ha establecido una “zona segura” dentro de un perímetro en el que se han instalado cerca de 100 puntos de control policial. Estos bloquean el acceso al centro a quienes no viven, trabajan o tienen razones de peso para acudir a esa zona, como visitas médicas.

Resistencia y debate

Pese a las acciones policiales, a que algunos vehículos han empezado a abandonar el centro y a que ha empezado ya una tormenta que podría dejar hasta 20 centímetros de nieve , sigue habiendo promesas de resistencia y permanencia de muchos de los camioneros y de quienes han llegado con sus camionetas o coches para apoyar las protestas, que ya tienen muchas más reivindicaciones que las originales y en las que hay también corrientes extremistas y antigubernamentales.

Mientras, en la Cámara de los Comunes del Parlamento sigue el debate sobre la declaración de emergencia federal realizada por Trudeau, que llegó cuando ya se había acabado con el bloqueo en el puente Ambassador, la más importante vía de tráfico comercial entre Canadá y EEUU y que es denunciada como excesiva tanto por conservadores como por grupos de defensa de los derechos civiles. Los parlamentarios tienen autoridad para revocar el uso de la ley y hay prevista una votación el lunes, en la que se espera que los liberales de Trudeau, que gobiernan en minoría, logren luz verde para mantener la emergencia con el apoyo del Nuevo Partido Demócrata.