AMÉRICA DEL NORTE

La protesta se multiplica en Canadá y crece la crítica por inacción a las autoridades

Ciudadanos de Ottawa hacen una contramanifestación mientras se intensifica el apoyo al ‘convoy de la libertad’

Protesta de camioneros en Ottawa.

Protesta de camioneros en Ottawa. / EFE/EPA/VALERIE BLUM

Idoya Noain

El termómetro marca más de dos dígitos bajo cero, la sensación térmica es aún más gélida y cae la nieve. Nada invita a estar en las calles pero en Ottawa, y en otros puntos de Canadá, las protestas que se iniciaron con un convoy de camioneros hace tres fines de semana para alzarse contra los mandatos de vacunación han seguido creciendo. A la par, se eleva también la voz quienes se oponen a los manifestantes y es palpable el descontento de quienes critican a las autoridades, a todos los niveles, por la falta de acción para acabar con la crisis.

El puente Ambassador, la infraestructura vital para el comercio entre Canadá y Estados Unidos del que el sábado por la mañana desalojaron los vehículos que lo habían mantenido paralizado, seguía por la noche sin estar abierto ante la llegada a los alrededores de cientos de personas a pie, que se sumaron a los manifestantes que se quedaron. La policía de Windsor no tiene un calendario previsto de cuándo podrá desalojar completamente y reabrir.

En la capital tampoco nada tiene visos de cambiar. Como ha pasado en los dos fines de semana previos, un “significante influjo de manifestantes” según la policía, que hablaba de 4.000, llegaban al centro, que sigue paralizado por la presencia camiones y vehículos.

Esta vez, no obstante, no eran los únicos que tomaban las calles. En el parque Lansdowne, a 3 kilómetros de la zona del Parlamento que han paralizado el llamado “convoy de la libertad”, varios miles de personas participaron en una contramanifestación. “Hemos estado callados pero anima ver mucha gente fuera pese al frío”, decía Yves, un profesor de la Universidad de Ottawa. “Si la mayoría no nos expresamos entramos en terreno resbaladizo. Hemos dado demasiado espacio a personas que son intolerantes, gente que cree que tiene derechos absolutos”.

Voces en defensa de las vacunas

Esa manifestación estaba llena de pancartas reclamando la ciudad y las calles, pidiendo “volver a hacer Ottawa aburrido”, pero también defendiendo vacunas y máscaras o denunciando las corrientes ultras que se perciben bajo la protesta.

“Los camioneros son una minoría, tienen mucha gente de la extrema derecha detrás”, aseguraba Jane, una mujer a punto de cumplir 70 años, que señalaba a los millones de dólares donados para las protestas que han permitido a los camioneros y quienes los apoyan con sus vehículos no gastar dinero en la comida o el combustible con que mantienen los motores en marcha. “Mucha gente no está informada de quién está moviendo todos los hilos”, lamentaba.

Los manifestantes también rompían la imagen de protesta puramente pacífica que se esfuerzan por dar quienes protagonizan y apoyan el convoy. Repetían historias de agresividad, de ataques individuales, de ciudadanos que han sido intimidados... “En cuanto expresas una opinión diferente dejan de ser tan amistosos”, aseguraba el profesor, “y hablan de defender sus derechos pero no respetan los de los demás”. Unas horas más tarde, dos supermercados tenían que ser cerrados temprano tras no poder contener a la gente que entraba sin la mascarilla, aún obligatoria en interiores de Ottawa.

Descontento con la policía y las autoridades

En la contramanifestación era fácil encontrarse también con el descontento con la policía y con las autoridades, tanto municipales como provinciales y, también, a nivel federal. “Sentimos que la policía, la ciudad y los políticos no nos están cuidando".

Ellos están teniendo un papel adormilado, dan grandes discursos, se señalan unos a otros... pero lo que necesitamos es liderazgo”, decía Sarah, una mujer de 39 años.

Este sábado se anunciaba que la policía de Ottawa, la de Ontario y la Real Policía Montada del Canadá han creado un comando integrado pero en la capital se insiste en que para ver más acciones deben aún esperar la llegada de refuerzos. El primer ministro, Justin Trudeau, convocaba este sábado una reunión del Grupo de Respuesta a Incidentes para hablar de “más acciones inmediatas” para acabar con los “bloqueos y ocupaciones ilegales”, y anunciaba otra reunión el domingo. Pero las protestas continuaban.