Derivación de los Papeles de Pandora

El Senado chileno evita la destitución del presidente Sebastián Piñera

La oposición no obtuvo los votos suficientes para una moción de censura por falta de "probidad" y haber comprometido "gravemente el honor de la Nación"

La acusación constitucional había sido aprobada por la Cámara de Diputados la semana anterior

Sebastián Piñera, presidente de Chile

Sebastián Piñera, presidente de Chile / EFE

Abel Gilbert

Sebastián Piñera continuará en la presidencia de

hasta el 11 de marzo venidero. El Senado lo ha salvado de una moción de censura por haber realizado una millonaria operación económica incompatible con sus funciones ejecutivas. La acusación constitucional había sido aprobada por la cámara de diputados la semana anterior. Sin embargo, la iniciativa no prosperó en el Senado, donde se requerían de 29 votos a favor para destituir al magnate a pocos días de la primera vuelta electoral. La oposición no alcanzó ese número. Tenía 24 votos favorables y necesitaba al menos cinco de los 19 oficialistas respaldaran el libelo. Solo un senador del mismo partido de Piñera, Manuel José Ossandón, de Renovación Nacional (RN), se abstuvo. Los demás, blindaron al presidente.

Antes de que concluyeran las exposiciones de todos los legisladores, Piñera ya sabía que había salido ileso de una situación que no tenía precedentes en la historia institucional de ese país sudamericano. La candidata a presidenta de Nuevo Pacto Social (centroizquierda), la demócrata cristiana Yasna Provoste, reconoció que "la defensa cerrada y ajena a los antecedentes de los senadores de la derecha" hacían "imposible" que se aprobara la moción. "La historia juzgará al que, estoy convencida, es el peor Gobierno en democracia de los últimos 70 años (...) Chile merece más, merece que no se repitan situaciones como éstas”, dijo al cerrar su discurso.

El escándalo

Piñera, quien tuvo un segundo mandato accidentado, primero por el estallido social de noviembre de 2019, y luego debido a la pandemia, entregará el poder al vencedor de las presidenciales. El jefe de Estado, una de las grandes fortunas de Chile, había quedado en el ojo de la tormenta política tras las revelaciones de los

. Uno de los miles de informes filtrados está relacionado un episodio de su primer mandato: en diciembre de 2010 vendió en 152 millones de dólares su parte de la Minera Dominga a su socio e íntimo amigo íntimo Carlos Alberto Délano. Parte de ese dinero fue pagado en el país y otros 138 millones en Islas Vírgenes para evitar gravámenes. La acusación constitucional fue presentada el pasado 13 de octubre por la oposición porque el presidente había faltado al principio de "probidad" y "comprometer gravemente el honor de la Nación".

Al margen de lo que ha sucedido en el Congreso, la fiscalía anticorrupción busca determinar si el magnate realizó u omitió gestiones, en su calidad de funcionario público, que pudieron incidir en la tercera cláusula del contrato de compraventa suscrito en un paraíso fiscal.

La posición del presidente

Desde que se conocieron las filtraciones, Piñera se llamó a silencio. Un día antes de que comenzara a sesionar el Senado dijo que la acusación constitucional estaba basada "en hechos falsos o mañosamente relatados" y, además, obedecía a "un clima enrarecido que estamos viviendo en la política chilena".

Según el presidente, un tribunal ya había dictado su "total inocencia" años atrás por el mismo hecho que se lo estaba juzgando en el Congreso. "Estamos muy confiados que s el Senado, actuando como jurado y analizando de forma objetiva, racional y reflexiva los hechos, va a desechar totalmente esta acusación", dijo. Sabía, por entonces, que saldría ileso en el Senado.