VIOLENCIA MACHISTA

Las 51 vidas que segó la violencia de género en 2022

49 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas y un niño y una niña, por sus padres

Marcha feminista en Madrid.

Marcha feminista en Madrid. / Jesús Hellín

Violeta Molina Gallardo

Violeta Molina Gallardo

51 vidas arrasadas, 51 familias destruidas. En 2022, 49 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas y una niña y un niño, por sus padres en crímenes vicarios. La manifestación más cruel de la violencia de género, el asesinato, ha golpeado a la sociedad española en 51 ocasiones.

Son 1.182 los crímenes machistas desde 2003, 48 los asesinatos vicarios de menores desde 2013. ¿Hasta cuándo?

El 8 de enero, a Sara le arrancó la vida su marido en Tudela (Navarra). 354 días después, el 28 de diciembre, la joven E.R.C.B., de tan sólo 20 años, era asesinada por su novio en el barrio madrileño de Vallecas. Entre ellas, víctimas del primer y el último feminicidio íntimo de 2022, otras 47 mujeres han perdido la vida por culpa de la violencia de género. Unos crímenes que han dejado a 38 niños y niñas huérfanos.

Diciembre, con 11 víctimas mortales, ha vuelto a ser el mes más cruento, igualando al diciembre de 2008, cuando también fueron asesinadas 11 mujeres.

Andalucía, con 11 víctimas, Cataluña, Castilla-La Mancha y Madrid (con 7 feminicidios cada una) fueron las comunidades más golpeadas.

En 21 de los 49 asesinatos de mujeres constaban denuncias previas por maltrato machista, un 42,9 % de los casos, y en 5 de ellos había medidas de protección vigentes que no pudieron evitar los crímenes.

No existe un perfil de víctima: las mujeres asesinadas tenían un amplio rango de edad (de 17 a 88 años), pertenecían a distintas clases sociales, algunas eran madres, otras no... Lo único que comparten es que su vida les fue arrancada por el hecho de ser mujeres, los agresores las mataron por considerar que eran de su propiedad.

Atendiendo a la nacionalidad de las víctimas, 33 eran españolas y 16 extranjeras; mientras que 30 de los agresores tenían nacionalidad española y los 19 restantes habían nacido en otro país. Diez de los 49 asesinos (l 20 %) se suicidaron, por lo que no podrán responder ante la justicia por sus crímenes.

En 32 de los 49 feminicidios, víctima y agresor eran pareja, mientras que en los otros 17 habían roto la relación o se encontraban en fase de ruptura.

Al margen de los feminicidios en el ámbito de las relaciones de pareja, por primera vez en 2022 se empezaron a elaborar estadísticas de todos los asesinatos machistas: en el primer semestre, 19 mujeres fueron asesinadas en crímenes sexuales, familiares, sociales...

Un 2023 sin Lobna, Esther, Carmen...

A continuación, EL PERIÓDICO DE ESPAÑA recuerda a las 51 víctimas de la violencia de género en España en 2022. No figura en las estadísticas oficiales la joven Teresa, enfermera vallisoletana de 23 años asesinada por su exnovio, un guardia civil, puesto que el crimen se cometió en Bruselas.

Sara, Mónica, Claudia Abigaíl, Mercedes, Lobna, Isabel, María Ángeles, Ivet, Victoria Cristina, Teodora, África, Natalia, Virginia, Ouardia, Clotilde, Florina, Maite, Eva María, Luisa María, Diolimar, Gema, Amparo, Mari Nieves, Cristina, Trinidad, Abigaíl, María del Carmen, Eva María, Esther, María del Carmen, Ana, María Luisa, Débora, Raquel, Adoración, Imane, Lesley, Irina, Vanessa Elizabeth, María, Ángela, Jaqueline, Irina, Soraya, Carmen, Rebeca, María Elena y E.R.C.B. ya no están con nosotros. La violencia machista es la culpable, 49 hombres agresores acabaron con ellas. Ni una más.

Además, Jordi, de 11 años, y Mariya, de 6, fueron víctimas de crímenes vicarios.

SARA: tenía 38 años, era profesora de un colegio público y vivía en Tudela (Navarra). El 8 de enero, su marido la acuchilló presuntamente hasta la muerte en su domicilio y después se dio a la fuga. El hombre fue detenido en Francia. No constaban denuncias previas por maltrato contra el acusado del primer crimen machista del 2022.

MÓNICA: era panadera en Fuentes de Cesna, pedanía de Algarinejo (Granada). Tenía 50 años y era madre de dos hijos de 20 y 27 años. El 25 de enero, su cadáver aparecía en su panadería: su marido la asesinó con un arma blanca y después se suicidó de un disparo. El hombre, que no podrá ser juzgado por su crimen, no había sido denunciado por violencia de género.

CLAUDIA ABIGAÍL: con sólo 17 años, esta joven fue asesinada por su exnovio (de 19 años) en un trastero de Totana (Murcia) el 8 de febrero. No constaban denuncias por violencia machista contra el acusado. Claudia Abigaíl es la única víctima mortal de violencia de género menor de edad.

MERCEDES: vivía en Martorell (Barcelona) y tenía 51 años. El 19 de febrero, su marido acabó presuntamente con su vida a golpes utilizando un objeto contundente. El acusado fue detenido tras ser encontrado en actitud sospechosa en un aparcamiento, herido y manchado de sangre. Al ser preguntado por la Policía Local de Martorell, el hombre contestó que había tenido una pelea en una discoteca, pero los agentes sospecharon y acudieron al domicilio de la mujer, donde encontraron su cadáver.

LOBNA: originaria de Marruecos, era madre de cuatro pequeños de entre 6 y 12 años, con los que vivía en Pozuelo de Alarcón (Madrid). El 2 de marzo fue asesinada por su expareja, que se suicidó tras el crimen. El 19 de enero, Lobna había denunciado a su marido por maltrato, que tenía una orden de alejamiento, y el 3 de marzo debían personarse en el juzgado para el divorcio.

Las tres hijas y el hijo de Lobna fueron acogidos por su tía, hermana de la víctima.

ISABEL: era madre de dos hijos y abuela de una nieta y vecina del municipio toledano de Burujón. Tenía 45 años. El 3 de marzo, su expareja acabó con su vida con un arma de fuego cuando ella estaba trabajando en un mesón de Maqueda. El agresor, sobre el que no constaban denuncias previas, se suicidó tras matar a Isabel, así que no podrá responder por sus actos ante la justicia.

MARÍA ÁNGELES: tenía 47 años y era funcionaria de justicia en Ceuta y madre de una adolescente de 17 años y de un niño de 10. El 14 de marzo, su marido -un policía local del que se estaba separando- le disparó presuntamente nueve tiros con su arma reglamentaria y la mató. Lo hizo delante de la chica de 17 años. No constaban denuncias previas contra el hombre.

IVET: sólo tenía 25 años y trabajaba en una perfumería de Barcelona. Era madre de un pequeño de 7 años. El 21 de marzo, fue presuntamente estrangulada por su expareja. La joven se había separado del hombre, padre de su hijo, hacía unos meses y el día en que la asesinó debía ratificar en el juzgado la denuncia que había puesto por violencia de género.

VICTORIA CRISTINA: con 46 años, vivía en Nohales (Cuenca). Tenía dos hijos de 14 y 8 años. El 4 de abril, su expareja y padre de sus hijos se saltó la orden de alejamiento que pesaba sobre él (medida adoptada tras haber sido denunciado por maltrato) y presuntamente la acuchilló hasta la muerte e hirió también a la pareja de la víctima.

TEODORA: era madre de tres hijos, uno de ellos aún menor de edad. El 4 de abril, su marido acabó presuntamente con su vida atropellándola con el coche en un camino de tierra en Almonacid (Toledo). Tenía 42 años. Su cuerpo tuvo que ser rescatado de debajo del vehículo. No constaban denuncias previas contra el agresor.

ÁFRICA: vivía en Vilanova del Camí (Barcelona), tenía 44 años y dos hijas mayores de edad. El 15 de abril, su expareja -de la que se estaba separando- la atacó mortalmente con un arma blanca y acabó presuntamente con su vida. Una de las hijas resultó herida al intentar defender a su madre. Tampoco en este caso el hombre había sido denunciado por maltrato.

NATALIA (Y SU HIJA MARÍA): el asesinato de esta mujer de 53 años y origen ruso en su residencia de vacaciones en Lloret de Mar consta en el listado de feminicidios en el ámbito de la pareja o la expareja. No así el de su hija María, de 18 años, que pertenece a las estadísticas de feminicidios en el ámbito familiar. Natalia y su hija María fueron asesinadas con un hacha por el hombre que era marido y padre de cada una de ellas. Como el agresor -que ostentaba un importante cargo en una empresa gasista de Rusia- se suicidó, no podrá responder por sus crímenes. Fue el segundo hijo de Natalia quien alertó a las autoridades desde Francia de que no podía contactar con su familia y, tras la denuncia, se encontraron los cadáveres el 18 de abril.

No constaban denuncias contra el agresor.

VIRGINIA: era originaria de Bolivia, pero vivía en Sevilla. Tenía 50 años y un hijo mayor de edad. El pasado 25 de abril, su expareja la mató y escondió su cadáver entre unos juncos del Río Guadalquivir. Los restos de Virginia no se recuperaron hasta el 21 de junio, cuando el agresor confesó el crimen y el paradero de la víctima, cuya desaparición había denunciado su familia a principios de mayo.

La víctima había denunciado al hombre en 2020 y tuvo durante 16 meses una orden de protección. Virginia estaba en el sistema VioGén, pues también había sido maltratada por una pareja anterior.

OUARDIA: nacida en Marruecos, tenía tres hijos de 5, 4 y 2 años con los que vivía en Tarancón (Cuenca). Tenía 43 años. El 2 de mayo, los pequeños presenciaban cómo su padre acababa con la vida de su madre a cuchilladas. El presunto asesino tenía denuncias previas por maltrato y tanto Ouardia como los niños habían tenido una orden de protección. Sin embargo, el 1 de abril quedó sin efecto, pues el hombre fue absuelto después de que la víctima no ratificara la denuncia en el juzgado.

CLOTILDE: tenía 82 años y estaba de vacaciones en Tenerife, aunque era de Vigo. El 11 de mayo, su marido la mató presuntamente con un cuchillo. Al parecer, el agresor -también octogenario- era un maltratador habitual, si bien nunca había sido denunciado por ello.

FLORINA: llegó a Montemayor (Córdoba) con su pareja desde Rumanía para trabajar en la campaña del ajo. Tenía 26 años y dos hijos pequeños que se quedaron en Rumanía con unos familiares. El 22 de mayo, su pareja la acuchilló en el coche y la dejó malherida en la calle. Murió en un hospital de Córdoba. El individuo, sobre el que no pesaban denuncias por maltrato, se dio a la fuga, pero fue detenido días después en Cuenca.

MAITE: con 50 años, tenía dos hijos de 19 y 22 y trabajaba en el servicio andaluz de empleo en el municipio almeriense de Huércal-Overa. El 27 de mayo, su marido le dio una brutal paliza que acabó con su vida. Fue uno de sus hijos quien encontró el cadáver de su madre en su casa de Tíjola (Almería). El asesino confeso, que no tenía antecedentes por violencia de género, se entregó horas después a la policía.

EVA MARÍA: también tenía 50 años y también vivía en Andalucía, en concreto en Benajarafe (Málaga). Madre de cinco hijos, uno menor de edad. El 29 de mayo, su pareja -a la que había denunciado por malos tratos en 2008- la acuchilló dejándola gravemente herida. Ella misma llamó a Emergencias para pedir ayuda, pero cuando llegaron los facultativos no pudieron hacer nada por su vida. El acusado intentó escapar de la escena del crimen saltando por la ventana y se fracturó ambos tobillos.

LUISA MARÍA: también fue asesinada el 29 de mayo. Fue en Tomelloso (Ciudad Real). Luisa María tenía 48 años, un hijo de 20 años y otra de 15. Mientras trabajaba, en un restaurante, su expareja la atacó y después se suicidó, por lo que no podrá pagar por el crimen que cometió. En este caso el agresor no tenía antecedentes por violencia machista.

DIOLIMAR: nació en Venezuela y vino a trabajar a España, donde trabajaba de camarera. Tenía 35 años y una hija de 8. El 9 de junio, fue asesinada presuntamente por su pareja en su casa de Soria mientras su pequeña dormía en el mismo domicilio. El agresor, que nunca fue denunciado por maltrato, intentó darse a la fuga pero fue capturado. La relación con Diolimar había comenzado seis meses antes del crimen.

GEMA (Y SU AMIGA JULIA): fueron asesinadas por el marido de la primera el 20 de junio en Madrid. Gema tenía 43 años y había acudido a recoger algunas cosas a su casa junto a su amiga Julia, de 70 años. La mujer quería separarse de su pareja, conde de Atarés y marqués de Perijá. El hombre las mató con un arma de fuego y después se suicidó. Aunque no constaban denuncias por maltrato, el agresor fue detenido en 2018 por la policía, que intervino de oficio al presenciar cómo maltrataba a su esposa, si bien ella rehusó denunciarlo. El hombre sí fue denunciado por su madre y su hermana en 2009 y la justicia le impuso sendas órdenes de alejamiento. En su casa tenía una vitrina con armas de fuego -a pesar de no tener licencia-, cuchillos, navajas automáticas, escopetas de caza, arcos y flechas.

Gema tenía una hija de 10 años que ha quedado huérfana.

AMPARO: también quería separarse de su pareja. Con 52 años, era madre de un hijo y una hija mayores de edad y vivía en una casita con huerto en Alzira (Valencia). El 7 de junio, su pareja la asesinó presuntamente a cuchilladas en la parcela de su casa y fue su hija quien encontró su cadáver horas más tarde. El hombre huyó y fue detenido diez días más tarde. No constaban antecedentes por malos tratos.

MARI NIEVES: era gaditana, pero vivía en Dos Hermanas (Sevilla) y tenía 53 años. Allí fue asesinada por su pareja a golpes y cuchilladas. El hombre, al que había denunciado en 2011 por maltrato, se suicidó después del crimen, por lo que no podrá ser juzgado. Los cuerpos sin vida se hallaron días después del asesinato.

CRISTINA: tenía 18 años y quería estudiar Medicina. El 30 de junio, su exnovio la atacó con un cuchillo en un parque de Parla. Al día siguiente, murió en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. Cristina dejó al acusado, a quien había conocido en su instituto, ocho meses antes de que éste la asesinara.

TRINIDAD: se dedicaba a la agricultura, tenía 50 años y cuatro hijos mayores de edad. El 25 de julio, su pareja la asesinó a tiros en su casa de Albuñol (Granada) y después se suicidó, por lo que no responderá ante la justicia por el crimen. No constaban denuncias previas contra el agresor, del que se estaba separando.

ABIGAÍL: con 34 años, se encargaba de la limpieza de un edificio en Santa Cruz de Tenerife. Al salir de trabajar, el 29 de julio, a plena luz del día, su expareja la acuchilló en la calle y huyó. El agresor, que fue detenido horas más tarde en su domicilio, no había sido denunciado por violencia de género.

no denuncias

MARÍA DEL CARMEN: tenía 44 años y era madre de una niña. El 12 de agosto, su cadáver apareció en el interior de un transformador abandonado en Sevilla junto al de su pareja. El asesino se suicidó tras apuñalarla mortalmente. En este caso tampoco constaban denuncias por malos tratos.

EVA MARÍA (Y SU MADRE MARÍA DEL CARMEN): fueron asesinadas el 13 de agosto en el domicilio de Eva María en Valladolid. Eva María tenía 54 años y su madre, 78. El asesino, al que la víctima había denunciado por violencia de género en 2021, las mató y luego prendió fuego a la vivienda. También acabó con la vida de un amigo de Eva María, de 72 años, e hirió a otros dos matrimonios ancianos. Ya en prisión, el agresor se suicidó en su celda, por lo que no podrá responder ante la justicia por los crímenes.

ESTHER: la violencia de género acabó con la vida de esta joven de tan sólo 20 años y también con la de su novio. El 20 de agosto, su expareja la asesinó presuntamente a golpes y después incendió la nave okupada en la que Esther y su novio vivían en Torrejón de Ardoz (Madrid). El agresor, que había sido denunciado por maltrato, tenía una orden de alejamiento de Esther. El crimen no se pudo esclarecer hasta más de un mes después de producirse.

MARÍA DEL CARMEN: tenía 71 años, era madre de dos hijos y una hija mayores de edad y vivía en Escatrón (Zaragoza). El 10 de septiembre, su exmarido se saltó la orden de alejamiento que le habían impuesto tras ser denunciado por maltrato, se coló en la vivienda de la víctima y la atacó mientras dormía. María del Carmen fue trasladada al hospital en estado crítico y murió tres días después.

ANA: había nacido en Ripoll (Girona), pero vivía en la localidad vecina de Campdevànol. Tenía sólo 21 años. El 21 de septiembre, su novio -de 36 años- acabó presuntamente con su vida. Ana, según la autopsia, padeció una muerte dolorosa y lenta y fue agredida sexualmente antes de morir. El acusado no había sido denunciado por malos tratos.

MARÍA LUISA: tenía 68 años y era de Guipúzcoa, pero vivía en Benidorm (Alicante). El pasado 25 de septiembre, agentes de la Policía Nacional acudieron a su domicilio para notificarle que su marido había muerto en accidente de tráfico: cuando llegaron, la puerta estaba abierta y descubrieron el cadáver de la víctima tendido en el suelo.

La investigación policial considera que el hombre cometió el crimen machista y a continuación cogió su coche para huir o suicidarse. Su vehículo invadió el carril contrario y colisionó con un camión. El asesino, que no tenía denuncias por violencia de género, no podrá ser juzgado por el crimen.

DÉBORA: tenía 39 años y era madre de dos hijas de 5 y 17. En marzo, desapareció en Málaga. Hasta el 25 de septiembre no pudieron ser hallados sus restos. La Policía Nacional hallaba su cadáver sepultado en hormigón en una nave industrial después de que su pareja confesara el crimen. En 2012, Débora denunció al hombre que confesó haber acabado con su vida, pero no fueron decretadas medidas de protección contra el agresor. 

RAQUEL: con 32 años, trabajaba en un supermercado de Palencia y era madre de una niña y un niño de 7 y 2 años. El 26 de septiembre, su marido la estranguló hasta la muerte y después se suicidó arrojándose a las vías del tren. Cuando agentes de la Policía Nacional acudieron a su casa para notificarle el fallecimiento del hombre, encontraron el cadáver de la víctima. Sus pequeños, que abrieron la puerta a los policías, habían pasado cuatro horas junto al cadáver de su madre. Existían denuncias previas contra el agresor, que no podrá ser juzgado por el crimen.

ADORACIÓN: era de Alcoy (Alicante) y tenía 27 años. La madrugada del 23 de octubre, su pareja la degolló en el baño de la casa en la que vivían juntos desde las navidades anteriores y después se intentó suicidar lanzándose al vacío. No constaban denuncias por violencia de género contra el agresor.

IMANE: nació en Marruecos, pero vivía en Valencia de Alcántara (Cáceres). Era madre de dos menores, uno de ellos de 14 meses, y tenía 30 años. El 30 de octubre, su marido la mató delante del bebé y llamó a las fuerzas de seguridad para confesar el crimen. Imane denunció los malos tratos que sufría desde que se casó, en 2019. En enero, volvió a denunciarlo: pidió ayuda en el centro de salud y el agresor fue detenido y se le impuso una orden de alejamiento, sin embargo, cuando se celebró el juicio, el hombre alegó problemas de adicción y solicitó su ingreso voluntario en un centro de desintoxicación, por lo que el tribunal sobreseyó la causa y levantó la medida de protección.

LESLEY: tenía 69 años y aunque había nacido en Reino Unido, vivía en Benalmádena (Málaga). El 4 de noviembre, su marido la apuñaló una veintena de veces. Ella misma llamó a Emergencias para pedir ayuda, pero cuando los servicios sanitarios llegaron para auxiliarla ya no pudieron hacer nada por su vida. El presunto homicida, diagnosticado de alzhéimer, había sido detenido en tres ocasiones en los últimos meses por maltratar a su esposa, que lo había llegado a denunciar hasta en cinco ocasiones. Sin embargo, la víctima rehusó declarar contra él y los procedimientos tuvieron que archivarse sin medidas de protección.

IRINA (Y SU HIJA MARIYA): originaria de Bulgaria, Irina (28 años) vivía en Móstoles con su hija Mariya, de 6 años. El 6 de noviembre, su pareja y padre de la pequeña acabó con la vida de ambas. Avisó de los crímenes a familiares de las víctimas y después intentó suicidarse. No constaban denuncias previas por maltrato.

MARÍA: con 67 años, estaba enferma de esclerosis múltiple y alzhéimer y era una persona dependiente a cargo de su marido. Vivía en el barrio madrileño de Vallecas. El 29 de noviembre, se cayó y su pareja ni la socorrió ni la atendió. Tras cinco días de agonía, murió el 4 de diciembre. Avisados por el presunto homicida, los servicios de emergencias la encontraron muerta en unas condiciones "lamentables".

Madre de dos hijas mayores de edad, María se fue hace tres años a vivir con una de ellas a Sevilla. Tanto la hija como la madre presentaron denuncias contra el hombre, pero la convivencia se reanudó tiempo después.

VANESA ELISABETH: era vecina de Mazarrón (Murcia), aunque tenía nacionalidad británica y 56 años de edad. El 4 de diciembre, su pareja -a la que había denunciado hasta en cinco ocasiones por malos tratos- la mató presuntamente de un golpe en la cabeza en el exterior de su vivienda.

ÁNGELA: natural del municipio albaceteño de Barrax, vivía en Albacete. Tenía 48 años. El 10 de diciembre fue presuntamente asesinada por su pareja. Su cadáver fue encontrado tras ser sofocado un incendio en su vivienda. No constaban denuncias previas por violencia de género.

IRINA: con 34 años, era madre de cinco hijos de entre 2 y 17 años. El día 11 fue vista con última vez con vida. Días después, su cadáver fue localizado en el trastero de su vivienda en Lleida. Su pareja, que había ingresado de manera voluntaria en el área de salud mental de un hospital, fue detenido como presunto autor del asesinato. En 2019, el hombre fue denunciado por violencia de género y se impuso una orden de protección a la víctima que estuvo en vigor hasta invierno de 2020, cuando fue absuelto.

JAQUELINE: tenía 31 años y había nacido en Guatemala, pero vivía en Dos Hermanas (Sevillas) con dos hijas y un hijo de entre 4 y 10 años. Su exmarido, que tenía una orden de alejamiento y había sido denunciado por maltrato, presuntamente la acuchilló mortalmente en su casa el 16 de diciembre delante de sus tres hijos. A pesar de la orden de protección, el agresor vivía en un coche delante de la casa de la víctima y tenía contacto con los menores, de los que se ha hecho cargo la Junta de Andalucía.

MARÍA DEL CARMEN: era anciana, tenía 80 años y vivía en Zaragoza. Su marido, de 83 años, la mató presuntamente de un golpe con un objeto contundente y al día siguiente confesó el crimen a la policía. No constaban denuncias contra el agresor por violencia de género. En su declaración ante la justicia, el asesino confeso dijo que la víctima quería dejarlo tras tres décadas de convivencia y por eso cometió el crimen.

SORAYA: vivía en Avilés (Asturias) y era madre de dos niños menores de edad. Tenía 32 años. El 22 de diciembre, su pareja acabó con su vida presuntamente a golpes. La víctima no había denunciado a su pareja por malos tratos, pero sí a una pareja anterior y él había sido denunciado por otra pareja.

CARMEN: es la víctima mortal por violencia de género de mayor edad: 88 años. Tenía una hija. El 26 de diciembre, fue asesinada por su pareja en su vivienda de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona). El autor del crimen, de 69 años, confesó los hechos. No constaban denuncias por maltrato.

REBECA: era natural de Bolivia, pero vivía desde hace décadas en Bilbao, donde trabajaba en una taberna. Tenía 45 años. El 27 de diciembre, su pareja la mató en el bar y se fue a su casa. A la mañana siguiente, confesó el crimen. El asesino confeso había sido denunciado por otras parejas. El Gobierno de Bolivia se va a hacer cargo de los gastos de repatriación del cuerpo de Rebeca.

MARÍA ELENA: con 34 años, era madre de un chico de 13 años y de una chica de 14 y estaba embarazada de 9 meses. La mujer, los niños y su actual pareja vivían en Escalona (Toledo) desde hacía unos años, aunque eran de Móstoles (Madrid). El 28 de diciembre, la expareja de María Elena y padre de sus dos hijos mayores, la atacó presuntamente con un cuchillo delante de los menores. Acabó con su vida y con la de su bebé: aunque los sanitarios realizaron una cesárea de urgencia, no fue posible salvarlo. El agresor había sido denunciado por malos tratos por otra pareja.

E.R.C.B.: era peruana y tenía tan sólo 20 años. El 28 de diciembre, su pareja acabó presuntamente con su vida en una vivienda del distrito madrileño de Vallecas. El agresor, que había sido también pareja de la madre de la víctima, había sido denunciado días antes por la madre de E.R.C.B. después de haberlas agredido. Se le impuso una orden de alejamiento.

Pide ayuda

El 016 atiende a las víctimas de todas las violencias contra las mujeres. Es un teléfono gratuito y confidencial que presta servicio en 53 idiomas y no deja rastro en la factura. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial mediante el número de Whatsapp 600 000 016. Además, los menores pueden dirigirse al teléfono de ANAR 900202010.

Las víctimas de maltrato sordas, con discapacidad auditiva, ciegas o sordociegas pueden llamar al 016 con 900 116 016, SVisual, ALBA, Telesor, ATENPRO y la app PorMí. Todos los recursos contra la violencia de género.