CRÍMENES DE GUERRA

"No te quedes sola con tu dolor": una alianza internacional contra la violencia sexual en Ucrania

La iniciativa "Rape is a war crime" quiere ayudar a las víctimas ucranianas de delitos sexuales y formar a la abogacía para que no queden impunes

Una mujer llora en Kiev delante de un edificio destruido.

Una mujer llora en Kiev delante de un edificio destruido. / Miguel A. Lopes

Violeta Molina Gallardo

Violeta Molina Gallardo

La violencia sexual es un arma de guerra más en Ucrania: las violaciones, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, las esterilizaciones forzosas y los embarazos y abortos forzados son crímenes ocultos que no se denuncian y cuyos autores cometen con una impunidad casi absoluta. Rape is a war crime es la respuesta que dos mujeres juristas han ideado para ayudar a las supervivientes y hacer que los agresores respondan ante la justicia por estos delitos. Una respuesta internacional.

Con una llamada de auxilio empezó todo. La política ucraniana Olena Sotnik pidió ayuda a la abogada lituana Inga Martinkute, que a su vez se puso en contacto con su colega, la jurista sueca Rebecka Koziomtzis. Esta pequeña red de mujeres han impulsado una alianza internacional en la que ya participan el Instituto Europeo de Igualdad de Género, la Facultad de Derecho de la Universidad de Vilna, la Asociación de Abogadas Ucranianas Jurfem, la ONG Kopzi, bufetes de abogados y varias instituciones públicas lituanas, entre otros.

"No había nada para las supervivientes de violencia sexual de la guerra de Ucrania", reconoce Martinkute en conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. "La violencia sexual es un delito que permanece oculto. Las víctimas son reacias a denunciar, así que imagínate en una zona de guerra, donde no hay policía trabajando, donde no funcionan correctamente los tribunales de justicia, donde no hay seguridad ni un orden básico, donde ni siquiera sabes quién controla el frente. Hay muy pocas denuncias en tiempos de paz, pero muchísimas menos durante la guerra y eso da total libertad a los agresores y esa es la peor parte", asevera.

Rape is a war crimen (la violación es un crimen de guerra, en español) nace con varios objetivos: por un lado, ayudar a las víctimas a que puedan acceder a ayuda legal, médica y psicológica; pero también aumentar la concienciación sobre cómo las agresiones sexuales a mujeres son utilizadas como arma de guerra y formar a los abogados y abogadas ucranianas para que puedan prestar una asistencia legal adecuada a las supervivientes y combatir la impunidad.

En su página web hay información sobre recursos a los que las mujeres pueden acudir en Ucrania, pero también en Polonia, Lituania, Letonia, Estonia y Austria, con la vista puesta en las refugiadas. Asimismo, se han puesto en marcha un teléfono y un correo electrónico de asistencia.

"No te quedes sola con tu dolor. Sufrir violencia sexual nunca es tu culpa, tienes derecho a estar segura. Nuestra ayuda es gratuita y confidencial. (...) Si tú o alguien que conozcas habéis sufrido violencia sexual en el conflicto armado de Ucrania y necesitas ayuda psicológica, médica o legal, contacta: info@rapeisawarcrime.org /+370 662 42920", se lee en la web. La ONG Kopzi presta esta atención. Las víctimas pueden pedir ayuda asimismo por Whatsapp, Telegram, Signal y Viber.

Las necesidades de estas víctimas difieren: pueden requerir atención médica o farmacológica, ayuda para la interrupción de un embarazo que resulte de la agresión sexual, acompañamiento psicológico o asistencia legal para denunciar los hechos tanto ante las autoridades nacionales como ante organismos internacionales.

Entrenamiento de abogadas

"Pedir ayuda y verbalizar lo sucedido es una decisión muy difícil para una superviviente. Es un proceso muy muy lento y muy doloroso. Muy pocas mujeres en Ucrania quieren denunciar, ni siquiera hablar de ello, porque es un asunto delicado y tienen poco apoyo y acceso a cualquier clase de recurso. Por eso nuestra esperanza se orienta a que más mujeres sientan que tienen un sitio al que ir y que habrá abogados que se ocuparán de sus casos", subraya Rebecka Koziomtzis.

Los abogados pueden tener un papel esencial en el empoderamiento de las supervivientes y a la hora de evitar su revictimización en los procesos judiciales, defiende Rape is a war crime.

Uno de los puntos fuertes de la iniciativa es precisamente la formación de abogados y abogadas ucranianos para que sepan cómo abordar estos casos con perspectiva, tanto en lo relativo al trato con las víctimas como las herramientas legales nacionales e internacionales que tienen a su disposición para solicitar a la justicia una condena de los hechos y una reparación.

"Hay muchísimos casos de violencia sexual y la mayoría de abogados nunca habían lidiado con este tipo de delitos. Por eso queríamos ofrecerles un entrenamiento en línea con expertas. Más de 200 abogados y abogadas han participado ya", sostiene Koziomtzis.

La violencia sexual es un crimen de guerra y, por tanto, es un asunto que pueden abordar los tribunales ucranianos pero sobre el que también tiene jurisdicción la Corte Penal Internacional.