IGUALDAD EN EL DEPORTE

Fin al desamparo de deportistas embarazadas, lucha contra el acoso sexual y otras claves de igualdad de la ley del deporte

Tras recibir más de 700 enmiendas, el Congreso tiene que dar forma definitiva a este proyecto de ley

Alysia Montano runs in the Women"s 800 Meter opening round during Day 1 of the 2017 USA Track & Field Championships at Hornet Satdium on June 22, 2017.

Alysia Montano runs in the Women"s 800 Meter opening round during Day 1 of the 2017 USA Track & Field Championships at Hornet Satdium on June 22, 2017. / Andy Lyons/Getty Images/AFP

Violeta Molina Gallardo

Violeta Molina Gallardo

El curso político arranca el próximo jueves con la aprobación de la ley del sólo sí es sí, una de las más importantes en materia de igualdad de esta legislatura, aunque no la única: el Congreso tiene que ultimar la ley del deporte, que pretende acabar con el desamparo que sufren las deportistas embarazadas, castigar el sexismo, equilibrar la presencia de las mujeres en los órganos directivos e impulsar protocolos contra el acoso sexual.

El proyecto, aprobado por el Gobierno a finales de 2021, está en el trámite de ponencia: la Comisión de Cultura y Deporte de la Cámara Baja tiene que estudiar las más de 700 enmiendas presentadas por los distintos grupos parlamentarios para negociar el contenido final del texto. Entre sus cometidos, la norma aspira a actualizar la legislación española para reconocer la contribución de las mujeres al deporte español y combatir las múltiples desigualdades aún existentes.

"Hoy en día asistimos al crecimiento imparable del papel de las mujeres en el deporte sin que el ordenamiento jurídico haya respondido adecuándose a este fenómeno", reconoce el proyecto de ley en su exposición de motivos.

Para cambiar esa realidad, entre los fines de la futura ley se incluye el "impulso garantista y salvaguarda de la igualdad efectiva de todas las personas en la práctica deportiva", con atención particular a la "inequidad entre los sexos": "Se adoptarán las medidas correctoras que remuevan los obstáculos que impidan dicha igualdad".

"Se desarrollarán políticas que prevengan, identifiquen y sancionen la merma de derechos o que impliquen situaciones de discriminación que puedan provenir de las entidades deportivas y su vinculación con las mujeres deportistas en las relaciones laborales, deportivas, administrativas o de cualquier clase que mantengan con las mismas", se lee en el proyecto.

El desamparo de la deportista embarazada

Uno de los aspectos más destacados es que el texto legal quiere acabar con el "desamparo legal de las mujeres deportistas en situación de embarazo ante la pérdida de ayudas y subvenciones bajo el pretexto de no haber competido", con la "reducción de sus derechos como miembros de entidades deportivas", la pérdida del derecho a voto en las asambleas generales de las federaciones deportivas, así como con las dificultades manifiestas para la conciliación familiar y para la reincorporación a la actividad deportiva tras la maternidad.

La futura ley garantizará a los deportistas profesionales el derecho a la conciliación en su vida familiar y el reconocimiento de medidas de especial protección en su derecho a la maternidad y la paternidad. Para ello, las federaciones deportivas y las ligas profesionales estarán obligadas a elaborar un plan de conciliación y corresponsabilidad con medidas de protección de la maternidad y la lactancia.

Desde ERC quieren explicitar en la norma la nulidad de las cláusulas contractuales para rescindir de un contrato por razón de embarazo o maternidad de las deportistas. Y JxCat aspira a ir más allá y ha presentado otra enmienda para que el Consejo Superior de Deportes pueda abrir expediente para retirar los beneficios fiscales a las empresas que incluyan cláusulas de embarazo que dejen en suspenso los patrocinios durante la gestación y la baja de maternidad de una deportista. "No pueden existir empresas que se beneficien de desgravaciones fiscales si firman cláusulas anti-embarazo", alegan.

Órganos de decisión y brecha salarial

Otra demanda histórica a la que aspira a dar respuesta la norma es la participación de la mujer en los órganos de decisión: las entidades deportivas deberán equilibrar la presencia de hombres y mujeres en sus órganos directivos, de gobierno y representación.

Ante la flagrante desigualdad económica, el proyecto establece igualdad en los premios que reciben hombres y mujeres en eventos deportivos impulsados o financiados por la administración pública y que las dietas de los y las integrantes de las selecciones nacionales sean las mismas.

Afirma el texto que se promoverá la igualdad en la visibilidad de los eventos deportivos tanto masculinos como femeninos en los medios de comunicación y que se velará por que la representación mediática de las mujeres esté libre de cosificación sexual y estereotipos sexistas.

También con el objetivo de avanzar en igualdad, las federaciones deportivas y ligas profesionales tendrán que elaborar un informe anual de igualdad entre mujeres y hombres respecto a las competiciones que organicen, así como impulsar un protocolo de prevención y actuación para situaciones de discriminación, abusos o acoso sexual, por razón de sexo o autoridad. Estos organismos tendrán que contar con una comisión de igualdad para gestionar las incidencias que puedan darse en su seno.

Además, el Gobierno deberá desarrollar políticas públicas específicas de lucha contra la violencia hacia las mujeres en el deporte y los estereotipos sexistas. En este sentido, ERC ha presentado una enmienda para que se vele por que la indumentaria deportiva no perpetúe estereotipos sexistas: "En una sociedad que se pretende igualitaria es vergonzosa la visión sexista que se tiene y se difunde en el deporte. Es intolerable convertir el deporte femenino en una exhibición o escaparate del cuerpo femenino que pretende reducir a las deportistas a objetos sexuales", alegan los catalanes.

Violencia y sexismo

Otra novedad relevante es la introducción explícita del sexismo y la violencia contra las mujeres en la ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, que es la que vela por el mantenimiento del orden público en los eventos deportivos y establece un régimen sancionador contra las conductas violentas. Hasta ahora, el machismo y el sexismo no se mencionaban en esta norma, pero la ley del deporte la modificará para incluir los actos sexistas. De esta manera, se podrá castigar la incitación, el fomento o la incitación de comportamientos de violencia contra las mujeres.

Por ejemplo, pancartas, cánticos, consignas o banderas con mensajes vejatorios o intimidatorios contra las mujeres o que constituyan un acto de manifiesto desprecio contra las personas participantes en el espectáculo deportivo.