Opinión | IGUALDAD

La mujer árbol

Las europeas realizaron una media de 36 horas semanales de cuidados no remunerados durante la pandemia. ¿Cuánto pesan esas más de cinco horas al día?

Una mujer friega los platos, en una imagen de archivo tomada en Barcelona.

Una mujer friega los platos, en una imagen de archivo tomada en Barcelona. / JOSEP GARCIA

Plantada en el hogar. De sus pies, raíces que la hincan a los cimientos. Los brazos se ramifican. En la cabeza, un infinito de hojas. A veces, plácidas. A veces, sacudidas por la tempestad.

Según el Instituto Europeo de Igualdad de Género, las mujeres europeas realizaron una media de 36 horas semanales de cuidados no remunerados durante la pandemia. ¿Cuánto pesan esas más de cinco horas al día? Cuánto pesan en el cuerpo, en el ánimo, en el subibaja de la (in)satisfacción. El amor convertido en carga. La culpa gritándote que no, que esas dos palabras no casan bien, que tus ramas deben dar cobijo y tus raíces hundirse en la invisibilidad, y que está bien que eso pase. Un sinfín de fibras que afirman el terreno, una red de afectos para que nada zozobre.

Y, mientras, pactar con el temor. Saldrás adelante, te dices. Todo pasará. No te vaciarás. No te convertirás en un árbol seco sin savia. Pero pasan los meses, los años. Y el mismo estudio revela que, tan pronto pasó el periodo más grave de pandemia, los hombres que se habían dedicado al cuidado ya se han desentendido y que, en cambio, se ha producido un gran descenso de mujeres disponibles para el mercado laboral. Más raíces para la insatisfacción.