LEY DEL SÓLO SÍ ES SÍ

La ley del sí es sí, a un paso del abismo por el enroque del PSOE sobre prostitución

Si las enmiendas socialistas sobre explotación sexual entran en la norma, el texto no tendrá apoyos suficientes

Rueda de prensa de Adriana Lastra

Rueda de prensa de Adriana Lastra / Emilio Naranjo

La ley de garantía integral de la libertad sexual peligra. La postura inamovible del PSOE sobre la explotación sexual puede dinamitar la norma que nació del grito feminista de que sólo sí es sí y pretendía combatir la violencia sexual contra las mujeres: si la enmienda socialista que quiere endurecer los delitos de proxenetismo y tercería locativa se incluye en el texto, los socios de Gobierno no apoyarán la ley.

A pocas horas de que la Comisión de Igualdad del Congreso dé forma definitiva al texto legal, la incertidumbre se aprecia en los grupos parlamentarios, que empiezan a temer que este asunto acabe dilapidando la ley del sólo sí es sí: ni ERC, ni Bildu ni Cs darían su visto bueno a la redacción que propone el PSOE y desde el PNV reconocen que les pondrían en una "situación muy complicada".

Sería la primera vez que una ley del Gobierno a punto de aprobarse no sale adelante, y no por las reticencias de los socios parlamentarios y de la oposición, sino por uno de los partidos del propio Ejecutivo. El naufragio de esta norma sería un varapalo para la coalición, pues ésta forma parte de la agenda legislativa del Ministerio dirigido por Irene Montero y del acuerdo programático.

El PSOE es tajante: no va a retirar su enmienda a pesar de que esto pueda poner en riesgo la ley. Argumentan fuentes de este partido que es necesario abolir la prostitución y que hay que aprovechar la ley para avanzar en esta dirección. Dicen que si los socios parlamentarios no apoyan esta ley integral, tendrán que explicar por qué dan de lado a las mujeres.

El caso es que estos socios parlamentarios han sido claros desde un primer momento, no querían que la ley del sí es sí abordara la cuestión compleja sobre la prostitución y así lo hicieron constar a través de enmiendas Cs, ERC, Bildu, JxCAT, la CUP y En Comú Podem.

A pesar de ello, las negociaciones avanzaron en el Congreso y consensuaron una redacción del artículo 187 del Código Penal que no fuera contra las mujeres prostituidas, las más vulnerables. Pero para el PSOE, declarado abolicionista, esto no es suficiente y por eso mantuvo su enmienda para castigar más duramente el proxenetismo.

Un previsible apoyo del PP a esta enmienda provocaría su entrada automática en el texto de la ley, que se sometería a votación en el Pleno la próxima semana. El hecho de que los populares den su visto bueno a este asunto no implica que respalden la norma, pues se encuentran más cercanos a la abstención o al no.

Y ERC, Bildu y Cs ya han avanzado que no apoyarían el texto con la enmienda del PSOE. Así que a estas horas, la ley del sí es sí corre peligro.

Fuentes de los socios parlamentarios han indicado a este periódico que si se incluye la enmienda pactada por PSOE y PP "en ningún caso" tendrán su apoyo: "Veremos cómo va la Ponencia de esta tarde, pero no pinta bien la cosa", han explicitado.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, no ha disimulado su preocupación al respecto y ha vuelto a proponer al PSOE sacar estas medidas de la ley de garantía integral de la libertad sexual y emplazarlas en otra legislación para salvar la norma.

"Del PSOE depende la posibilidad de que la ley no esté en peligro, de tramitarla con un acuerdo amplio", ha aseverado Montero, que ha incidido en que las mujeres y el movimiento feminista merecen que el Congreso de los Diputados apruebe esta ley, que incluye diversas medidas que mandata el Pacto de Estado contra la Violencia de Género.

Esta ley nació para ser la respuesta institucional al grito unánime del movimiento feminista de que sólo sí es sí en las relaciones sexuales, es decir, que es necesario el consentimiento y que hay que acabar con la distinción que el Código Penal hace entre abuso y violación.

La violación grupal de los Sanfermines, el caso de la manada, supuso un punto de inflexión en este sentido y llevó a cientos de miles de mujeres a manifestarse en las calles reclamando libertad sexual y una justicia feminista.

En el día en que la ley de garantía integral de la libertad sexual pende de un hilo, ha trascendido la violación grupal de una niña de 12 años en Burjassot (Valencia).