Opinión | 8-M

Luchar por la igualdad 365 días al año

Este diario, nacido el pasado octubre, quiere rendir especial tributo a las mujeres ucranianas que sufren física y psicológicamente el horror de la guerra

Manifestación feminista del 8 de marzo por la Gran Vía de Barcelona.

Manifestación feminista del 8 de marzo por la Gran Vía de Barcelona. / Jordi Cotrina

Las mujeres han sufrido durante la dura pandemia de coronavirus, eclipsada ahora por el drama humanitario de la guerra en Ucrania. El contexto en el que se celebra este año el Día Internacional de la Mujer nos recuerda que las grandes crisis conllevan siempre grandes amenazas para los derechos y reivindicaciones de las mujeres. EL PERIÓDICO DE ESPAÑA , nacido el pasado 12 de octubre, conmemora el 8M por primera vez, pero ya desde su fundación y como demuestra en su labor informativa día a día, su intención es apostar por el feminismo y la lucha por la igualdad en todos los ámbitos las 365 jornadas del año. Sin descanso ni excepción.

Hoy, los derechos tan largamente luchados deben ser defendidos con fuerzas redobladas. Ningún logro debe darse por seguro y aún queda mucho camino por recorrer. La violencia machista, la precarización, la carga mental, las dificultades para ocupar posiciones de poder y la lucha constante contra unos estereotipos de género que pretenden limitar el crecimiento personal y profesional de las mujeres son retos incuestionablemente compartidos por la totalidad de la agenda feminista, más allá de las discrepancias internas del movimiento. Una desigualdad que no solo lastra a la mitad de la población, sino que resta creatividad, ambición y capacidad al conjunto de la sociedad.

El 53% de las personas paradas en España son mujeres. Aunque la brecha salarial se ha recortado levemente, los hombres siguen ganando más que las mujeres. El techo de cristal continúa limitando las carreras profesionales, las mujeres apenas ocupan entre el 12% y el 18% de los puestos directivos empresariales. Según datos del Observatorio Social de la Fundación La Caixa, las mujeres dedican el doble de tiempo que los hombres a actividades no remuneradas, lo que supone el 67% de la producción no remunerada en España. Si se formalizara, equivaldría a más de 977.000 empleos anuales a jornada completa. La desigualdad se extiende a todos los ámbitos. Desde las instalaciones deportivas a la investigación científica o a las universidades.

Urge incorporar la perspectiva de género en todos los niveles del proceso presupuestario de la UE

Si miramos al conjunto de Europa, el rostro de la pobreza es femenino. Un informe apunta que las mujeres se ven más afectadas que los hombres por la pobreza y el riesgo de exclusión social y que, desde 2017, la brecha de género en la pobreza ha aumentado en 21 estados miembros. Desde el inicio de la pandemia, la tasa de empleo de las mujeres ha disminuido de forma acusada y también se ha reducido la intensidad de mano de obra. La vulnerabilidad ha aumentado. Urge incorporar la perspectiva de género en todos los niveles de proceso presupuestario de la UE para reducir las desigualdades.

Frente a tantos techos que romper la crispación, la polarización y el desacuerdo ha hecho mella en un movimiento que, aunque históricamente ha acogido múltiples discrepancias en su seno, hoy tiene dificultades para mostrar unidad. Este 8-M las manifestaciones feministas se desdoblarán en buena parte de la geografía española. Las diferentes posturas sobre la abolición de la prostitución y la ‘ley trans’ -que algunas consideran que pone en peligro las políticas públicas de igualdad- han exacerbado el debate hasta dificultar el entendimiento.

Más allá de las diferencias internas del feminismo hay retos incuestionables que son compartidos

En muchas ciudades españolas, por primera vez en la historia del 8 M, habrá dos manifestaciones recorriendo sus calles. Pero, más allá de las diferencias que lamentablemente escinden el movimiento feminista, son muchos más, y de más peso, los puntos que deberían servir de confluencia para remar en la misma dirección, avanzar hacia una paridad real e impedir las situaciones de exclusión que viven millones de mujeres.