VIVIENDA

Los propietarios en Vigo no quieren alquilar sus pisos por miedo a futuros impagos

Propietarios vigueses anteponen mantener sus pisos desocupados a arrendarlos a empleados o pensionistas que ganen menos del SMI

Alquiler de pisos en Vigo

Alquiler de pisos en Vigo / Pablo Hernández

Carlos Ponce

Según el último informe de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), en Vigo hay algo más de 16.100 viviendas desocupadas. Son con menos que hace una década y muchas de ellas son propiedad de fondos buitre o entidades bancarias. Pero también hay un gran número de pisos y apartamentos, especialmente, que pertenecen a particulares. Aunque la tendencia del mercado es que las viviendas se alquilan en horas por la elevada demanda, también hay casos de otros que llevan meses anunciados en las principales inmobiliarias físicas y portales de internet y que no se dan alquilado. Hay varios motivos.

El primero de ellos es que hay muchas personas que no pueden pagar los precios que se piden y actualmente apenas se están haciendo rebajas en los alquileres. La media de las viviendas que están disponibles en la ciudad superan los ochocientos euros, una cifra inasumible, por ejemplo, para un joven que se quiere independizar.

Pero sorprendentemente son muchos los propietarios que prefieren mantener sus pisos vacíos antes que alquilarlos a inquilinos con bajos ingresos. El motivo, tal y como apuntan varios arrendadores consultados por FARO, es evitar posibles problemas de futuros impagos y también las dificultades para ejecutar desahucios si se acumulan las deudas. Esta circunstancia está precisamente relacionada con la noticia avanzada ayer por este periódico de que en Vigo la mayoría de caseros de Vigo vetan a pensionistas trabajadores y con ingresos inferiores al salario mínimo interprofesional, que en la actualidad está en los 1.080 euros, porque esa nómina o esa pensión no se puede embarcar en caso de que los inquilinos acaben debiendo dinero.

Las inmobiliarias explican que los propietarios de las viviendas están “muy nerviosos” por la nueva ley de vivienda

En muchos casos, precisamente, para que estas personas puedan acceder a una vivienda, tienen que firmar los contratos como arrendatarios sus padres o sus hijos, si tienen unos ingresos superiores y si están dispuestos a avalar. “Hay bastantes personas que no tienen prisa por alquilar si el perfil del inquilino no es solvente. Deben justificar que pueden mantener la vivienda y también la familia para no derivar en problemas de impagos en el futuro”, explica Antonio Carballeda, gerente de la inmobiliaria Best House.

“Hay casos que son obvios. Hace poco quise alquilar mi piso, que tiene dos habitaciones y por el que pido 650 euros, una pareja en el que solo ella trabajaba y estaba contratada pocas horas y con unos ingresos de unos mil euros. Si dedican 650 a pagar el alquiler, le quedan 350 para vivir. Eso es inviable, y sé que me traería problemas en el futuro en términos de impagos”, explica el propietario de una vivienda del centro de la ciudad, que prefiere no revelar su nombre.

Otra de las situaciones más comunes que se presentan, según apuntan desde la inmobiliaria Best House, es la de propietarios de pisos antiguos que tienen un precio demasiado elevado ya los que se les recomienda reducir el precio para intentar encontrar inquilinos solventes, pero la tendencia general es negarse a hacer rebajas en los alquileres . Es más, al contrario, son muchos los arrendadores que están apostando por pasar sus viviendas al mercado del alquiler vacacional para sacar un mayor rédito económico, pues pueden pedir mucho más por el piso, casa u apartamento, y también porque la normativa es más flexible .

Estas circunstancias son un paso más en el endurecimiento de las condiciones del acceso del alquiler. Las inmobiliarias explican que los propietarios de las viviendas están “muy nerviosos” por la nueva ley de vivienda que denuncian que va a “dificultar los desahucios por impagos ya favoreciendo a los okupas”.

Mercado tensionado

Esto provoca que los precios, por tanto, no estén cayendo, que la oferta se esté reduciendo y que por tanto el mercado se esté tensionando, pues la demanda de pisos de alquiler es enorme hasta el punto de que algunos de ellos “vuelan” en horas, al poco de anunciarse en los principales portales inmobiliarios de Internet. Pero también los hay que llevan meses sin “colocarse” precisamente por el hecho de que el propietario no encuentra un inquilino que considere solvente con los necesarios ingresos para afrontar los gastos de la vivienda sin dificultades.

A las personas separadas con hijos también les está costando, y mucho, encontrar una vivienda en alquiler en la que poder alojarse. Hay que tener en cuenta que, por lo general, además de pagar la renta mensual, deben abonar una pensión a la otra persona por el cuidado del niño, además del resto de gastos. Por tanto, los propietarios también temen impagos de este tipo de perfil de inquilinos.

En cuanto a las viviendas vacías, que siguen siendo muchas, la mala noticia además es que según apunta la patronal de las inmobiliarias, en Galicia únicamente el 1,5% se encuentran en el circuito de comercialización, es decir, en venta o alquiler, un dato que considera “muy preocupante”.

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