Pontevedra

Las llamas ya acosan las Rías Baixas: desalojos y 600 hectáreas calcinadas

El viento hace que el fuego iniciado en Caldas arrase 350 hectáreas camino hacia Vilagarcía

Vilagarcía y Caldas luchan contra el fuego.

Vilagarcía y Caldas luchan contra el fuego.

Manuel Méndez | @ManuelMendezFDV - Alberto Leyenda | @AlbertoLeyenda - María López

El terrible incendio forestal que se desató este jueves por la tarde en Monte Xiabre se extendió con rapidez y virulencia, empujado por el viento y la gran cantidad de maleza existente en el monte arbolado que las llamas acabaron arrasando. Minutos antes de la 1:00 de la madrugada la Consellería de Medio Rural estimaba que ya se habían quemado 250 hectáreas.

Sucedió en los términos municipales de Vilagarcía y Caldas, precipitándose los acontecimientos en cuanto cayó la noche y convirtiéndose todo en algo así como un infierno a medida que avanzaba la madrugada. Se ha activado la situación de alerta 2 por la cercanía de las llamas al núcleo de población de A Porteliña y también se ha solicitado la presencia de la Unión Militar de Emergencias (UME).

Fue preciso desalojar viviendas en diferentes lugares. Algunos tan alejados del foco original como Rubiáns, donde el fuego apareció tras cruzar sin dificultad las carreteras.

Carreteras cortadas

Vías de circulación que tuvieron que ser cortadas mientras los vecinos de lugares como Castroagudín, Servicio Municipal de Emergencias, Protección Civil, Policía Local, Policía Nacional, Medio Rural y Guardia Civil hacían lo que buenamente podían para combatir el fuego. La Dirección General de Tráfico (DGT) informa de que se ha cortado la circulación en la VG-4.7 y en la PO-305.

Pero las llamas avanzaban descontroladas y se apreciaban desde el centro de la ciudad, donde numerosos ciudadanos pasaron buena parte de la noche asomados a ventanas y balcones.

Las explosiones

estaban asustados.empezaron a escuchar explosiones

No sabían a qué se debían, de ahí que muchos pensaran en las naves del polígono industrial de O Pousadoiro. Pero lo que estaba sucediendo es que estaban explotando las bombonas de butano que se encontraban en una chatarrería que estaba siendo afectada por las llamas.

Tensión en aumento y animales evacuados

La tensión iba en aumento por momentos. Especialmente entre los ciudadanos que vieron el fuego más cerca de sus fincas y casas.

Algunos tuvieron que trasladar sus caballos y otros animales a un lugar seguro. Otros se ayudaban como podían y, con mangueras, motocultores, cubos, ramas o lo que tuvieran a mano intentaban colaborar con los servicios de extinción.

Con diferentes focos activos, el fuego seguía extendiéndose a las tres de la madrugada.

Y algo parecido estaba sucediendo en la sierra de Barbanza, de ahí que, a pesar de la oscuridad de la noche, pudiera apreciarse que la ría de Arousa estaba cubierta de un preocupante manto rojo, como era el formado por espesa humareda iluminada por las llamas.