Refugiados ucranianos

Un nuevo idioma para integrarse lejos de la tragedia

Más de 50 refugiados de Ucrania se inscriben en el cursos gratuitos de castellano en A Coruña

Una profesora enseña castellano a ucranianos en el Liceo.

Una profesora enseña castellano a ucranianos en el Liceo.

Rubén D. Rodríguez

La población de Ucrania que huye del país hacia un destino seguro mientras Rusia continúa invadiendo su territorio deja atrás propiedades y proyectos y se encuentra con la incertidumbre de un futuro alejado de su hogar, su identidad y su idioma. En una tierra desconocida, los refugiados ucranianos que llegan a España deben adaptarse a una nueva realidad en la que entre los propósitos inmediatos está el de aprender una lengua ajena. La Escuela de Idiomas del colegio Liceo La Paz de A Coruña se ha ofrecido de forma gratuita a facilitar la integración de los ucranianos desplazados hasta la ciudad con cursos de castellano que ya ha empezado a impartir.

“Bienvenidos a la clase. Buenos días. Buenas tardes. Buenas noches”, leen los alumnos de Ucrania en la pizarra blanca de un aula de la escuela del Liceo. Es lo primero con lo que se van a familiarizar para comunicarse en un país que los acoge en plena tragedia. Hasta ahora hay más de 50 solicitudes para cursar la introducción al castellano. Se inscriben los propios interesados, también las familias que han abierto sus casas para ellos, la mayoría con sus datos en inglés, algunos en ruso, explica el centro.

“Tras semanas viendo cómo estas personas cruzan la frontera de su país sin prácticamente nada y llegan a un país donde no conocen a nadie, ni la cultura, ni el idioma, pensamos que no podíamos quedarnos de brazos cruzados. Buscamos una alternativa a la movilización de recursos y decidimos ofrecer nuestro tiempo y nuestra formación en la enseñanza de idiomas. La iniciativa tuvo gran acogida entre el personal del centro y en 24 horas teníamos claro qué íbamos a ofrecer, cómo y cuándo. El resto vino solo”, explican fuentes del centro educativo.

Familias enteras se han apuntado para hacerse entender en castellano; también universitarios y personas mayores. “Son alumnos ejemplares. A pesar de todo lo que han dejado atrás y el dolor diario que viven, son totalmente conscientes de la importancia que tiene para su futuro dominar un idioma nuevo”, añade Cabarcos.

Sus profesores, en cambio, no hablan ucraniano, por lo que en las clases, que se imparten de lunes a viernes una hora cada día, se mezclan el polaco, el inglés, el alemán, el francés y el castellano. “Lo más importante no es el idioma que usemos para entendernos, sino que logremos interiorizar esta nueva lengua”, defiende la directora.

El método de enseñanza en el Liceo apuesta por la “destreza oral y cultural” y más adelante incidirá en aspectos de lectoescritura. Trabajar “contenidos útiles para el día a día”, ese es el objetivo: saber cómo expresarse para hacer la compra, ir al médico, orientarse en las calles o utilizar los medios de transporte. “La lectura se complica si tenemos en cuenta que muchos en Ucrania no conocen el alfabeto latino”, apunta Cabarcos.

Las clases, gratuitas e impartidas en horas libres por los docentes de la Escuela de Idiomas, durarán en principio hasta el final de este curso. La iniciativa no es la única en la ciudad. Señalan desde el Liceo que algún otro centro ofrece también enseñanza a refugiados de Ucrania.