Transportes

La UE da estatus de preferencia al AVE Vigo-Oporto: fija su conclusión para el 2040

Sube el nivel de prioridad con el propósito de adelantar la finalización diez años, dándole de paso acceso a una bolsa de 30.600 millones de euros con los que se podrá financiar su construcción

AVE Galicia Madrid

AVE Galicia Madrid

X. A. Taboada

La construcción AVE Vigo-Oporto se acelera. O eso es al menos la pretensión de la Comisión Europea, que acaba de darle un estatus de mayor preferencia. En los planes actuales de la UE su conclusión está fijada para el horizonte del año 2050, pues considera esta línea de carácter “global”, algo así como secundaria.

Pero en el nuevo reglamento de la red transeuropea de transporte (TEN-T) que el pasado martes ha presentado el Gobierno comunitario, al AVE entre Vigo y Oporto se le sube el nivel de prioridad con el propósito de adelantar la finalización diez años y completar su conclusión en el año 2040, dándole de paso acceso a una bolsa de 30.600 millones de euros con los que se podrá financiar su construcción.

La Comisión Europea, en una nueva propuesta, plantea que la línea esté operativa en 2040 a más tardar y posibilita que se cofinancie de un fondo de 30.600 millones

La UE opera actualmente con dos calendarios para desarrollar estas redes de transporte en sus distintas modalidades. La “global” se va a 2050, pero la “básica”, considerada prioritaria, tiene 2030 como plazo de ejecución. Sin embargo, la Comisión Europea propone ahora una categoría intermedia, denominada “básica ampliada”, que es en la que ha metido el AVE Vigo-Oporto, por lo que con respecto a los planes anteriores supone avanzar en el estatus de prioridades de la UE.

En todo caso, se trata de una propuesta que antes de convertirse en efectiva debe ser refrendada por el Consejo Europeo y por la Eurocámara en un trámite que bien puede durar año y medio.

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En esta nueva categoría entran una decena de proyectos ferroviarios en toda Europa, pero en su propuesta la Comisión Europea se refiere explícitamente, a modo de ejemplo, a dos líneas “que deben completarse para 2040”: la de entre Vigo y Oporto y otra entre Budapest y Bucarest. Una característica de ambas que es son proyectos transfronterizos.

No obstante, el plazo es solo de referencia y nada impediría que la línea de alta velocidad entre Vigo y Oporto se pueda concluir antes de 2040, algo que depende, sobre todo, de la voluntad de los gobiernos de España y Portugal, que aún están en una fase muy inicial de definir los trazados y características de este corredor.

El pasado mes de mayo, el primer ministro luso, Antonio Costa, comunicó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que la construcción empezaría por el tramo entre Braga y la frontera con Galicia y “a partir del año 2025”, pero sin indicar el plazo de conclusión. Y en el caso español todo está por decidir, como la salida sur de Vigo para evitar el rodeo por Redondela, un proyecto que todavía está en fase de estudio de alternativas, y la continuidad del trazado hasta Tui en vía nueva.

Eso sí, ambos países ya saben que podrán optar a la bolsa de 30.600 millones con las que se financiarán en la UE las redes transeuropeas de transporte, aunque la adjudicación de fondos no es directa, sino que se dirimirá en un proceso de concurrencia competitiva entre todos los países miembros.

La decisión de la Comisión Europea fue destacada ayer en el Parlamento gallego por el director xeral de Mobilidade, Ignacio Maestro, dado que también supone incorporar la línea al Corredor Atlántico del Noroeste, que para la UE tiene ya la condición de “prioritario”, y dar continuidad hacia Portugal.

“Es una muy buena noticia para Galicia, ya que supone un espaldarazo muy importante"

Dijo, a una petición realizada por el Gobierno gallego

Pero no se trata solo de una demanda de la Xunta. Los gobiernos de España y Portugal habían acordado en febrero de este año relanzar la conexión ferroviaria entre Galicia y el país luso a través de la línea Vigo-Oporto y comunicar las dos ciudades con un tren de altas prestaciones que realice el viaje en una hora y resulte así competitivo frente a los desplazamientos en coche. Para ello, ambos ejecutivos anunciaron en su día que propondrían de forma conjunta a la Unión Europea incorporar el tramo de 150 kilómetros entre Vigo y Oporto a la red básica (prioritaria) del Corredor Atlántico ferroviario con el objeto de poder acudir a fondos europeos con los que financiar las obras de modernización.

La Comisión Europea optó por una solución intermedia, al aceptar su desarrollo como un proyecto de la red “básica ampliada”, dando un plazo diez años mayor al planteado por España y Portugal, pero también diez años inferior al estatus en el que está ahora.

La conexión entre Vigo y Oporto estuvo siempre marcada por las frustraciones, porque a momentos puntuales de impulso a esta línea siguieron años de parálisis, hasta que en 2020 Portugal decidió que su apuesta por esta línea era definitiva, dándole prioridad frente al enlace con Madrid.