Manel Monteagudo reconoce que no estuvo en coma 35 años y pide disculpas

"Debí de cortarlo antes porque esto se salió de madre, en ningún momento mi pretensión era semejante cosa. Asumo toda la culpabilidad y acepto lo que me digan", ha dicho ante los micrófonos de TVE

El escritor Manel Monteagudo.

El escritor Manel Monteagudo. / ALBA VILLAR

EPE / A.L.

Manel Monteagudo ha reconocido este viernes que no estuvo 35 años en coma, y ha pedido disculpas por lo sucedido. "Debí de cortarlo antes porque esto se salió de madre, en ningún momento mi pretensión era semejante cosa. Asumo toda la culpabilidad y acepto lo que me digan", ha dicho ante los micrófonos de TVE.

La historia de Monteagudo, un escritor natural del concello de Outes, Noia, en la provincia de A Coruña, dio, sin él pretenderlo, la vuelta al mundo. Y lo hizo porque así lo quiso contar él, a través de su libro De mariño a poeta, en el que hace un repaso de su vida centrándose en sus '35 años en coma', y concediendo numerosas entrevistas a medios de comunicación, uno de ellos FARO DE VIGO, medio perteneciente a este mismo grupo, Prensa Ibérica, que publicó una interesante charla con el escritor el pasado 29 de octubre con motivo de la presentación de esta publicación en Pontevedra.

Pero la que parecía una historia increíble se fue perfilando como eso: algo inverosímil. ¿Realmente el autor contaba la verdad o solamente había retazos certeros en todo su discurso? Prensa escrita, radios y televisiones se hicieron eco de esta posibilidad, convirtiendo a este gallego en “trending topic”.

La voz de alarma de que su historia no era cierta la dieron sus propios vecinos, así como otros conocidos, asegurando que lo vieron llevando una vida normal en los años en los que él asegura haber estado en coma, entre 1979 y 2014, cuando afirma que se despertó.

Oficial electricista

Manel Monteagudo, pseudónimo de José Manuel Blanco Castro, se embarcó en altura como oficial electricista y cuando tenía 22 años sufrió un accidente al caerse desde una altura de seis metros en un carguero rumbo a Irak. Así se lo contó a FARO a finales del pasado mes de octubre.

A partir de ese momento aseguraba no recordar nada, hasta que se despertó 35 años después en su casa, con la que era su novia a su lado.

“Desperté en una habitación que no conocía, aquí donde sigo viviendo. No reconocía nada, estaba muy sorprendido, no entendía nada. De repente viene una señora, con canas, y se echó encima de mí llorando. En cuanto le vi la cara reconocí a mi novia de entonces”, narró a este periódico.

Ella le presentó a sus dos hijas en común y, poco después, se convirtió en abuelo.

Es el tema de los años de nacimiento de las hijas es uno de los que no acababa de cuadrar en fechas con la historia que cuenta Manel Monteagudo. Hay otras cuestiones que también la ponían en duda, como una noticia publicada por FARO en abril de 1992, en la que un marinero de Noia llamado José Manuel Blanco Castro, tripulante del pesquero coruñés “Marcelo”, tuvo que ser evacuado tras sufrir una insuficiencia respiratoria cuando navegaban por aguas del Gran Sol. En caso de tratarse de él, ya que coinciden su nombre y procedencia, tampoco cuadrarían las fechas.

La historia de Manel Monteagudo la respaldaba el hecho de que estuvo ingresado durante años, según afirmaba, en un hospital de Irak, un hecho difícilmente demostrable desde España. “Tuve que aprender a andar, a leer, a hablar bien, aunque no del todo bien, porque en el hospital de Irak me dañaron las cuerdas vocales con un tubo. Esta no es mi voz anterior. También tuve que aprender a escribir”, afirmó en su entrevista.