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Entrada al Museo del Aire y del Espacio de Cuatro Vientos.
En 1966 se creó el Museo del Aire y del Espacio, y desde 1975 está en Cuatro Vientos, que puede presumir de tener en sus tierras al "museo más histórico e importante, por lo menos, de toda Europa", como confiesa a la CRónica de Latina el teniente coronel y subdirector del museo, Ricardo Puente. Merece y mucho la pena visitarlo, y además es gratuito. En él se puede aprender prácticamente todo sobre la historia de la aviación mundial y española, que tienen gran relación. Esta galería de aviones está compuesta por más de 67.000 metros, 200 aeronaves y siete hangares (salas) diferentes. El año pasado lo visitaron más de 100.000 personas.
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Entrada al Museo del Aire y del Espacio de Cuatro Vientos.
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Nos atiende Ricardo Puente, teniente coronel y subdirector del museo.
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El Plus Ultra fue el hidroavión que protagonizó una de las gestas más impresionantes de la aviación española. El 10 de enero de 1926, los capitanes Ramón Franco, Julio Ruiz de Alda, Juan Manuel Durán y el mecánico Pablo Rada despegaron desde Palos de la Frontera para cruzar el Atlántico hasta Buenos Aires, en un vuelo de más de 10.000 kilómetros que unió España y América por primera vez.
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En las diferentes salas hay puestos que hacen simular que estás en pleno batallón. Está muy conseguido el ambiente.
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Avión ‘Cuatro Vientos’. Con esta aeronave se concluyó el primer vuelo que cruzó el oceano Atlántico sin paradas intermedias. Fue desde Sevilla hasta Cuba, en el año 1933.
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Soldados colocando una bomba Carbonit 'Gotha', que fue la primera en ser diseñada para ser lanzada desde un avión. Fue fabricada por la casa Carbonit (Alemania). Podían llegar a pesar entre 3,5 y 10 kilos y los primeros españoles en usarlas fueron Eduardo Barrón y Carlos Cifuentes en 1913, durante las Operaciones Aéreas en el norte de África.
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Puesto de enfermería durante la guerra.
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‘Jesús del Gran Poder’. Esta pieza original representa el coraje de los aviadores españoles Ignacio Jiménez y Francisco Iglesias, que fueron los primeros en sobrevolar los Andes en sentido Buenos Aires-Santiago de Chile.
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Sala del museo compuesta por diferentes elementos de los aviones, como las alas y los motores. Hay hasta simuladores con los que se puede entender el funcionamiento interno de los mismos.
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Maqueta de Diego Marín. Para muchos, fue el primero (1793) de la historia en volar, ¡y era de Burgos! Fabricó su "aeronave" con plumas y voló desde una torre... hacia el suelo, pero voló.
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Wright Flyer. El 17/10/1903, los hermanos Wright lograron con esta aeronave (réplica) el primer vuelo controlado y propulsado de la historia. Duró 12 segundos y recorrió 36 metros. El avión original se encuentra en el Museo Nacional del Aire y el Espacio del Smithsonian en Washington, D.C. (Estados Unidos).
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Autogiro ‘La Cierva’ C-19 (de Juan de La Cierva). Este modelo fue el primer autogiro con el que se completó un vuelo, el 10/01/1923. Es original y se considera la mayor aportación de España a la aviación. El ingeniero Juan de la Cierva fue el creador del autogiro, una aeronave pionera que combinaba las ventajas del avión y del futuro helicóptero. Su rotor superior giraba libremente con el aire, permitiendo despegar y aterrizar en distancias muy cortas. Este invento revolucionó la aviación mundial y sentó las bases del helicóptero que hoy conocemos.
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Otra de las joyas del museo. Autogiro ‘La Cierva’ C-6. Fue la sexta aeronave de Juan de La Cierva y en diciembre de 1923 completó el "histórico" vuelo de 8 minutos de Cuatro Vientos a Getafe.
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Autogiro terrestre 'Viena Capellanes' (1935). La devoción por los autogiros de Juan de La Cierva fue tal, que le ponían élices hasta a los coches.
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Vilanova-Acedo. Este modelo, posterior al primero con el que se cruzó el Canal de la Mancha, fue construido en 1911 y es el avión original más antiguo que se conserva en España. Su nombre es debido a que fue reconstruido por el empresario valenciano Juan Vilanova con la colaboración del ingeniero Luis Acedo. Unieron sus dos apellidos... y se le conoció como Vilanova - Acedo.
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Fokker Dr. I, del ‘Barón Rojo’. Perteneció a Von Richtofen, el aviador más temido durante la I Guerra Mundial. El color rojo era para transmitir "que iba sobrado, quería que le vieran", nos explican guías del museo.
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Parche de mono espacial del astronauta Pedro Duque, que fue Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades en el gobierno de Pedro Sánchez desde 2018 hasta 2021.
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Cessna O-1A (L-19) 'Bird Dog'. Avión de enlace capaz de aterrizar en terrenos no preparados. Realizó su primer vuelo en 1949, obteniendo su bautismo de fuego en la Guerra de Corea.
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Puesto de mando.
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Pieza original de un avión de Iberia.
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Fokker C. III. Biplano biplaza de reconocimiento fabricado en Holanda por Fokker en 1992. Heredero directo del Fokker D. VII, considerado el mejor caza alemán de la I Guerra Mundial.
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Bristol F-2B, biplano biplaza de fabricación británica que acabó convirtiéndose en uno de los aeroplanos más eficaces de su época. Diseñado en 1916 como avión de reconocimiento, su maniobra, velocidad y robustez hicieron de él un temible caza.
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Augusta BELL 47 G.2. Helicóptero de observación, entretenimiento y cometidos generales. Comenzó a fabricarse en 1945 por la firma norteamaricana Bell Helicopter.
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Botiquín del año 1930.
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Bolsa de socorro de 1940 (Parque Central de Sanidad Militar).
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Caja de lentes, 1945.
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Inhalador de Eter. Era un dispositivo médico usado durante las guerras para anestesiar a los soldados heridos antes de una cirugía o amputación. Funcionaba haciendo que el paciente respirara vapores de éter, que lo dormían temporalmente y reducían el dolor durante las intervenciones en el campo de batalla.
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Helicóptero Sikorsky-Westland S-55/H-19B. De salvamento y rescate. Estos modelos no tuvieron viabilidad hasta que no se les aplicó el rotor diseñado por Juan de La Cierva. El modelo de la imagen es de procedencia británica y se le dio de baja en 1970.
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Agua potable para los aviadores (diciembre de 1979).
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Repelente para los tiburones.
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Diferentes elementos que usaban los aviadores: gafas, silbatos...
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Calculador de vuelo.
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Auriculares de vuelo Ericsson.
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Paracaídas de reserva 'San Pere - Irvin P-6 Nylon'.
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Diferentes parches de rangos del Ejército del Aire de distintos países.
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Globo ‘Ciudad de Huelva’. Fue el primero (1992) con el que se cruzó el Atlántico en sentido este-oeste, desde la Isla del Hierro hasta Venezuela: más de 130 horas.
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En los exteriores del museo hay expuestas decenas de aeronaves. Impresionantes todas.
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Canadair CL-215 'Botijo'. Anfibio monocasco diseñado especialmente para la lucha contra incendios. Dotado de dos depósitos de agua con capacidad para 2.725 litros cada uno. Fue dado de bajo en 1994 y por ello se encuentra en el museo de Cuatro Vientos.
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Consolidated PBY-5A 'Catalina'. Hidrocanoa de casco metálico con ala parasol que fue diseñado por Isaac Laddon en 1934. Este avión jugó un destacado papel durante la II Guerra Mundial y fue el primer hidroavión utilizado para la lucha contra incendios. Fue construido en 1944 y donado al museo en 1996.
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Casa C-101 EB Aviojet 'Mirlo'. Reactor subsónico diseñado para entretenimiento y ataque ligero. Perteneció a la histórica Patrulla Águila.
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Más elementos empleados en el pasado por los aviadores.
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Lanzador minisatélites 'Capricornio'. Este cohete tiene la capacidad de inyectar un satélite de 50 kilogramos en órbita polar a 600 kilómetros de altura. Esta maqueta pertenece al ‘Programa Capricornio’, que era un plan de España de fabricar cohetes, aunque finalmente fracasó.