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Anabel Pantoja muestra su cuerpo tras el parto harta de los 'haters': "¿Existen la comprensión y la empatía?"

La 'influencer' ha dado a luz hace unos días a su hija Alma y algunas personas se han ensañado con su físico durante los últimos meses

Anabel Pantoja, embarazada a los 37 años de su primer hijo: "Estábamos buscando el bebé hace tiempo"

Anabel Pantoja en una imagen de este verano, cuando celebró su 38º cumpleaños

Anabel Pantoja en una imagen de este verano, cuando celebró su 38º cumpleaños / @anabelpantoja00

Madrid

Anabel Pantoja está viviendo últimamente una auténtica montaña rusa de emociones. La influencer acaba de dar a luz el pasado fin de semana a su primera hija, Alma, -fruto de su relación con David Rodríguez-, después de nueve meses de un embarazo en el que ha compartido todo su proceso a través de sus redes sociales.

La creadora de contenido está muy feliz de dar la bienvenida al mundo a su pequeña en la compañía de su pareja y de formar los tres una pequeña familia. Pero el dulce momento también ha tenido algún reflejo amargo que ha venido de la mano de los punzantes y críticos comentarios que ha recibido en redes sociales respecto a su cuerpo, que ha ganado algunos kilos durante los últimos meses a causa del embarazo. Ella siempre ha afirmado estar siendo supervisada por controles médicos periódicos y gozar de un buen estado de salud.

A pesar del aluvión de miles de felicitaciones por el nacimiento de Alma, también se han colado los desagradables comentarios de los haters en sus últimas publicaciones. Pero en esta ocasión, la sobrina de Isabel Pantoja se ha enfocado en cómo se ha convertido en la diana de las declaraciones -algunas, no muy respetuosas- de ciertos compañeros de la televisión.

Para atajar todo de raíz y centrarse en el profundo agradecimiento hacia todos aquellos amigos y familiares que han ofrecido preciosos obsequios para la pareja y para su hija, ha grabado en su casa un vídeo al natural en el que ha mostrado cómo es la realidad del cuerpo de una mujer tras el parto y se ha desahogado sobre lo que ha tenido que soportar últimamente, que ha titulado con la expresión: "¿Existen la comprensión y la empatía?".

Anabel Pantoja muestra su cuerpo en Instagram después de parir a su hija Alma

En la escena, aparecía sin maquillaje, con un moño medio deshecho y un pijama de Hello Kitty bajo el que se aprecia parte de su vientre. Anabel ha contado que está utilizando grandes compresas y cremas para las almorranas, habituales tras la recuperación del parto. "Esto es la barriga, que se me ha quedado un poco bastante colgona después de parir. Esta es mi realidad. Ojalá pudiera deciros que estoy súper delgadita", ha explicado, añadiendo que camina "como un pato" por el dolor.

Sin embargo, para ella todo eso no importa: "Estoy feliz porque he decidido traer al mundo a la niña más maravillosa para mí, pero sí me gustaría al menos que hubiera comprensión, sé que soy una persona pública porque yo lo he decidido así (...) pero sí es verdad que hay gente muy cruel", ha comenzado Anabel Pantoja su vídeo, que ha titulado con la pregunta de si existe la empatía en el mundo, en relación con todo lo que ha tenido que aguantar en la última etapa de su vida. Pero también pedía respeto a muchos colaboradores de televisión que, sin conocerla siquiera, "dan por hecho cosas que igual son mentira".

Según ha resaltado, personas que han estado con ella tras las cámaras, ahora se han ensañado contra ella. "Entiendo que no le puedo caer bien a todo el mundo, pero, ¿qué he hecho de malo?", se ha preguntado, explicando que las lágrimas que ella ha mostrado en su perfil de Instagram son de auténtica emoción tras haber recibido ramos de flores de sus amigos más íntimos. Ella ha defendido que es sensible y que llora habitualmente, "teniendo hormonas o no", y ha zanjado que lo que ha mostrado en los últimos días no es fruto de un invento, sino cómo está viviendo este momento.

"Desde aquí os mando un beso a todas las mamis, que me parecéis unas súper heroínas, porque para mí es un choque brutal lo que estoy pasando. No es malo, no me estoy quejando, al revés, estoy encantada", ha sentenciado, añadiendo que le encantaría que todo el mundo comprendiera que va a seguir compartiendo en Instagram, sus "realidades, llantos y almorranas". Y ha dejado claro que, aunque la gente "piense que voy a vender hasta el alma", que ella sabe perfectamente los límites.