CANAL DE ISABEL II

La máquina que fabrica lluvia en Meco para estudiar el impacto de las precipitaciones torrenciales

La Comunidad de Madrid presenta un simulador de lluvias de 600.000 euros para analizar sistemas de drenaje que mejoren la capacidad de la red de alcantarillado o la depuración de las aguas

Simulador de lluvia del Canal de Isabel II en sus instalacinoes de la localidad de Meco.

Simulador de lluvia del Canal de Isabel II en sus instalacinoes de la localidad de Meco. / CANAL DE ISABEL II

Víctor Rodríguez

Víctor Rodríguez

Madrid

A un costado de la A2, a la altura de Meco, una enorme estructura se desplaza sobre dos raíles para verter agua sobre distintas superficies acotadas como pequeñas parcelas. Parece como si lloviera. En realidad, es de lo que se trata, de que parezca que llueve. El enorme tejado de móvil, de unos 20 x 10 metros y a unos cinco de altura, es una especie de máquina de llover, un simulador de lluvias que se utiliza para estudiar el impacto de las precipitaciones en las ciudades y en sus redes de alcantarillado.

"Se trata del mayor simulador de lluvias de Europa y lo que nos va a permitir es evaluar cuáles son los sistemas que debemos implementar en las ciudades respecto al drenaje", asegura el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo. "Uno de los empeños del Canal de Isabel II es proteger a los ciudadanos de los fenómenos meteorológicos de alto impacto como una DANA o lluvias torrenciales y, a la vez, poder depurar el agua con mejores garantías. Y eso es lo que se hace aquí: estudiar cómo se comportan los pavimentos o las cubiertas de los tejados en distintos escenarios de lluvia intensa".

Se refiere a las instalaciones del Centro de Excelencia e Investigación en Técnicas de Drenaje Urbano Sostenible del Canal de Isabel II, una planta en la que se han invertido 1,3 millones de euros. La mayor parte, hasta 600.000 euros, en la construcción del simulador de lluvias presentado hoy por Novillo. El ingenio permite reproducir precipitaciones de distintas intensidades y tipologías para evaluar sus consecuencias sobre la superficie.

"El simulador no simplemente genera una lluvia aleatoria", explica Juan Sánchez, director de Innovación e Ingeniería del Canal de Isabel II. "Está pensado para poder simular lluvias en un rango de precipitación desde por debajo de los 20 mm/h (milímetros por hora), hasta los 70 mm/h, que es una precipitación muy considerable. Pero además no solo es esa intensidad lo que podemos diseñar, sino también el tipo de gota, una gota más o menos gruesa, que evidentemente provoca distintos tipos de efecto en el pavimento".

La cuestión es particularmente relevante, y de hecho se lleva varios años analizando, cuando se constata que la intensidad de las precipitaciones ha ido en aumento. "Las lluvias son cada vez más fuertes y más concentradas en el tiempo", prosigue Sánchez. "Por eso son muy importantes actualmente este tipo de estudios y por eso es necesario poner en marcha nuevos sistemas para poder combatir los colapsos en los alcantarillados".

El agua que se vierte sobre las distintas superficies se filtra hacia unos colectores. De esa forma, en el proceso con el simulador de lluvias y un simulador de escorrentías que también hay en las mismas instalaciones, se puede ver si genera más o menos charcos sobre la superficie, pero también a qué velocidad se filtra o una cuestión qué también preocupa: con qué grado de depuración. Se trabaja, así, en sistemas que permitan laminar el agua caída. "Los sistemas de alcantarillado están pensados para recoger una lluvia en un cierto periodo de tiempo, la lluvia máxima de diseño", comenta el director de Innovación del Canal. "Cuando ese tipo de lluvia supera esos umbrales, los sistemas de alcantarillado pueden colapsar. Y con ese tipo de técnicas de drenaje lo que evitamos es la introducción del agua inmediatamente en el sistema de alcantarillado, es decir, reducimos la cantidad de agua que recoge el alcantarillado en un primer momento". Algunos de los sistemas implementados han permitido reducir hasta un 70% el caudal que llega a la red de alcantarillado.

Por otra parte, los sistemas que se investigan en Meco también buscan reducir la contaminación del agua que llega a la red. "También puede hacerse una depuración natural a través de estos sistemas de drenaje y que aquello que llegue a las depuradoras no tenga tanta cantidad de contaminantes, lo que nos permitirá ser más eficientes a la hora de devolver a nuestros ríos un agua de mejor calidad", apostilla Novillo. La reducción de contaminación del agua puede reducirse hasta en un 80%.

Estos nuevos sistemas y técnicas de drenaje ya están llegando a la ciudad. Según confirma Novillo, el aparcamiento del estadio Metropolitano ya ha incorporado este tipo de suelos. Y también los tendrán las vías, aceras, cubiertas vegetales de edificios y zona ajardinadas de Madrid Nuevo Norte.