ALTAR LITERARIO

Adiós entre libros: los lectores homenajean a Vargas Llosa en la biblioteca que lleva su nombre en Madrid

Decenas de personas se despiden del Premio Nobel llevándose sus obras a casa

El rincón de libros de Mario Vargas Llosa en la biblioteca que lleva su nombre en Madrid.

El rincón de libros de Mario Vargas Llosa en la biblioteca que lleva su nombre en Madrid. / MGSN

María G. San Narciso

María G. San Narciso

Madrid

El escritor Mario Vargas Llosa solamente pisó la biblioteca que lleva su nombre en Madrid una vez. Fue en 2014, el día de su inauguración con Ana Botella como alcaldesa. Ubicada en el Centro Polivalente Barceló, en el distrito Centro, desde este lunes se ha convertido en lugar de peregrinación para los lectores que han querido despedirse de él entre sus libros.

En una larga mesa, una fotografía de Vargas Llosa invita, con sus ojos, a que el lector se acerque. Lo lleva haciendo desde hace una década. Pero al lado ahora tiene un lazo negro. Y, debajo, numerosos libros que forman parte del catálogo del Premio Nobel y que desde este lunes han tenido que ir reponiendo. Una veintena de títulos que este lunes cobran un significado distinto, horas después del fallecimiento del premio Nobel.

Completan en el espacio unas flores y el libro de condolencias. Desde este lunes, y hasta al menos el miércoles, cualquier persona puede escribir en él antes de que sea entregado a su familia. Ya lo han hecho al menos unas 60 personas.

"Soy madrileña y mayor, tengo 84 años y he leído toda la obra de Vargas Llosa y he disfrutado mucho", escribe una lectora. "Desde la soledad de la ciudad desde la que escribo, y que a bien tuvo poner tu nombre a su biblioteca, nunca fui tan bien acogida como en tus novelas repletas de infelices como yo", le dice otra. "Cuando la ciudad se quede sin perros quedará su lectura", dice otra.

La biblioteca ha tenido que reponer los libros del escritor Mario Vargas Llosa.

La biblioteca ha tenido que reponer los libros del escritor Mario Vargas Llosa. / MGSN

"Han firmado unas 60 o más personas, pero ha venido bastante más gente a ver el rincón que no lo han hecho. Muchos vienen, se acercan y cogen un libro. Está habiendo más préstamos de su obra de lo que es habitual", explica Ana María Pindado, ayudante de biblioteca. Justo cuando habla con este periódico llega una nueva condolencia: es la directora del Club de Teatro de la biblioteca, que asegura en nombre de todo su equipo que seguirán tratando los textos del escritor hispanoperuano con todo el respeto que merecen.

Los libros más prestados

La gente se lleva, sobre todo, La ciudad y los perros (1962), su primera novela, y con la que comenzó su relación con Madrid. Fue en 1958, cuando empezó a escribirla. "Aquí, en Madrid, Vargas Llosa tomó una decisión que cambió su vida: dedicarse a la Literatura. Consagrarse a la Literatura fue una decisión madrileña", dijo Botella el día de la inauguración del espacio.

Pero no es la única obra que eligen. También muchas personas se llevan la última, Le dedico mi silencio (2023), o La tía Julia y el escribidor (1977), como le gustaba llamarse, y como se llama la tertulia literaria que se lleva organizando en los últimos meses en la biblioteca cada dos semanas.

Él solo la pisó una vez. "Sería difícil que lo hubiera hecho con el espacio que tenemos aquí", dice un miembro de seguridad que sí que lo vio en el Anfiteatro Gabriela Mistral de Casa de América, con muchísimo más aforo, cuando trabajaba allí. También Pindado lo vio numerosas veces en la Biblioteca Nacional, donde ejerció durante años. Pese a no haberse paseado más que un día por esta instalación municipal, ubicada entre Malasaña y Chueca, no duda de la ilusión que le hizo tener un espacio público para prestar libros con su nombre.