INTERVENCIÓN EN MALASAÑA

Los vecinos, contra la remodelación del Dos de Mayo: "Es la única plaza del barrio que sigue funcionando como tal"

Denuncian la falta de participación vecinal en el proyecto, la pérdida de un espacio de encuentro y el posible riesgo para el conjunto escultórico de la plaza

Vista del arbolado que rodea la plaza del Dos de Mayo, en Malasaña.

Vista del arbolado que rodea la plaza del Dos de Mayo, en Malasaña. / FRAVM

Héctor González

Héctor González

Madrid

La Asociación Vecinal Maravillas ha alzado la voz contra el proyecto de remodelación integral de la emblemática plaza del Dos de Mayo, puesto en marcha por el Ayuntamiento de Madrid con la colaboración del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), al considerar que no responde a las necesidades reales del barrio y pone en peligro un espacio histórico y social clave del centro de la capital.

"Pensamos que antes de tener que tirar y cerrar la plaza durante año y pico lo más importante es, sobre todo, el mantenimiento y el embellecimiento y arreglar los desperfectos que hay", apunta Maribel Pizarroso, presidenta de la AV Maravillas. La entidad, recién creada el pasado verano para suplir la falta de representación vecinal en Malasaña, critica la falta de consulta previa a los residentes y advierte de que el diseño ganador, Mise en abyme, incumple las bases del concurso y amenaza la esencia del lugar.

Asimismo, temen que el espacio pierda su carácter de encuentro y reunión vecinal. "Es la única plaza del barrio que todavía funciona como plaza", lamenta Pizarroso, cuyo temor, como el de muchos otros vecinos, es que la reforma asimile el Dos de Mayo a otros espacios de la zona "sin espacios de ocio" y "totalmente ocupados por terrazas", como la de San Ildefonso, explica la portavoz vecinal.

Dudas con el proyecto ganador

El principal punto de controversia radica en la propuesta del estudio ganador de modificar elementos históricos protegidos. Según denuncia la asociación, el proyecto planea mover el grupo escultórico y elevar la cota del arco monumental, ambos catalogados con Nivel I Histórico Artístico desde 1997. "Ni siquiera cumple con las bases del Colegio de Arquitectos de Madrid", señala Maribel, porque "el conjunto escultórico no se puede tocar", tal y como hace la propuesta vencedora, "que pone el arco en un lado y las esculturas, que son las originales, las pone en otro".

"Las bases del concurso prohibían expresamente alterar estos elementos, que son parte de la identidad del barrio desde 1944", señala el colectivo en la nota difundida por la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM). Esta modificación, según la normativa urbanística, invalidaría técnicamente la propuesta, lo que ha llevado a otro participante en el concurso de ideas a impugnar el proyecto ganador, según Pizarroso.

Otro aspecto sensible es el potencial efecto sobre el colegio Pi i Margall, centro preferente para alumnado con trastorno del espectro autista. La plaza cede actualmente un parque al colegio, que carece de zonas de ocio propias. El nuevo diseño "abierto" limitaría este uso, afectando a un colectivo educativo con necesidades específicas. Asimismo, la eliminación de tres parques infantiles y uno para mayores —quedando solo uno— preocupa a las familias y a la guardería El Duende, que dependen de estos espacios para actividades diarias.

Falta de participación vecinal

Uno de los motivos esgrimidos por el Consistorio para justificar la necesidad de esta intervención son los problemas de inseguridad, pero los vecinos rechazan este argumento. "Las cámaras ya resolvieron parte del problema. La verdadera seguridad se logra con políticas sociales, no con reformas estéticas", subrayan, recordando ejemplos fallidos en otras plazas del distrito Centro. "Nosotros no sentimos que estamos en un lugar inseguro", subraya la presidenta de la asociación.

Por ello, proponen destinar el presupuesto contemplado para la remodelación - que se sumaría a los 600.000 ya invertidos en la instalación de las nuevas cámaras de seguridad- a reparar desperfectos como el suelo dañado, mejorar el mantenimiento de zonas verdes y restaurar rampas deterioradas. Asimismo, y ante lo que consideran un proyecto impuesto, la Asociación Maravillas ha iniciado una campaña informativa para movilizar al barrio.

La organización reclama una mayor "interlocución" del Gobierno municipal con los residentes para que tengan en cuenta sus opiniones y las necesidades que plantean. "Queremos que nos escuchen en esta primera fase", recalca Maribel Pizarroso, ya que "los que estamos aquí y los que vivimos aquí, quienes disfrutamos estas calles y estas plazas, somos nosotros", añade la representante vecinal.

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