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El mejor bar de Madrid para comer un bocadillo de calamares, según la Guía Repsol

La prestigiosa guía turística señala este establecimiento como el mejor para degustar este clásico madrileño

El bocadillo de calamares, un clásico de Madrid.

El bocadillo de calamares, un clásico de Madrid. / Archivo

Madrid

Esta tarde Santa Cruz de Tenerife será escenario de la gala de entrega de los Soles Repsol, que reunirá a más de doscientos cocineros de toda España ilusionados con recibir un galardón que posicione sus restaurantes entre los mejores del país. La edición, que tendrá lugar en el Teatro Guimerá, dará comienzo a las 20 horas de la tarde.

El mejor bocadillo de calamares de Madrid

Muchos consumidores se fijan en las referencias de esta guía para elegir bar o restaurante. En el caso de Madrid, una de las elecciones más difíciles para sus visitantes e, incluso, para sus vecinos es la de elegir establecimiento para pedir un buen bocadillo de calamares. Este manjar, un clásico de Madrid desde que los migrantes andaluces lo exportaran a la urbe en el siglo XIX, es el complemento perfecto para una tarde de museos o un paseo por el Madrid de los Austrias. Dada su importancia, como no podía ser de otra manera, la Guía Repsol ofrece una ayuda a la hora de encontrar el mejor de la capital.

La Guía Repsol señala varios bares madrileños como lugares idóneos para degustar este producto. Sin embargo, uno de ellos destaca por encima del resto, convirtiéndose en el mejor sitio para pedir este emparedado. Se trata de los 'Hermanos Vinagre', bar castizo situado en la calle Cardenal Cisneros, muy próximo a la calle Fuencarral. El negocio ha crecido hasta el punto de contar con tres locales en la capital, aunque el más conocido de todos sigue siendo este.

Gran variedad de raciones castizas

Su bocadillo de calamares, elaborado con pan brioche, una salsa secreta y rayadura de limón; es el plato estrella de su carta. La oreja frita también es una opción muy recomendada por sus clientes. Las anchoas, las guildas, la sobrasada, la cabeza de jabalí, el queso manchego, los boquerones en vinagre, los muslitos de codorniz, las banderillas, los mejillones, los berberechos, las bravas, la cecina o el bonito tampoco faltan entre su variada oferta de aperitivos donde las raciones oscilan entre los 4 y los 24 euros.

El bocadillo de calamares, concretamente, cuesta unos 7,50 euros. La oreja, por su parte, se puede disfrutar por 10,50 euros. Los clientes señalan en el portal TripAdvisor que se trata de un buen sitio para degustar en pleno centro de la ciudad de unas tapas clásicas a un precio asequible.