Vox despliega su agenda nacional en Madrid para tratar de extender su espacio frente a Ayuso: "Hemos venido a competir"

Vox ha decidido romper esa cuerda invisible que lo mantenía hasta ahora atado a Isabel Díaz Ayuso. Las críticas arreciaban cada vez más fuerte en Madrid, dentro del parlamento madrileño, pero aún se mantenía a nivel nacional una suerte de deferencia hacia la presidenta madrileña por parte de Santiago Abascal y su equipo. Este lunes, sin embargo, tras el análisis victorioso que han hecho en Bambú (sede de la formación de extrema derecha) del encuentro internacional de los líderes de la ultra derecha europea en Madrid, Vox ha decidido ampliar su coto de caza para disparar no solo contra Ferraz, Moncloa o Génova sino contra Ayuso.

La presidenta madrileña aseguraba este mismo lunes que no logra "comprender" la "obsesión que tiene Vox con ir contra el PP". Lo acusaba incluso de ir "rompiendo puentes" y tachaba de "insensata" esa estrategia cuando hoy por hoy la única garantía de un gobierno del PP, tras unas hipotéticas elecciones, es mediante el apoyo de los de Abascal. Ella ha logrado zafarse de ellos en la Comunidad de Madrid porque ha conseguido atraer a parte de su potencial electorado. Y hasta ahora ese miedo a molestar a un votante que se debate entre Ayuso en las autonómicas y la duda entre Vox y PP en las nacionales ha provocado que los de Abascal evitaran las críticas a la líder madrileña.

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Pero el presidente nacional de Vox mencionó ayer abiertamente que los "disparos del enemigo" no llegan solo desde Génova 13 sino desde "la quinta columna de la Puerta del Sol". Si contra Alberto Núñez Feijóo la guerra comenzó con la disolución de los gobiernos de coalición autonómicos, contra Ayuso comienza ahora con más fuerza. Su portavoz nacional, José Antonio Fúster, repitió el mensaje tres o cuatro veces más, reiterando que sufren un "fuerte ataque" también desde Sol solo porque no son "manejables ni bizcochables".

Molestos con MAR

Más allá de la estrategia electoral, que hayan podido ver que manteniéndola al margen de sus mensajes no ganan nada en Madrid, hay otra razón. Se sienten atacados, dicen. Primero porque están convencidos de que los populares orientan determinadas "informaciones en medios de comunicación" de tendencia conservadora. Segundo, porque la ronda de entrevistas del jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez (MAR), tras su paso por el Tribunal Supremo, escoció especialmente en la sede nacional de Vox.

En aquellas apariciones, MAR, estratega político de la presidenta de la Comunidad y en ocasiones asesor áulico de Feijóo, abogó por la próxima "desaparición" de Vox en Madrid y las consecuencias de esto a nivel nacional: "En España caerá". En Bambú interpretaron con esto que van a por ellos y que apostar por la convivencia no es una opción con ese mensaje.

Ayuso y los líderes nacionales de su oposición

Ayuso tiene en la Asamblea a dos partidos de izquierda cuyos líderes nacionales, Pedro Sánchez y Mónica García, arremeten contra ella directamente en sus intervenciones públicas, cada uno a su estilo y ambos en sede parlamentaria cuestionando sus políticas y enfrentándola a Feijóo. La llegada de Óscar López al PSOE de Madrid confirma esta estrategia de Sánchez. Pero Abascal era el único que se mantenía al margen de esa táctica de desgaste de la dirigente madrileña. Hasta ahora, pues interpretan que la presidenta "está participando en la operación de destrucción de Vox" y el ejemplo son las entrevistas de MAR, relatan fuentes de la formación de extrema derecha.

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Asamblea de Madrid

El cambio en la dirección de Vox Madrid ya supuso un cambio en el tono. La llegada de Isabel Pérez Moñino en sustitución de Rocío Monasterio implicó un discurso más agresivo contra la presidenta en asuntos clave para Vox -especialmente con la inmigración pero no solo-, buscando confrontar permanentemente con ella.

Con Fúster en la Presidencia del partido regional, Abascal situó a su portavoz nacional en uno de los territorios más relevantes para su formación. Y la semana pasada, en el debate sobre la memoria democrática y los actos por el 50 aniversario de la muerte de Franco, aunque terminaron votando lo mismo, Fúster se calzó su traje de portavoz nacional y no el de diputado raso en la Asamblea de Madrid para ahondar en sus diferencias. Se olvidó de que en la Comunidad ya no son relevantes para las decisiones del Gobierno regional, y utilizó el parlamento madrileño como plataforma para reforzar las polémicas y tensiones que ambas formaciones mantienen en otras comunidades autónomas, responsabilizando también de ellas al PP de Ayuso.

"A competir"

Ahora, en la reestructuración del partido con doce nuevos portavoces sectoriales, Abascal ha nombrado a Moñino responsable nacional para la Agenda España, es decir, en la encargada de dar a conocer los pilares fundamentales de Vox. Y uno detrás de otro se irán lanzando en la Asamblea de Madrid y en cualquier acto de Moñino en la región para intentar contraponerlos a las decisiones políticas del Gobierno de Ayuso.

En Vox creen que la presidenta madrileña buscaba "acabar con Vox" presentándose como "la gran reunificadora del dentro y la derecha", pero creen que su estrategia ya no se limita solo a la "anulación" de su partido en la Asamblea, sino que ha pasado a "una operación activa". Y han decidido jugar con esas cartas: "Aquí hemos venido a competir. Pues compitamos".