EN FUENLABRADA

Un proyecto europeo de vivienda circular se ensaya en Madrid: espacios en desuso para un "pacto intergeneracional"

En 2025 comienza el proceso de selección de los mayores y jóvenes que participarán en esta iniciativa piloto del Ayuntamiento de Fuenlabrada en la que colaboran la vasca Fundación Matía y la UNED

Render del proyecto ganador para la rehabilitación de un colegio convertido en viviendas para mayores en Fuenlabrada.

Render del proyecto ganador para la rehabilitación de un colegio convertido en viviendas para mayores en Fuenlabrada. / Laetitia

Elena Marín

Elena Marín

A la espera de que ocurra el milagro y el acceso a la vivienda para los jóvenes se convierta en realidad, no para compartir con amigos por falta de medios sino para tener su propio hogar, los que sí tienen un piso se van haciendo mayores y se quedan solos. Y en muchos casos sus viviendas se van quedan obsoletas para las necesidades de personas que ya no tienen tanta movilidad, igual que el entorno en el que se encuentran, o necesitan una rehabilitación para ser energéticamente eficaces. Con estos dos colectivos en mente, el municipio madrileño de Fuenlabrada ensaya un proyecto de vivienda circular.

El centro de la localidad está envejecido, como en tantas otras ciudades, y "se trata de probar algo nuevo", explica Álvaro Revilla, director general de Bienestar social y Derechos de la ciudadanía en el consistorio fuenlabreño. También de crear un "ecosistema donde unos cuidan de otros reutilizando espacio y sin necesidad de volver a construir", añaden en su equipo. Pero esto de no construir es relativo. Lo que se hace es utilizar un espacio en desuso y adaptarlo. En este caso, un colegio. El centro San Esteban ha ido perdiendo alumnos con los años, pasando de casi mil en los 90 a los cerca de cien actuales, según relata Revilla.

Así que el Ayuntamiento de este municipio propuso reconvertir cerca de 3.000 m2 de este centro educativo en viviendas para mayores. El objetivo es buscar una fórmula de viviendas para que las personas mayores puedan "pasar toda su vida en un domicilio evitando el traslado a una residencia, o ampliar al menos su vida autónoma todo lo posible", y que esto "propicie a su vez que dejen su vivienda libre en el centro del municipio", de forma que se pueda ofrecer a los jóvenes como una alternativa para empezar una vida independiente, explica el director general. El alcalde, Javier Ayala, lo define como "un pacto intergeneracional" que incide en la "recuperación de espacios en desuso".

El proyecto está financiado por la Unión Europea, que aporta cinco millones a una iniciativa que costará seis, con el restante a cargo del gobierno local. Todos ganan y nadie pierde, esa es la idea de este proyecto de innovación que si funciona se quiere exportar a otros contextos. Un proyecto de vivienda circular donde las partes implicadas, mayores, jóvenes y Ayuntamiento, se beneficien de múltiples formas. Aunque a los primeros les cuesta un poco más dar el paso aun estando a favor de la iniciativa, reconocen en el consistorio.

Los mayores de 65 que se sumen no se benefician económicamente por ceder al ayuntamiento su piso, que sigue siendo de su propiedad, pero en esas nuevas viviendas construidas junto al colegio tendrán un hogar adaptado a sus distintas fases de dependencia, donde, además, contarán con un "gestor de caso", lo llama Revilla, con un perfil aún por determinar, que se encargará de visitarlos, analizar si tienen nuevas necesidades y dinamizar actividades que les permitan tener una vida activa física y socialmente. "No se trata de que tengan los mismos servicios que en una residencia o un médico de forma habitual, pero sí que haya alguien", probablemente un trabajador social, "que esté cerca evaluando necesidades para poder adelantarse", explica Revilla.

El marino vasco

En esto último y en la supervisión del proyecto ganador para la construcción de estas viviendas, conocido a finales de enero, participa una empresa vasca con larga experiencia en el sector en el País Vasco. La Fundación Matía tiene múltiples proyectos de residencias y cuidado de mayores, principalmente en Guipúzcoa, desde hace 130 años.

Explica en su web que fue creada en 1881 por un naviero vasco que legó sus bienes para "recoger y hallar segura subsistencia durante los días de su vida y ser asistidos en sus enfermedades, a los ancianos o impedidos absolutamente para el trabajo". Y a eso se han dedicado. Hace diez que exporta sus conocimientos e investigación y así ha llegado hasta este proyecto de Fuenlabrada.

Es uno de los socios del Ayuntamiento en el proyecto, junto a la UNED que colabora principalmente en la asistencia jurídica. Junto a la supervisión de la parte arquitectónica y el diseño del papel de ese supervisor de los mayores, ayuda también en el diseño de actividades dentro del bloque de viviendas, en colaboración con otras entidades del barrio o con los vecinos. En definitiva, se trata de que se integren con otras generaciones proponiendo relación de las personas mayores, y estar junto a un colegio "posibilita también un mundo de actividades" con el centro.

Viviendas

El proyecto ganador se llama Laetitia, del estudio de arquitectura madrileño Entresitio S.L.P. Se habilitarán dos edificios que albergarán 20 viviendas en total, que se comunicarán a través de plataformas y zonas verdes. Tendrán una o dos habitaciones, salón y cocina y un baño.

No serán excesivamente amplios, pero sí cubrirán las necesidades de los nuevos inquilinos, aseguran en el consistorio. El proyecto es pequeño, pero confían en que este "piloto" funcione y se animen muchos mayores para poder repetirlo en otras zonas.

Tiempo de los jóvenes

El ayuntamiento se compromete a rehabilitar las viviendas que dejan en el centro urbano de la ciudad y alquilárselos a menores de 35 años.

A cambio, los jóvenes aportan una cantidad asequible a sus bolsillos para vivir en un distrito centro lleno de viviendas antiguas que necesita rejuvenecerse. Pero también ceden parte de su tiempo. Se creará con ellos "un banco de horas" para que mantengan "encuentros" o participen en actividades con los dueños de las viviendas, resumen Revilla la participación de los jóvenes

Plazos

Este 2025 se construirán las viviendas una vez que ya se ha conocido el proyecto arquitectónico ganador y comenzará el proceso de selección de las personas mayores y jóvenes que van a participar en este piloto.

La previsión es que los mayores entrarán en los apartamentos en el segundo semestre de 2026 y en ese momento comenzará la rehabilitación de sus viviendas para poder ofrecérselas a los jóvenes antes de que finalice el año. En 2027, con un año de vida en los nuevos pisos, se realizará la evaluación del proyecto por parte de las instituciones europeas.