GASTRONOMÍA MADRID

El bar histórico de Madrid que no sirve cañas y donde está prohibido hacer fotografías

Así es esta taberna centenaria que conserva la misma carta y decoración de sus orígenes

¿Por qué las tabernas de Madrid son de color rojo? Este es el motivo de sus particulares fachadas

Taberna La Venencia.

Taberna La Venencia. / Flickr

En la madrileña calle Echegaray, rodeada de modernos locales de 'cocina fusión' y de coctelerías llenas de color, encontramos un local donde el tiempo parece haberse detenido a su entrada. Lo más característico de este establecimiento son las tres prohibiciones que presentan sus dueños a los clientes: prohibido hacer fotografías, prohibido dejar propinas y prohibido reservar mesa.

Si buscas un rincón alejado de los focos, esta es la mejor opción de la capital. Una bodega al más puro estilo gaditano que no deja indiferente a nadie. Déjate sumergir en el ambiente más castizo de Madrid en este establecimiento único en la ciudad.

Así es la Taberna La Venencia: vinos de jerez desde 1928

La Taberna La Venencia está considerada como el 'consulado de Jerez' en Madrid. Sumida en la penumbra típica de las tascas más antiguas de la urbe, una larga barra recibe a sus visitantes a su entrada. Los camareros apuntan las comandas de la misma forma que sus antecesores lo hacían en 1928, hace casi cien años: con tiza sobre el mismo mostrador. Botellas cubiertas de polvo, botas de vino, carteles antiguos de la fiesta de la vendimia de Jerez... La decoración del lugar nos transporta automáticamente al sur del país, alejándonos del mundanal ruido madrileño.

Su visita es obligada para cualquier amante del vino. Bajo sus techos altos podemos disfrutar de una carta de vinos compuesta íntegramente por bebidas del Marco de Jerez, vinos a granel que son servidos directamente de las botas situadas tras la barra de madera. Manzanilla, Amontillado, Fino, Palo Cortado, Oloroso... La Venencia ofrece una copa de estos manjares por tan solo dos euros. Es, por otro lado, la única bebida de la que podrás disfrutar: la cerveza no tiene hueco en el establecimiento.

Ni fotos, ni reservas ni propinas

El local fue adquirido en los ochenta por dos clientes habituales que, tras el fallecimiento de su anterior dueño, decidieron adquirir el negocio y mantener toda su esencia. Los hermanos Criado no permiten las fotos en su bar. Se trata de una tradición procedente del franquismo, época en la que sus dueños temían la intromisión de espías fascistas entre su clientela. Tampoco con partidarios de las reservas ni de dejar propina a los camareros. Rechazan de pleno, además, la música de fondo: las conversaciones y el entrechocar de los vasos son la única banda sonora de La Venencia.