NIEVE EN MADRID

La nieve llega por fin este fin de semana a Madrid: dónde y cuándo va a nevar

El paso de una nueva borrasca hará descender la cota de nieve durante el fin de semana

Archivo -Un camino boscoso nevado en la sierra de Guadarrama (Comunidad de Madrid).

Archivo -Un camino boscoso nevado en la sierra de Guadarrama (Comunidad de Madrid). / Rafael Bastante | Europa Press

Héctor González

Héctor González

Tras el paso de la borrasca Garoe, este viernes supondrá un breve lapso de calma, con precipitaciones muy leves y ascenso generalizado de las temperaturas, antes de la llegada de un nuevo frente a partir del sábado. Tomando el relevo de la anterior, una nueva borrasca, llamada 'Éowyn' descargará desde mañana con fuerza sobre la Comunidad de Madrid, trayendo consigo fuertes lluvias y la tan esperada nieve.

No será la primera vez que nieve este invierno en la región, pues ya lo hizo de forma esporádica los pasados meses de noviembre y diciembre, pero probablemente sí la que lo hago con más intensidad. Y es que el paso de Éowyn por la Península Ibérica supondrá un episodio de lluvias, vientos y temporales, acompañado de un notable descenso de las temperaturas, en casi todo el país, incluida Madrid.

De acuerdo con las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), este sábado 25 de enero será el día en el que más se dejen notar los efectos del nuevo temporal, con un descenso de la cota de nieve hasta los 1200-1400 metros, lo que podría dejar nevadas significativas en la Sierra de Guadarrama. La cordillera madrileña será, pues, el escenario ideal para disfrutar de la nieve durante este fin de semana, aunque con precaución debido al previsible mal estado de las carreteras.

Frío e inestabilidad durante el fin de semana

El frente frío, acompañado de vientos del suroeste que cambiarán al oeste al final del día, intensificará la sensación de frío en la capital y sus alrededores. En la Sierra de Guadarrama se esperan nevadas particularmente intensas, mientras que en la ciudad las temperaturas mínimas podrían acercarse al umbral de las heladas.

Hasta hace poco, el anticiclón había mantenido a raya los fenómenos típicos del invierno, pero su retirada ha permitido la entrada de borrascas como Garoé y Éowyn, que están generando un cambio notable en los patrones climáticos. Este episodio podría marcar el inicio de un invierno más riguroso e inestable.