Un pequeño Bernabéu en Vallecas: el estadio del Rayo tendrá restaurantes, más aforo y estará adaptado para otros eventos

La renovación del estadio de barrio de toda la vida empieza a tomar forma para entrar en la liga de los grandes coliseos futbolísticos de la capital madrileña. El Rayo Vallecano, cien años, fisuras en sus muros, mal estado de las instalaciones y un aforo escaso para un equipo de primera división, tendrá en la próxima legislatura su 'food corner' adaptado a las dimensiones del campo y contará con espacio para albergar a más de los casi 15.000 espectadores que actualmente pueden entrar en el estadio, cumpliendo con algunos de los deseos del club.

La Comunidad de Madrid empezó el año del centenario del equipo vallecano (2024) apuntando que compraba la idea del presidente del equipo, Raúl Martín Presa, de que el Rayo necesitaba un estadio nuevo. Es "insostenible” que se mantenga en Vallecas, dijo la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y abrió la veda a semanas de polémica sobre una eventual futura ubicación del campo. Tanto que hasta la Asamblea de Madrid votó sobre el asunto, porque el estadio es de titularidad autonómica, aprobando que se quedaba donde estaba.

La rebelión de Vallecas contra Ayuso y Presa: "El Rayo no se entiende fuera de su barrio y su estadio"

A partir de ahí se tomaron dos decisiones. La primera, actualizar el campo, un lavado de cara, para que como mínimo se cubrieran las medidas de seguridad de la infraestructura y pudiera pasar la inspección técnica de edificios (ITE) que en 2023 fue desfavorable por problemas con el sistema eléctrico y fisuras en las paredes de la infraestructura. El pasado 9 de enero terminó el plazo para presentar ofertas para estas obras de renovación del estadio, que comenzarán previsiblemente este primer trimestre del año. Pero esa es solo la primera fase.

Nuevos servicios

La segunda decisión fue que la Comunidad de Madrid trabajaría en una reforma integral del campo y, según fuentes de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte que dirige Mariano de Paco, ese nuevo diseño empieza ya a tener contenido. El estadio contará con una zona de restauración, tal y como ocurre con el Santiago Bernabéu o el Metropolitano. Restaurantes en la parte baja del estadio que darán vida al campo y al barrio, de donde los vecinos no quieren sacar el estadio.

Además, se trabaja para ampliar el aforo. No llegará ni a los cerca de 80.000 del campo del Real Madrid ni a los 68.000 del Atleti porque el espacio de ampliación es limitado, ya que el estadio del Rayo está enclavado entre calles con viviendas cercanas, pero desde la consejería aseguran que servirá para que esté a la altura de un equipo de primera división.

Otra de las novedades que está estudiando la consejería para el diseño del nuevo campo es que esté adaptado para la celebración de otros eventos, tanto culturales como deportivos. Esto generaría ingresos que ayuden a la sostenibilidad del proyecto, pero la idea es que aunque el campo se va a acondicionar para que pueda seguir dando servicio al club, si este en algún momento decide trasladarse, el estadio siga teniendo otras utilidades.

Lo que la Comunidad de Madrid tiene claro es que "no" van a "construir un estadio nuevo" para un club privado, como sugería el presidente. Si el Rayo decide que este espacio se le queda pequeño o quiere otras instalaciones que le sirvan para generar "ingresos privados", tendrá que buscarse una alternativa pero sin la ayuda financiera del Gobierno regional.

Primeros trabajos en 2025

Desde la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte apuntaron al anunciar la reforma que coordinaría las actuaciones con el presidente del club y su homólogo de LaLiga de fútbol, Javier Tebas, e informaría sobre los avances a las peñas para recabar también su opinión. El objetivo es que las obras actuales se ejecuten a lo largo de este 2025 y la reforma integral pueda materializarse en la próxima legislatura.

Los trabajos que se iniciarán en esta primera fase una vez que el proyecto sea adjudicado se centrarán en los aspectos más urgentes para el estadio y con la previsión de que su desarrollo no interfiera en los encuentros del club, es decir, que los partidos seguirán su curso sin importar las obras. Aunque son necesarias, el consejero del ramo, ya apuntó en su momento que no "existe ningún riesgo para las personas"

En concreto, habrá trabajos de reparación de los entrevigados fisurados, restauración de grietas, saneado de muros y de la cerrajería o eliminación de las humedades. Además, según informó la consejería al licitar las obras, se sustituirán los falsos techos y fisuras de la fachada de la zona de las federaciones, el pintado de las escaleras de gradas y graderíos o arreglos de los aseos pertenecientes a esta zona. En la cubierta de la avenida de la Albufera se instalarán paneles de chapa galvanizada y se remplazará una de las cubiertas de graderío. También se adecuarán los espacios actualmente cedidos a federaciones deportivas madrileñas como boxeo, tenis de mesa, billar y ajedrez, entre otros.

Fuentes del club trasladaron su "agradecimiento" por la mejora en el estadio al conocer esta primera fase de las obras, pero advertían de que esto no soluciona "el problema" del escaso aforo y por eso veían necesario "un campo nuevo y moderno" que incluya aparcamientos y zonas comerciales y de restauración. Ese nuevo campo no se construirá con dinero público, según confirman en la consejería, pero creen que el nuevo proyecto de reforma integral será suficiente y solucionará muchos problemas que el club puso sobre la mesa.