CANTÓN DE MONTECARMELO

Último intento para Montecarmelo: se retoman los sondeos en busca de los restos de 451 brigadistas internacionales

ArqueoAntro dispondrá de dos semanas para buscar la fosa común en una zona de la parcela inexplorada hasta la fecha

Una máquina retira tierra durante las primeras excavaciones en la parcela de Montecarmelo.

Una máquina retira tierra durante las primeras excavaciones en la parcela de Montecarmelo. / EFE

Héctor González

Héctor González

Más de cuatro meses después de la solicitud de autorización, este miércoles 15 de enero dará comienzo por fin la segunda ronda de excavaciones en la parcela anexa al cementerio de Fuencarral, en el barrio de Montecarmelo, en busca de los posibles restos de 451 brigadistas internacionales de la Guerra Civil Española, tal y como han confirmado fuentes cercanas a ArqueoAntro,, la asociación a la que el Ministerio de Memoria Democrática ha encargado la búsqueda de los restos.

El Ayuntamiento de Madrid dio su visto bueno a estos nuevos sondeos a finales de septiembre, sin embargo, el tiempo se ha ido acumulando sin que llegase el permiso definitivo de la Comunidad de Madrid. Finalmente, resuelta la falta de un informe en la solicitud presentada originalmente por ArqueoAntro, que estaba retrasando los trámites, la Dirección General de Patrimonio del Gobierno regional ha dado luz verde a las prospecciones.

Para ello, la entidad contará con 15 días de plazo para buscar la fosa común de los combatientes internacionales, que fueron enterrados en el cementerio entre el 36 y el 37, antes de su exhumación en 1941 por orden del Ayuntamiento de Fuencarral. Este nuevo intento se llevará a cabo en una nueva zona de los terrenos inexplorada hasta la fecha, donde tanto el Ministerio como ArqueoAntro, basándose en los estudios previos, los análisis realizados sobre el terreno y los testimonios históricos, confían en que se encuentren los restos.

Esperanzas depositadas en una de las nuevas zonas

Los primeros trabajos, realizados el pasado agosto, se hicieron en dos áreas designadas por el Ayuntamiento madrileño. Se trataba de aquellas que habían sido analizadas previamente por un estudio con georradar encargado por el área de Urbanismo, el cual detectó anomalías del terreno compatibles con la presencia de los restos mortales. No obstante, estos primeros trabajos se saldaron sin hallar "elementos de relevancia arqueológica".

En este segundo intento, las excavaciones tendrán lugar en los puntos acotados por ArqueoAntro. Denominadas como 'zona A' y 'zona B', se trata de las dos áreas donde la entidad considera más probable que se hallen enterrados los restos humanos de los brigadistas. Entre ambas, según una fuente conocedora del proyecto, la zona A es donde se depositan las mayores esperanzas de encontrar los 451 cuerpos.

Según los cálculos de la entidad, las excavaciones tendrán que hacer frente a una capa de escombros de hasta 12 metros de profundidad para poder llegar al sustrato donde se hallarían los cuerpos, de encontrarse allí. En agosto ya pasó algo parecido: tras empezar las catas con una retroexcavadora, el descubrimiento de una cobertura de escombros que llegaba hasta los 8 y 10 metros de profundidad dificultó enormemente los trabajos y obligó a recurrir a maquinaria más pesada.

En esta ocasión, los responsables de la búsqueda estarán preparados. Tal y como ha podido saber este periódico, Arqueoantro está ultimando el alquiler de una máquina excavadora de más de 20 toneladas que permitirá retirar todos los cascotes y llegar hasta la zona de estudio. A partir de ahí, los resultados dirán qué sucede, aunque en verano, tras el primer revés, el Secretario de Memoria Democráticas, Fernando López Martínez, reafirmó su compromiso con seguir buscando hasta dar con la fosa. Empeño que el alcalde madrileño considera un despilfarro de dinero para "hacer oposición a Cibeles", pero que no impedirá. Al menos, de momento.

Futuro incierto para Montecarmelo

A pesar de la incansable oposición vecinal, las sucesivas manifestaciones - la última de ellas, a finales del pasado octubre- y la entrada en juego del Gobierno central por la posible presencia de una fosa común de brigadistas internacionales de la Guerra Civil en la parcela, ni Almeida ni Carabante dan su brazo a torcer en Montecarmelo.

Los argumentos en contra que esgrimen los vecinos son claros: junto a la parcela escogida por el Ayuntamiento se encuentran dos colegios y una guardería en las inmediaciones que aglutinan alrededor de 5.800 niños y niñas; un cementerio a menos de 20 metros de la ruta de entrada proyectada, un tramo del anillo ciclista en uno de los extremos y decenas de viviendas colindantes. El terreno, además, lleva años funcionando como zona verde y recreativa oficiosa del barrio, cuyos ciudadanos votaron por mayoría en 2021 convertirla en un parque lineal a través de Decide Madrid.

Preocupados por los olores, los posibles problemas de salubridad, la seguridad de los miles de niños que pasan a diario por la zona y, en general, la calidad de vida del barrio, los residentes han propuesto varias ubicaciones alternativas al Consistorio, que las ha rechazado todas. La noticia de que en los terrenos anexos al cementerio de Fuencarral podrían hallarse los restos de los antiguos combatientes, que salió a la luz en noviembre de 2023, trajo un halo de esperanza a los residentes de Montecarmelo. Sin embargo, el tiempo pasa y esta también comienza a diluirse sin que nadie sepa qué va a suceder finalmente.