La A5 sufrirá esta noche las primeras limitaciones de tráfico previas al gran corte del miércoles

Se acerca el día del inicio de las obras de soterramiento de la A5 a su entrada a Madrid y la proximidad ya empieza a notarse en forma de afecciones al tráfico. En noviembre ya se ocupó un segmento en la calzada de salida de la capital para desplazar la ubicación de una parada de autobús y también ha habido intervenciones en los aledaños, como ocupaciones del asfalto parciales en la Avenida de los Poblados para la construcción de una glorieta, pero nada comparado con lo que llegará este miércoles. Desde las siete de la mañana de este 15 de enero, la capacidad de la autovía se reducirá a la mitad: los cuatro carriles por sentido actualmente operativos quedarán en dos carriles por sentido.

Durante este fin de semana, la A5 ya ha experimentado cortes, de hecho. El pasado sábado, desde las siete de la mañana, se procedió a ocupar los dos carriles derechos de la calzada sur, la que sirve para entrar a Madrid, en un tramo de 160 metros para demoler algunos pequeños edificios de viviendas de dos plantas de altura expropiados para la obra y retirar los escombros. Una intervención en los números 321, 323 y 325 del paseo de Extremadura, entre los kilómetros 5,100 y 5,200, ya concluida.

Esta noche se procederá a más ocupaciones de la calzada. Entre las 23.000 horas y las 6.00 h de mañana, la circulación se reducirán dos carriles por sentido para comenzar con la demolición de la mediana que separa ambas calzadas y habilitar los desvíos provisionales mediante ramales en el tramo que estará en obras, entre los puntos kilométricos 3,300 y 6,250. A partir del miércoles 15 de enero a las siete de la mañana, esa reducción de carriles será ya ininterrumpida mientras duren los trabajos.

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Inicialmente se cortarán los dos carriles interiores de cada calzada y quedarán operativos los dos exteriores. Más adelante, en las primeras semanas del mes de febrero, el tráfico se desviará en su totalidad a los cuatro carriles de la calzada norte, la de salida, donde dos servirán para entrar a Madrid y otros dos para dejar la capital mientras en la calzada que hoy sirve para acceder a la ciudad se desarrollarán los trabajos de soterramiento. El futuro túnel constará de dos vanos, uno para cada sentido, con tres carriles cada uno, uno de ellos con posibilidad de ser reservado para autobuses y vehículos de alta ocupación. A principios de 2026 se actuará en la calzada norte, de manera que todo el tráfico, tanto de entrada como de salida, se canalizará por la calzada sur.

Entre el 20 de enero y el 1 de febrero de este año, como consecuencia de los trabajos para permitir los desvíos, la capacidad de la vía se reducirá en un 75% en horario nocturno, entre las 23.00 y las 6.00 horas. De esa forma, en esa franja horaria, solo se podrá circular por un carril en cada sentido a lo largo de los tres kilómetros que recorrerá el futuro túnel.

Transporte público y otros itinerarios

Ante todas esas afecciones, se ha acordado un plan de movilidad para tratar de desahogar el tráfico en una autovía por la que actualmente discurren unos 80.000 vehículos diarios. Desde el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Transportes se ha dispuesto un refuerzo de las líneas de autobús, Metro y Cercanías que transcurren por la zona a partir del miércoles. En concreto, los trenes de la línea C5 de Cercanías, que procedentes de Móstoles y Alcorcón llega a Humanes pasando por Atocha, pasarán a tener una frecuencia de paso de cuatro minutos en hora punta y de 10 minutos en el resto de franjas horarias. Metro incrementará los servicios en las líneas 5 y 10. Y la Empresa Municipal de Transportes añadirá hasta 700 plazas en las líneas 36, 39 y 65.

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Además, se establece una línea de autobús circular entre Lucero y Batán y se incorporan dos líneas lanzadera desde Cuatro Vientos, una con final en Aluche y otra que concluirá en plaza Elíptica. La estación de Cuatro Vientos se ha elegido como punto final para la mayoría de autobuses interurbanos que hasta ahora accedían por la A5 hasta Príncipe Pío procedentes de municipios como Alcorcón, Móstoles, Navalcarnero, Villaviciosa de Odón, Villanueva de la Cañada, San Martín de Valdeiglesias o Arroyomolinos, entre otros. El objetivo es que dejen de circular por el tramo restringido y que sus pasajeros accedan al centro de la capital en Cercanías y Metro, ambas redes con parada en la estación de Cuatro Vientos, o en las líneas lanzadera de autobús habilitadas.

Para el tráfico de vehículos privados se propone salir de la A5 antes de llegar al tramo en obras por la M50, por la M45 o, empleando la A5R, por la M40. Desde esta última autovía de circunvalación se puede acceder a la M30 sur utilizando la A42 y a la M30 norte a través de la M503. Además, la autopista de peaje R5 ofrece otra vía de entrada desde el suroeste que llega, igualmente, a la M40. El Ministerio de Transportes ha anunciado que bonificará el 100% del peaje para autobuses por esta vía y de hecho, algunos de los interurbanos que entraban hasta Príncipe Pío por la A5 pasarán a circular por la R5 y cambiar su cabecera a la plaza Elíptica. Se trata, en concreto, de las líneas 541, 545, 546, 547 y 548, que recorren los municipios de Villamanta, Aldea del Fresno, Villa del Prado, Cadalso de los Vidrios y Cenicientos. La medida no incluye taxis, VTC ni vehículos particulares.