INFRAESTRUCTURA

Los autobuses interurbanos solo llegarán a Cuatro Vientos mientras duren las obras de soterramiento de la A5

Transportes y Ayuntamiento dispondrán un carril bus para estos vehículos únicamente hasta ese punto de la autovía

La A-5 a su entrada a Madrid.

La A-5 a su entrada a Madrid. / Jesús Hellín

Víctor Rodríguez

Víctor Rodríguez

El Ministerio de Transportes dispondrá finalmente un carril bus para los autobuses interurbanos que entren a Madrid por la A5 mientras duren las obras de soterramiento. Así lo ha confirmado la secretaria general de Transporte Terrestre, Marta Serrano, al término de la reunión mantenida esta tarde en el Consorcio Regional de Transportes entre las distintas administraciones implicadas en favorecer la movilidad por la Autovía del Suroeste la autopista.

El carril discurrirá desde Móstoles hasta la M40, donde concluye el tramo de competencia estatal de la autovía, que a partir de ese punto pasa a depender del Ayuntamiento de Madrid. Según ha adelantado Serrano, el Ayuntamiento contempla que ese carril continúe hasta Cuatro Vientos, donde se establece un punto de rotura de carga para que los viajeros continúen a Madrid en Metro o Cercanías. A falta de que el Ayuntamiento detalle mañana los términos de su plan de movilidad, se contempla que los autobuses interurbanos no accedan hasta Príncipe Pío, con excepción de las líneas nocturnas. Por la A5 discurren más de una veintena de líneas de autobuses verdes procedentes, entre otros municipios, de Alcorcón y Móstoles.

"Al Ministerio le preocupa que Madrid no contemple prolongar el carril bus hasta Príncipe Pío, porque nuestros estudios nos dicen que Cuatro Vientos va a ser problemático", ha indicado Serrano. "Va a haber una acumulación de gente importante porque es un punto que es difícil que pueda sustituir a Príncipe Pío".

Sobre otro de los caballos de batalla de este asunto, la gratuidad de la R5, la secretaria general de Transporte Terrestre ha reiterado lo que ya ha dado a conocer su ministerio esta mañana: se levantará el peaje para el transporte público pero no para vehículos particulares. Serrano ha reiterado que desde su departamento no se descarta la futura gratuidad completa si el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid contribuyen a financiar la medida.

Asimismo, ha puesto cifra al refuerzo de Cercanías. La línea C5, ha detallado, dispondrá de 42.000 plazas diarias más desde que comiencen los cortes de carriles de la A5, lo que supone un 20% más. Aunque habrá cortes de tráfico nocturnos desde el 13 de enero, las afecciones graves al tráfico se producirán desde el día 15. Este incremento en el servicio ferroviario irá acompañado, ha apuntado, de un plan especial de seguridad "para garantizar que los accesos a las estaciones y andenes se realicen en las condiciones adecuadas", así como de más personal de información.

Tiranteces

La reunión de hoy se había previsto para perfilar los "últimos flecos" de un plan de movilidad que ha generado no pocas tiranteces, particularmente entre el Ministerio de Transportes y el Ayuntamiento de Madrid. El refuerzo de Cercanías, la gratuidad de la R5, el establecimiento de un carril bus hasta el interior de la ciudad de Madrid e incluso la fecha del inicio de las obras han servido para que los tres últimos meses hayan sido un baile de encuentros y desencuentros en el que llegó a haber una cita entre el ministro Óscar Puente y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, para tratar de rebajar tensiones.

Entre medias, acusaciones cruzadas de "deslealtad institucional" y de "improvisación", cuando no de "chapuza" de palabra y por escrito. Desde el Ayuntamiento se ha reclamado insistentemente un refuerzo de las Cercanías, particularmente la C5, que une Móstoles con la capital. Transportes anunció que reforzaría el servicio en entre un 25% y un 40% en esa línea, lo que permitirá una frecuencia de paso de trenes de cuatro minutos en hora punta, no sin dejar caer que entretanto los incrementos anunciados por el Ayuntamiento para los autobuses de la EMT y la Comunidad para las líneas 5 y 10 de Metro eran de un 7% y un 9% respectivamente.

La gratuidad de la R5, autovía de peaje que ofrece un acceso alternativo a la capital, ha sido otro de los caballos de batalla. Cibeles insiste en que ofrecería un desahogo ante el corte de cuatro carriles al que obligan las obras. Transportes compartía la opinión pero insistía en que la medida fuera cofinanciada por el propio Ministerio, el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad, algo a lo que desde Madrid siempre se han negado. El Ministerio anunciaba esta misma mañana que admitía la gratuidad para autobuses, pero no para turismos.

Por otra parte, desde el Ministerio se ha venido insistiendo en la necesidad de habilitar un carril bus para autobuses interurbanos procedentes de localidades como Móstoles, Alcorcón o Navalcarnero que llegara hasta Príncipe Pío. Más de 20 líneas, con una frecuencia de paso de un autobús por minuto en hora punta, entran y salen de Madrid por la A5. El Ayuntamiento estaba en las antípodas: si solo quedaban dos carriles por sentido, reservar uno para los autobuses resultaría contraproducente según sus modelizaciones. Frente a ello planteaban el establecimiento de un punto de rotura de carga en Cuatro Vientos, de forma que algunos de esos interurbanos terminaran allí su recorrido, donde los pasajeros podrían coger el Metro o el Cercanías.

El momento de mayor tensión llegó en noviembre, cuando a un mes del comienzo de las obras, inicialmente previsto para diciembre, Transportes pidió al Ayuntamiento que las retrasara tres meses, hasta marzo, de manera que se pudieran cometer unos trabajos en Atocha para el refuerzo de las Cercanías. Tras un cruce de severas acusaciones entre el secretario general de Movilidad, Álvaro Fernández Heredia, y el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento, Borja Carabante, los dos recondujeron la situación y acordaron un retraso de unas semanas, hasta el 15 de enero.