Almeida baja el IBI para mitigar el "tasazo" de basuras, que cifra en 140 euros anuales de media por vivienda

Una media de 141 euros anuales por vivienda. Esa es la cantidad que el Ayuntamiento de Madrid ha estimado que va a suponer la nueva tasa de basuras que empezará a aplicar en 2025 y cuyo proceso de tramitación ha comenzado hoy con la aprobación por parte de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid de las ordenanzas fiscales del próximo año. Para compensar en parte esa subida, el ejecutivo de José Luis Martínez-Almeida introducirá una rebaja del impuesto de bienes inmuebles (IBI) por valor total de 31 millones de euros.

Para el cálculo de la tasa se han tenido en cuenta dos aspectos, una tarifa básica por la disponibilidad del servicio de recogida y tratamiento de basuras y una tarifa por generación. La primera supone el 81% del importe del recibo y se ha establecido en función del valor catastral individual de cada vivienda. El 19% restante considera la cantidad de basura generada por habitante en cada barrio.

Se estima que el incremento neto de ingresos para el Ayuntamiento por esta tasa de basuras será de 256 millones de euros. Si el cálculo por vivienda resulta en una media de 141 euros, en el caso de los locales comerciales es de 310 euros. En total tendrán que abonar esta tasa un total de 1,7 millones de inmuebles.

El pago se podrá fraccionar a partir de 2026, aunque en 2025 se hará en un único pago, ha explicado en rueda de prensa el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, que ha vuelto a cargar contra este “sablazo” que el Gobierno de Pedro Sánchez “ha impuesto” a los ayuntamientos y que se traducirá, según el regidor, en un incremento de los precios de los alquileres.

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"Estamos en profundo desacuerdo con este sanchazo, una tasa que nos parece injusta, mal diseñada y que genera notable inseguridad jurídica", ha señalado el regidor madrileño, quien ha asegurado que se ha postergado su entrada en vigor en la ciudad cuanto se ha podido. La adopción de este nuevo tributo viene contemplada en la Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, que obliga a los ayuntamientos a introducirla por importe del coste total de la recogida de residuos y mediante un sistema que lleve a hacerse cargo al "productor inicial" de los mismos.

La cantidad de ese coste en la ciudad de Madrid asciende a 296 millones de euros, hasta ahora asumido casi en su integridad en los presupuestos municipales. La diferencia con los 256 millones de recaudación neta que estiman los técnicos del Área de Hacienda reside en los 40 millones que hasta ahora se ingresaban a través de la Tasa de Residuos Urbanos de Actividades (TRUA), incompatible con el nuevo gravamen y que será derogada.

Efecto en los alquileres

La ley obliga a que sean los "productores iniciales" los que asuman el coste íntegro de la recogida de basuras. El consistorio madrileño lo que ha hecho, por tanto, es calcular el coste por vivienda. En el caso de los arrendamientos Cibeles reclamará la tasa "al propietario del inmueble", si bien este podrá repercutirla en el inquilino.

"Ahora que Pedro Sánchez está hablando tanto de vivienda, la mejor forma de topar los alquileres en la ciudad de Madrid es no tener que establecer esta tasa", ha insistido Almeida. "Que no nos vuelvan a hablar de topar el alquiler en la ciudad de Madrid de regular los precios de los alquileres o de zonas tensionadas. No hay mayor tensión para los arrendatarios de cara al año que viene que tener que abonar la tasa de recogida de residuos. Va a suponer un encarecimiento notable del alquiler, porque esta tasa se va a abonar por aquel que genera los residuos y, por tanto, será trasladada por los arrendadores a los arrendatarios".

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Las nuevas ordenanzas fiscales contemplan, asimismo, una rebaja del IBI, que pasará del actual 0,442% del valor catastral de la vivienda al 0,428%, "con lo que nos acercamos al compromiso de alcanzar el mínimo legal para este impuesto al final de la legislatura", ha señalado el primer edil madrileño. Madrid pasa así a ser la tercera capital de provincia con el tipo más bajo, tras Santander y Zaragoza, que ya aplican ese mínimo legal, fijado en el 0,4%.

El ahorro para los contribuyentes por este recorte se ha cifrado por el consistorio en 31 millones de euros, lo que supone una media de 14 euros en cada uno de los 2,2 millones de recibos girados anualmente por este concepto. Desde Cibeles se saca pecho de los sucesivos recortes fiscales desde que Almeida llegó a la alcaldía, que supondrán una rebaja de 1.027 millones de euros entre 2019 y 2025.

220 millones menos en impuestos desde 2019

"Si no hubiéramos tomado estas medidas, en el año 2025 los madrileños pagarían 220 millones de euros más en impuestos al Ayuntamiento de Madrid", ha insistido el regidor, quien ha apuntado que ese recorte cubre "el 90% del coste de la tasa de basuras".

La tasa ha sido criticada por la oposición, que culpa a Almeida de un mal tratamiento de los residuos en la ciudad. "Es el resultado de la peor gestión de los residuos posible", ha señalado la portavoz municipal de Más Madrid, Rita Maestre. "Cuanto peor lo hace Almeida más pagan los madrileños porque el importe de esta tasa está directamente ligado al coste de la gestión del tratamiento de basuras que él ha hecho y que ha sido un desastre".

La portavoz socialista, Reyes Maroto, por su parte, ha insistido en el mismo argumento y ha acusado al alcalde de "inacción" por no aprobar una estrategia de residuos sometida a audiencia pública desde hace seis años. Maroto ha exigido a Almeida, además, que no hable de "sanchazo" sino de "tasa de Ayuso", pues la aplicación de un gravamen de estas características "estaba incorporado en la Estrategia de Residuos de la Comunidad de Madrid 2017-2024".

Las ordenanzas fiscales aprobadas este jueves tendrán que pasar por la comisión de Economía, Innovación y Hacienda, y de ahí se elevarán al pleno municipal para su aprobación definitiva, junto con los presupuestos del Ayuntamiento para 2025, que aún se están elaborando.

Las ordenanzas y los presupuestos se aprobarán sin problema en el pleno de Cibeles dada la mayoría absoluta del Gobierno “popular” de José Luis Martínez-Almeida