PLAN DE MOVILIDAD

Madrid refuerza buses y metro y propone la M40 como alternativa a las obras de soterramiento de la A5

Algunos de los autobuses interurbanos dejarán de llegar hasta Príncipe Pío mientras duren los trabajos

El delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, y el concejal presidente del distrito de Latina, Alberto González, ante una maqueta del soterramiento de la A5.

El delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, y el concejal presidente del distrito de Latina, Alberto González, ante una maqueta del soterramiento de la A5. / AYUNTAMIENTO DE MADRID

Víctor Rodríguez

Víctor Rodríguez

Madrid

En menos de dos semanas comienzan los trabajos de soterramiento de la A5, la mayor obra que va a acometer el Ayuntamiento de Madrid en esta legislatura. En una primera fase el túnel que hoy empieza en la Avenida de Portugal y conecta con la M30 se llevará hasta la avenida de Padre Piquer, 3,2 kilómetros antes en sentido de entrada a Madrid, con lo que ello conlleva de eliminación de contaminación y ruidos para los residentes en las viviendas que jalonan la autovía. En la superficie, además, se generarán 80.000 metros cuadrados planteados como un bulevar que permitirá unir una parte de los barrios de Aluche y Campamento, separados por la carretera desde 1968.

Suena bien, pero, claro, hay que construir ese túnel en una vía por la que cada día entran o salen de Madrid una media aproximada de 80.000 vehículos. La semana pasada, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, adelantaba que aunque los trabajos comenzarán este mes, las afecciones al tráfico empezarían a sentirse a partir de diciembre. Unos días después, su delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, precisaba que durante las primeras semanas las labores consistirían en cuestiones de señalización y traslado de maquinaria que no supondrían corte de carriles. Además, adelantaba que en ningún momento de los dos años que se prevé que duren las obras se cortará por completo el tráfico. Al menos dos carriles por sentido (hoy son cuatro) seguirán operativos en todo momento.

A pesar de ello, la ejecución del soterramiento afectará inevitablemente al tráfico en una carretera por la que acceden a Madrid los habitantes de localidades como Móstoles (214.503 habitantes) o Alcorcón (171.772 habitantes). Por eso el Ayuntamiento de Madrid y el Consorcio Regional de Transportes han venido trabajando en las últimas semanas en un plan de movilidad que permita paliar los efectos y que pasa fundamentalmente por aumentar el número de autobuses y de convoyes de metro que discurren por la zona y proponer la M40, una vía ya habitualmente congestionada, como itinerario alternativo para conectar con la M30. El plan se irá adaptando y modificando conforme avancen las obras, informa Cibeles. No obstante, las que se exponen a continuación son sus principales líneas.

Refuerzo del transporte público

La primera medida pasa por aumentar el número de autobuses urbanos que discurren directamente por el tramo en obras. Se trata de los de las líneas 36 (Atocha-Campamento), 39 (Plaza de España-San Ignacio) y 65 (Benavente-Gran Capitán) de la Empresa Municipal de Transporte (EMT), que se reforzarán en algo más de un 7%, según el Ayuntamiento. Además, también se incorporarán más unidades a las líneas 17 (Plaza Mayor-Parque Europa), 34 (Cibeles- Las Águilas) y 138 (Cristo Rey-San Ignacio).

Las líneas de Metro 5 (Alameda de Osuna-Casa de Campo) y 10 (Hospital Infanta Sofía-Puerta del Sur) prevé aumentar su oferta, según establece el plan, en un 9%. Se aumentarán también las frecuencias de paso (actualmente programadas en entre seis y siete minutos en hora punta) en la línea 3 de Metro Ligero (Colonia Jardín-Puerta de Boadilla).

En relación con los autobuses interurbanos, lo que se propone es la "creación de dos puntos de rotura de carga", expresión técnica que lo que viene a decir es que algunos llegarán como hasta ahora hasta Príncipe Pío y otros se quedarán bien en la avenida de la Aviación Española, donde hay una estación de la línea 10 de Metro, bien en Cuatro Vientos, donde además de estación de la línea 10 de Metro hay una de Cercanías. De momento no se ha determinado qué autobuses llegarán hasta Príncipe Pío y cuáles morirán antes, pero es un aspecto crucial. Hasta 24 líneas interurbanas (seis de ellas nocturnas) discurren por la A5. En hora punta llegan a ser más de un autobús por minuto.

El Ayuntamiento de Madrid ha solicitado, además, el refuerzo de la línea C5 de Cercanías, que transita entre Móstoles-El Soto y Humanes. Actualmente, entre las 6.37 y las 8.58 horas la frecuencia de paso de trenes es, en condiciones normales de funcionamiento, de cinco minutos.

Itinerarios alternativos de tráfico

Para el tráfico de vehículos particulares, el Ayuntamiento de Madrid propone otras rutas para acceder o dejar la capital. En concreto, para la entrada se plantea tomar la A5R, en el kilómetro 12 de la A5, en dirección hacia la M40. Una vez allí, para seguir hacia la M30 sur se debería tomar la A42 y para continuar hacia la M30 norte por la M-503.

Para la salida se propone también buscar la M40, que acaba conectando con la A5 en el kilómetro 10. Desde la M30 sur el acceso a la M40 se puede hacer desde la A42 o desde la Vía Lusitana. Otra opción que se plantea es llegar a la A5 desde General Ricardos a través la Avenida de los Poblados. Desde la M30 norte, la alternativa pasa por tomar la A6 hasta la M40 y coger desde esta autovía de circunvalación la A5.

Eso para evitar el tramo en obras. Para la movilidad interior por el tramo en obras, lo que se plantea es utilizar las calles de Sepúlveda y del Concejal Francisco José Jiménez Martín para llegar por la calle de Caramuel hasta el Paseo de Extremadura y la M30. Para ello, apuntan fuentes municipales, se regularán los semáforos para dar preferencia a los vehículos según convenga. También se adaptarán al incremento de tráfico previsto durante las obras los cruces de la M502 y la y avenida de los Poblados desde la A5 hasta la calle de Valmojado.

Señalización y monitorización

El plan de movilidad contempla también otras medidas. Entre ellas, la señalización de aviso de los tramos en obras en los llamados "puntos de decisión" en las vías de gran capacidad como la M40 o la propia A5 o en espacios como el Paseo de Santa María de la Cabeza, la glorieta de Pirámides o la calle de Toledo para que los conductores puedan considerar las alternativas. Asimismo, asegura Cibeles, se va a realizar una monitorización de aforos con objeto de lograr "una imagen real del flujo de tráfico" por medio de herramientas digitales.