MADRID

Tercer verano consecutivo a más de 40 ºC en el Puerta Abierta de Madrid: "Ponen parches, pero tienen que cambiar la instalación completa"

El centro sanitario para personas sin hogar ha llegado a registrar 46ºC en habitaciones con pacientes que utilizan máquinas de oxígeno

El Ayuntamiento de Madrid sostiene que las incidencias "han sido subsanadas con la mayor agilidad posible"

Paciente del centro sanitario para personas sin hogar Puerta Abierta de Madrid, en 2022, el primer año sin aire acondicionado.

Paciente del centro sanitario para personas sin hogar Puerta Abierta de Madrid, en 2022, el primer año sin aire acondicionado. / Alba Vigaray

Los trabajadores atienden como cada verano desde hace tres la llamada de EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. La conversación siempre empieza de la misma manera: "Sí, estamos sin aire". El centro de personas sin hogar Puerta Abierta, ubicado en un páramo en el distrito de Latina, rodeado por la M-40 y el Aeropuerto de Cuatro Vientos, siempre bajo un sol inclemente, atiende a ciudadanos en situación de calle que por afecciones médicas precisan de atención sanitaria constante.

Sus instalaciones han vuelto a superar por tercer año consecutivo los 40 °C. Y de sobra, según trasladan los trabajadores a este diario. "El material con el que está hecho el edificio no aísla, está en un descampado y el interior se recuece. Hemos llegado a 46 °C en alguna habitación donde hay pacientes con máquinas de oxígeno y se suma el calor. Algunos termómetros marcaban 55 °C, pero queremos creer que no eran muy fiables", sostiene un empleado.

Los trabajadores declaran que este año tres compañeras han sufrido golpes de calor y una de ellas ha tenido que ser atendida por SAMUR-Protección Civil en el centro. "Y ya los residentes... porque están hechos de hierro y aguantan el doble que nosotros, pero no se puede estar en las habitaciones. En el pico de la ola de calor más fuerte de este año, hacía más calor dentro del centro que fuera, que parecía que corría aire incluso", afirman.

El año pasado, uno de los residentes que estaba durmiendo en la calle "huyendo del calor que hace en el centro", explicaron los trabajadores, murió fuera de las instalaciones de Puerta Abierta. El fallecido llevaba alrededor de siete años en el centro, "era uno de los más antiguos", y tenía 67 años. "Llevaba una semana fuera, así que fuimos a hablar con él para saber en qué zona estaba durmiendo y dijo que no quería volver al centro porque hacía un calor que no podía soportar", insistieron desde la representación de los trabajadores de Puerta Abierta. Desde el Consistorio confirmaron que el fallecido era una persona usuaria del centro que fue "encontrado a primera hora de la mañana sin signos de golpe de calor". "Se desconocen las causas del fallecimiento por ahora", añadieron fuentes municipales.

Problemas desde hace más de una década

En 2023, la representación legal de los trabajadores declaraba para este periódico que "llevamos teniendo problemas con las instalaciones del centro casi desde que se abrió, hace 12 o 13 años". Este centro de acogida municipal se inauguró en 2001, pero sólo permitía el acceso de personas sin hogar por las noches, no como ahora, que acoge a 130 residentes, que ingresan tras pedir plaza en el Samur Social o en el centro de acogida San Isidro.

Usuaria del Centro de Acogida Municipal para Personas sin Hogar Puerta Abierta, en Madrid.

Usuaria del Centro de Acogida Municipal para Personas sin Hogar Puerta Abierta, en Madrid. / Alba Vigaray

Desde el Área de Gobierno de Políticas Sociales, Familia e Igualdad reconocen que "durante el mes de agosto se han producido incidencias con el aire acondicionado del centro, que han sido subsanadas con la mayor agilidad posible". "Ante cualquier tipo de avería se han adoptado medidas inmediatas, como la provisión de pingüinos, para garantizar el confort térmico hasta que el problema se solucionase. Además, la empresa de mantenimiento ha realizado revisión diaria de la temperatura", añaden.

Los empleados de Puerta Abierta critican que "ponen pequeños parches, pero es un aparato tan pequeño para refrigerar todas las zonas que, a la que pasa un día o incluso en la misma jornada, se recalienta y deja de funcionar". La solución, dicen, es "cambiar la instalación completa y eso es mucho dinero", entre 80.000 y 90.000 euros, calculan.

El Ayuntamiento recuerda que se han llevado a cabo acciones con anterioridad, como las de septiembre de 2023, cuando el distrito acometió obras de mantenimiento y mejora en las instalaciones del centro con un presupuesto de 269.000 euros. "Entre las actuaciones, se revisaron y repararon las máquinas de climatización, que durante este año han funcionado sin incidencia", alegan fuentes municipales.

"Seguimos trabajando para asegurar la mejor atención y estancia de los usuarios, adecuando los espacios del Centro para que trabajadores y usuarios permanezcan en la zona más fresca. Además, desde el distrito de Latina se están estudiando otras medidas a largo plazo, que en caso de poder acometerse se harán cuando las temperaturas del exterior lo permitan", señalan desde el Área de Políticas Sociales.

Climatización de zonas comunes

Fuentes de la plantilla aseguran que han tenido que habilitar el comedor con un pingüino para que los usuarios puedan dormir ahí. "El Ayuntamiento conoce la situación y sabe que tiene que cambiar la instalación, pero hasta que no ocurra una desgracia no van a hacer nada. Ponen parches, hacen unos arreglos en la refrigeración que no ayudan para nada y compran pingüinos para que nos refrigeremos trabajadores y residentes, pero este año hacía tanto calor en las zonas comunes que el pingüino no hacía nada. Se ha metido tanto el calor que ya da igual lo que pongamos", aseguran. 

Comedor del centro de acogida para personas sin hogar Puerta Abierta, en Madrid, en el verano de 2022.

Comedor del centro de acogida para personas sin hogar Puerta Abierta, en Madrid, en el verano de 2022. / Alba Vigaray

Este año, recalcan, no han tenido que lamentar daños graves a ningún residente. "Se encuentran mal, tienen náuseas, pero no les ha atendido el SAMUR", pero consideran que "hasta que no obliguen [al Ayuntamiento] a cambiar el sistema de refrigeración, por humanidad o por dar calidad al servicio no lo van a hacer". La relación entre los sanitarios y el resto de empleados de Puerta Abierta y los de la compañía de mantenimiento Ingesan es "lamentable". "Los de la empresa nos han llegado a decir que éramos nosotros los que manipulábamos el sistema de refrigeración para que no funcionara. Sólo les han dejado las llaves a sus trabajadores", agregan.

"Nos da miedo porque cada verano es peor que el anterior. Habían avanzado que este iba a ser el más caluroso y es cierto que las temperaturas subieron más tarde, pero si ocurre como hace dos años, que empezamos con las olas de calor en mayo, es insufrible. Como venga un verano complicado, un día va a fallecer alguien. No nos gustaría tener que lamentar eso cuando se ha avisado durante tanto tiempo", concluyen.