EL CORREO GALLEGO

Más de la mitad de los dueños de eucalipto son pensionistas, viven fuera de Galicia o han muerto

Las talas se rebajaron un 11% durante el 2023, con respecto al año anterior

Plantaciones de eucalpito en la provincia de Pontevedra

Plantaciones de eucalpito en la provincia de Pontevedra / Marta G. Brea

El eucalipto continúa siendo la especie más importante del sector forestal-madera en la comunidad. De hecho, el pasado año acumuló el 57% de las talas realizadas en la comunidad, con más de 5,5 millones de metros cúbicos. Además, las hectáreas de superficie que ocupa se incrementaron en un 1,5%, hasta las 419.051, como se desprende de los datos relativos a los mapas de coberturas del Inventario Forestal Continuo de Galicia (IFCG) expuestos ayer en la presentación del informe sobre la cadena forestal- madera de la comunidad durante 2023 elaborado por la Universidade de Vigo, con el apoyo de la Axencia Galega da Industria Forestal (Xera).

Este crecimiento, según explica el subdirector de la Escola de Enxeñería Forestal de la UVigo y coordinador del estudio, Juan Picos, en declaraciones a este diario, responde a las plantaciones realizadas de esta especie justo antes de la moratoria dictada en 2021. De hecho, en este sentido, el investigador augura que los resultados de la veda temporal a la plantación de eucalipto en la comunidad comenzarán a verse en el IFCG «previsiblemente a partir de 2025».

El análisis, a cuya presentación acudió la conselleira de Economía, María Jesús Lorenzana, incluye además por primera vez información referente a la «caracterización de los propietarios» a partir del análisis de los datos de 50.000 personas. Una labor en la que resultó fundamental la colaboración del Instituto Galego de Estatística (IGE). Gracias a este trabajo se puede observar que más de la mitad de los propietarios de eucalipto en la comunidad son pensionistas (30%), viven fuera de Galicia (13%) o han muerto (11%).

La provincia de A Coruña, donde más de la mitad de la masa arbolada pertenece a esta familia, como denunció recientemente la asociación ecologista Arco Iris, es también la demarcación donde se concentran la mayor parte de los propietarios, justamente el 55%.

Las talas se desplazan hacia el sur

Más allá de las cifras de facturación y la previsión de cara al próximo año, Picos destaca la tendencia creciente de las talas en concellos del interior de las provincias de A Coruña y Lugo, en contraposición al descenso de las mismas en comarcas de costa, donde la actividad forestal históricamente ha tenido mucha fuerza, como Ortegal o la Mariña lucense. Este hecho responde, sobre todo, a la expansión del Eucalyptus nitens en esta área, una especie que se adapta de mejor manera a la altitud y las condiciones metereológicas del interior. «Esto está provocando que el centro de gravedad de las talas esté bajando hacia el sur», señala el investigador de la UVigo.

No obstante, las talas tanto de eucalipto, como de conífera y frondosa, han caído durante el pasado año un 11% en la comunidad. Un descenso que, según señala Picos, tiene su origen en el último trimestre de 2022 cuando comenzó a manifestarse «un cambio de tendencia», que se vio agravado ya en 2023, «cuando la demanda bajó y con ella los precios del producto». A esto se sumó un «alza de los costes» que podría haber motivado «que algunas empresas comenzasen a frenar su producción».

Las previsiones del presente año realizadas por los investigadores auguran un incremento con respecto al pasado año, también en términos de facturación. Sin embargo, todavía por debajo de la actividad llevada a cabo en 2022, cuando se alcanzaron máximos históricos.

El sector forestal-madera arroja una facturación anual de 2.400 millones

Sin duda, la importancia del sector forestal-madera en la economía y el mercado laboral gallego es incontestable. De hecho, las 19.000 personas que desempeñan su actividad profesional en este ámbito representan el 12% del empleo industrial en la comunidad. Una cifra a la que habría que añadir a los trabajadores por cuenta propia y todos aquellos que tienen su afiliación vinculada a actividades que forman parte de la cadena de valor como la producción de energía, el transporte o la construcción.

La actividad del sector el pasado año arrojó una facturación de más de 2.400 millones de euros, un 10% menos que durante 2022 cuando la cadena monte-industria logró máximos históricos, un descenso casi proporcional al menor número de talas. Al igual que durante toda la serie histórica, el subsector que aporta la mayor parte de la facturación es el de los tableros y la pasta de celulosa , suponiendo casi el 40% de la misma.

La conselleira de Economía, María Jesús Lorenzana, resaltó durante su intervención en la presentación del informe, la importancia de un sector que es «indispensable para la economía verde y el equilibrio territorial». Así, destacó la apuesta de la Xunta por «seguir impulsando la modernización de las industrias de segunda y tercera transformación, sabiendo que se trata de un sector clave para fijar población».

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