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Llegan los primeros hoteles al barrio de la Malvarrosa de Valencia: "Nos gustaría que se hicieran viviendas"

Los vecinos valoran más la promoción de viviendas para los jóvenes que la llegada de turistas tras las mejoras urbanísticas en el barrio

Chaflán de la avenida de la Malvarrosa, a pocos metros de la playa, donde se va a construir un edificio hotelero con apartamentos.

Chaflán de la avenida de la Malvarrosa, a pocos metros de la playa, donde se va a construir un edificio hotelero con apartamentos. / M. A. MONTESINOS

Hortensia García

La Malvarrosa estrenará en breve el primer hotel del barrio. Será un cuatro estrellas promovido por inversores valencianos que han visto el potencial de un barrio con playa donde se están llevando importantes mejoras urbanísticas y donde al igual que ha ocurrido en el vecino barrio del Cabanyal, con nuevo plan de reconstrucción en marcha, han empezado a proliferar los apartamentos turísticos. La promotora V5 Housing impulsa el que será el primer hotel de categoría superior en abrir en el barrio. El hotel tendrá 170 habitaciones distribuidas entre cinco y siete alturas. Contará con aparcamiento propio y una planta ático con terraza. La codiciada primera línea de playa del frente marítimo de València no tiene espacio disponible, al menos en la Malva-rosa, para grandes hoteles, por eso los inversores buscan emplazamientos próximos.

Además del citado hotel de lujo que se está construyendo entre la calle Padre Antón Martín y el arranque de la avenida de la Malvarrosa, en esta misma arteria principal del barrio, se van a hacer otros dos edificios de uso hotelero. El primero ocupa un chaflán entero y, según apuntan los vecinos, las casas y bajos comerciales del lugar se empezaron a derribar hace solo unos meses, coincidiendo con el inicio de las obras de urbanización de la avenida. El Ayuntamiento de València ha convertido, gracias a la financiación europea de los fondos Next Generation, esta larga avenida en un bulevar semipeatonal, de plataforma única, con menos tráfico, arbolado y zonas de estancia con bancos. En la misma avenida, apuntan los vecinos de la zona, también se ha comprado otro solar (en la Malvarrosa hay muchos) donde se anuncia otro hotel.

Los vecinos de toda la vida de la Malvarrosa, que siguen saliendo periódicamente a la calle para protestar por los problemas de inseguridad del barrio asociados al conflictivo grupo de las "casitas rosas", punto negro de venta de droga, delincuencia e infravivienda, ven con cierto escepticismo la llegada de turistas al barrio. "Nos gustaría que se hicieran viviendas para que la gente joven no tenga que irse fuera a vivir", explica Mercedes Falcó.

Con las playas del sur de València blindadas (con la excepción del hotel Sidi) frente al ladrillo por la figura del Parque Natural de la Devesa, la fachada marítima norte de la capital valenciana se ha convertido en un zona muy codiciada por los inversores. Ese apetito por el litoral valenciano, animado en buena medida por las mejoras urbanísticas en barrios singulares como el del Cabanyal y ahora la Malva-rosa, junto con el desbloqueo de planes urbanísticos como el Grao y Moreras, ha quedado en evidencia en foros como el "Encuentro inmobiliario 2024. Claves y perspectivas" donde algunos inversores se mostraron sorprendidos del valor desaprovechado de las playas del norte de la capital.

Lo cierto es que en la fachada marítima, en la primera línea de barrios como el Cabanyal, el nuevo plan urbanístico veta los usos hoteleros, y eso que los promotores hoteleros alegaron para conseguir recalificar solares para hacer hoteles "acostados", de volumetría baja acorde a la singularidad del frente marítimo valenciano. En el paseo de Neptuno si hay nuevas infraestructuras hoteleras a la vista. Un inversor valenciano se ha hecho con la propiedad de varios locales de antiguas arrocerías que prevé transformar en un nuevo hotel de cinco estrellas.

Interior de los barrios

Este establecimiento, junto con el solar de uso terciario previsto en Eugenia Viñes, en una de las cinco nuevas unidades de ejecución del Plan del Cabanyal, y el edificio de uso también terciario previsto en la Marina de València, en la parcela ubicada entre el edificio del Reloj y la Estación Marítima (ahora espacio de trabajo de empresas tecnológicas), son los únicos hoteles en primera línea previstos.

Los promotores hoteleros se han tenido que ir hacia el interior de los barrios del frente marítimo para impulsar sus proyectos. La Malva-rosa, que en breve estrenará sus primeros hoteles, es un ejemplo.