EL PERIÓDICO DE CATALUNYA

Una segunda Casa Orsola en el 243 de la calle Mallorca: Barcelona investiga la compra y vaciado de la finca

El ayuntamiento evalúa la documentación del caso, marcado por una oportuna división horizontal y una ubicación 'premium', por "indicios de haber intentado evitar el cumplimiento de la declaración de área de tanteo y retracto"

Entrada al edificio del 243 de la calle Mallorca.

Entrada al edificio del 243 de la calle Mallorca. / ZOWY VOETEN

Meritxell M. Pauné

La mediática Casa Orsola tiene una alma gemela a una decena de calles, en el mismo distrito del Eixample. Se trata también de una antigua propiedad vertical con pisos de alquiler convencional, con una ubicación tan inmejorable como atrasado está su mantenimiento. Al morir el dueño histórico, los herederos trocearon la finca en cuatro partes y la vendieron este julio a cuatro sociedades de inversión coordinadas. Ya solo quedan 7 de los 11 inquilinos originales y uno de ellos ha recibido ya el burofax para echarle. El ayuntamiento analiza la operación por si "puede haber indicios de haber intentado evitar" adrede la adquisición municipal vía tanteo y retracto.

El edificio en cuestión está en la calle Mallorca 243, entre la Rambla Catalunya y el refinado pasaje Mercader. No tiene ascensor ni pasó la ITE, según los vecinos. No está catalogado como patrimonio, tampoco. “Somos la última finca sólo de inquilinos que queda en este tramo de calle y una de las pocas que quedan en esta zona de la Dreta del Eixample”, reivindica en nombre de los siete afectados Gemma Tramullas, que nació y creció en el distrito central de Barcelona y lleva 25 años en su piso.

“Toda la finca se vendió por unos 6 millones de euros y nuestras viviendas se destinarán con toda seguridad al segmento de gran lujo con el gancho de la localización premium, aunque estén hechas trizas”, asumen. No es una conjetura: el ático, que quedó vacío hace décadas por un incendio, se anuncia a 2,6 millones de euros con las paredes aún calcinadas. Un piso sin reformar de 90 m² con patio, por 790.000 euros. El resto de precios no andarán lejos, calcula: “Nos encontramos desconocidos que suben y bajan las escaleras hablando inglés, francés o con acento ruso, suponemos que son inversores que visitan los cuatro pisos que están vacíos”, añaden.

Tramullas no duda que el destino de su hogar será el mismo: “El mismo día que la empresa Palau & Manfredi lo compró, el 25 de julio, lo vendió a otra empresa”, recalca. Como ella, tres pisos más están sin contrato vigente, en una “prórroga tácita” que la ley permite alargar como máximo tres años y que puede rescindirse cada anualidad. Un cuatro inquilino, el conocido periodista Ramon de España, ha recibido este enero la notificación que oficializa la finalización del arrendamiento: “Tiene que marcharse en junio”. Aunque pertenece a otra de las empresas inversoras implicadas, el burofax lo envía Palau & Manfredi, lo que según los afectados demuestra que lidera la operación de reconversión de la finca. Este diario ha tratado de contactar con la mencionada empresa, sin éxito.

“Además hay dos familias jóvenes -prosiguen- a las que se les acaba el contrato de alquiler en unos dos años y medio”. Y el undécimo piso era de un vecino que sí pudo ejercer el derecho de tanteo y retracto al ser el único con contrato antiguo indefinido. “Todo lo que sabemos sobre organizarnos, lo hemos aprendido del Sindicat de Llogateres”, agradecen los siete vecinos que quedan.

Intervención municipal

Una representación de los siete vecinos movilizados relató su caso en un consejo de barrio del distrito del Eixample el pasado noviembre y reclamó públicamente la intervención del consistorio. Al mes siguiente tenían la primera reunión con representantes de distintas áreas del Ayuntamiento de Barcelona, confirman portavoces municipales. "Compartieron información sobre el caso, intercambiaron documentación y analizaron la situación con voluntad de mantener una comunicación permanente", detallan. "La Oficina de Vivienda del Eixample está atendiendo a los inquilinos de la finca para analizar uno a uno los casos y estudiar el estado de los contratos", añaden.

En paralelo, el ayuntamiento afirma que "está recabando información sobre la compraventa de la finca para evaluar si en este caso concreto puede haber indicios de haber intentado evitar el cumplimiento de la declaración de área de tanteo y retracto en la ciudad de Barcelona y de la Ley de urbanismo, al no ofrecer la finca a la administración para ejercer la compra por tanteo y retracto". "Una vez que el Ayuntamiento disponga de esta información, se volverá a reunir con los representantes de los inquilinos e inquilinas", concluyen.