LA NUEVA ESPAÑA
Ni Asturias ni Cantabria cobrarán el rescate al joven leonés accidentado en Picos de Europa
Senén Turienzo no fue negligente porque llevaba crampones para carreras de montaña
Los helicópteros pasaron varias veces sobre el montañero sin verlo

Un rescatador del SEPA, durante el rastreo en helicóptero en busca de Senén Turienzo. / SEPA
Ni Asturias ni Cantabria cobrarán rescate a Senén Turienzo, el joven leonés de 23 años que se accidentó en los Picos de Europa y permaneció a la intemperie casi una semana con graves lesiones en la cara –se fracturó la mandíbula– y los brazos. Ninguna de las dos administraciones encuentra motivos que justifiquen ese cobro. El de la negligencia se cae si se tiene en cuenta que el joven llevaba unos crampones de los que se utilizan en las carreras de montaña. Turienzo es además un montañero experimentado, con mucho monte, a pesar de su relativa juventud.
Tanto en Cantabria como en Asturias el cobro de tasas de rescate es muy excepcional. El Principado solo cobró 42 de los 1.485 rescates llevados a cabo en la pasada década, entre ellos alguno realizado en el Urriellu o en el Cares, y solo en casos de evidente negligencia. Para poder hacer frente a estas tasas, las federaciones de montaña aconsejan federarse y suscribir un seguro.
En el caso de Senén Turienzo, la tardanza en encontrarlo tuvo que ver con una primera información según la cual podrían encontrarse en la zona de Ándara (macizo oriental de los Picos de Europa). El guarda del Casetón había hablado con él el sábado 21 de diciembre y había tratado de disuadirle de subir al Valdominguero para bajar luego por la canal de Jidiellu a las vegas de Sotres. La búsqueda se inició el día de Navidad en esa parte de los Picos, después de que el joven no finalizase la ruta que tenía prevista por los tres macizos. Durante varios días se insistió en esa zona, recabando incluso medios especializados del GREIM de fuera de la región.
La comunicación a los rescatadores de una información crucial –que el joven había sido visto el 21 de diciembre por un guarda del Parque de Picos de Europa en la zona de Pandébano– hizo que se reenfocase la búsqueda, centrándola en la vega de Urriellu y en la ruta hacia Cabaña Verónica y Collado Jermoso, que era una de sus pretensiones.
Como la búsqueda estuvo varios días centrada en la zona de Ándara, los helicópteros de rescate estuvieron pasando por encima del Jou de los Boches sin percatarse de que el joven leonés se encontraba allí mismo. De hecho, cuando se revisaron las grabaciones de las aeronaves se comprobó que el joven se encontraba en el mismo lugar donde fue encontrado en la mañana del 27 de diciembre.
Senén había sufrido un fortísimo golpe en la cara, que le fracturó la mandíbula y le provocó una gran hinchazón. Se refugió entre unas piedras en medio de neveros. Cuando escuchó a los rescatadores, a duras penas se levantó y gritó pese a sus graves lesiones.
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