LA OPINIÓN DE ZAMORA
"Nos pagan a 3 céntimos el kilo": el nuevo uso de la lana de oveja que podría salvar la ganadería en la frontera entre España y Portugal
Profesores y estudiantes del Instituto Politécnico de Braganza estudian en aldeas de Aliste y Tras os Montes nuevos usos de una materia prima en decadencia

Un pastor de la zona con sus ovejas. / Ch. S.
Chany Sebastián
La lana de ovejas autóctonas de 'La Raya' de España y Portugal, que antaño fue la materia prima de las históricas capas de Honras y Respeto Mirandesa y Alistana, puede convertirse en uno de los más efectivos y económicos aislantes térmicos en la construcción de viviendas contribuyendo a poner en valor un producto en plena decadencia y, con ello, fortalecer las sufridas economías de las familias con explotaciones de pastoreo extensivo en el Distrito de Braganza (concelhos rayanos de Miranda, do Douro, Braganza y Vimioso) y en la provincia de Zamora.
Esta fue la conclusión del Seminario "Innovación y Desafíos" desarrollado a lo largo del mes de enero en el concelho fronterizo de Miranda do Douro por el Instituto Politécnico de Braganza (IPB) que contó con la participación de 20 estudiantes, distribuidos en cinco equipos multidisciplinares que, junto a 14 profesores, visitaron varias aldeas y explotaciones fronterizas.
Nuno Rodrígues, vicepresidente de la Cámara Municipal de Miranda do Douro, que actuó como anfitrión, destacó la importancia de establecer una estrecha y permanente colaboración con la educación superior y muy en particular con el Área de Investigación Científica.
La iniciativa "Innovación y Retos" es, según Vera Ferrero, presidenta del Área de Emprendimiento, Empleabilidad e Innovación Pedagógica del Instituto Politécnico de Braganza , un proyecto que se está desarrollando en conjunto con los agentes sociales del territorio fronterizo, entre ellos los propios municipios y las asociaciones. Consensuando las soluciones propuestas que a partir de ahora se investigarán y se desarrollarán en el IPB para, en el caso de que sean viables, puedan ya pasar aplicarse sobre el terreno.
Tras los trabajos de investigación y estudios previos necesarios para desarrollar sus propuestas los alumnos portugueses disfrutaron de una semana de trabajo en el Centro de Formación Agraria de la aldea de Malhadas (Miranda do Douro) lo cual les permitió conocer a fondo tanto la labor que desarrolla la Asociación Nacional de Criadores de Ovejas de la Raza Churra Galega Mirandesa como de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Vacuno Mirandés.
Una intensa labor de investigación que alabó Andrea Cortinhas, secretaria técnica de la Churra Galega Mirandesa. "El aislamiento térmico puede ser una solución viable, dado que se utilizaría la lana al natural, sin tratamientos, ni lavados, lo cual abarataría el material", aseguró la experta.
El proyecto estrella fue sin lugar a dudas el de utilizar la lana de Churra Galega Mirandesa como aislante térmico. Guedes Calismar, alumna de Ingeniería Zootécnica de la Escuela Superior de Braganza, señalaba que "la lana de la Raza de Oveja Churra Galega Mirandesa es más áspera en comparación con otros materiales y por ello ya no se utiliza en la confección de prendas de vestir" aseverando que, con la desaparición de antiguos oficios como el tejido, la lana dejó de ser útil y "por eso nuestro proyecto consiste en buscar soluciones para el uso de la lana y descubrimos que puede ser un aislante térmico".
Las razas de ovino rayanas Castellana en España y Churra Galega Mirandesa en Portugal fueron durante siglos las productoras de millones de kilos de lana virgen utilizadas en la confección de paños con los que luego se elaboraba la indumentaria tradicional alistana y trasmontana. Afamados eran los batanes del río Aliste y Frío, los telares y tejedores alistanos. Hoy sobrevive solo haciendo paños a la antigua usanza el batán de Val de San Lorenzo en León.
Muestra de su impermeabilidad y aislamiento térmico son los ancestrales paños pardos y las capas pardas de Honras y Respeto "Alistana" y "Mirandesa" que en su variante más sencilla, las "Capas de Pastor" salvaguardaban a los pastores, zagales, vaqueros y reveceros del frío, la lluvia, la nieve y el viento mientras cuidaban sus rebaños de ovejas y vacas.
En la actualidad la lana de oveja es una materia prima desahuciada y los propietarios de rebaños "no es que saquemos beneficios es que nos vemos negros para poder venderla y que no nos estorbe en casa. Cuesta más pagar a los esquiladores que lo que en si vale la lana".
Hasta no hace muchos años un ganadero alistano con un rebaño de mil ovejas "sacábamos sin problemas unos 1.500 euros por la lana, estaba muy bien valorada y se vendía bien. Ahora nos pagan sólo a 3 céntimos de euro el kilo, unos cuarenta euros por la de todo el rebaño y contentos que nos la lleven porque si no tenemos un problema pues, aunque la quisiéramos quemar es que ni arde". Un esquilador cobra en torno a 1,5 euros por oveja, lo que demuestra que cuesta mucho más la esquila que lo que reporta la venta de la lana.
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