ALTAS TEMPERATURAS

El calor irrumpe como factor electoral

Las altas temperaturas condicionan la organización de los actos de campaña de los partidos que tratan de buscar lugares con sombra o a cubierto

Mitin de la plaza de toros en octubre de 2021.

Mitin de la plaza de toros en octubre de 2021. / EP / ROBER SOLSONA

Mientras Carlos Mazón reivindica la fuerza del PP en la provincia de Valencia, critica que el Botànic haya estado ocho años dormido y alude a los "vientos del cambio", entre el público se oye un runrún. Es domingo 23 de abril, en el auditorio de la Cova Gran de Paterna el sol pega directo y acaba provocando que una de las asistentes sufra un desvanecimiento y tenga que ser sacada de la grada. "Esto es un ensayo general para la plaza de toros", había dicho Mazón minutos antes. Y el termómetro también formó parte de la prueba.

El calor se ha colado en la campaña como un factor más a tener en cuenta por los partidos. No es uno de los grandes temas electorales que marcan la fluctuación de miles de votos como la sanidad, la educación, los impuestos o la inflación, sin embargo, la situación climática de finales de mayo con una temperatura por encima de la ya habitualmente alta para estas fechas condiciona el funcionamiento de la campaña con su consiguiente réplica en las urnas.

En la medianoche del 12 de mayo empezará el periodo oficial para poder pedir el voto y los partidos ya planean sus mítines. Y en ello el tiempo forma parte de las circunstancias a tener en cuenta. "Nos condiciona para elegir espacios y horas, y también para la movilización", admite Álex Vila, responsable de actos públicos del PSPV. Los socialistas, explica, están apostando por actos al aire libre a pie de calle por lo que, indica, tratan de buscar plazas que tengan árboles o elementos que tapen el sol y cuidar más la hora. "Si hace mucho calor no pueden ser muy largos", añade.

El calor se ha colado también como parte del principal evento de la campaña del Partido Popular: el mitin en la plaza de toros de Valencia. Los 'populares' prevén reunir a más de 10.000 personas al mediodía, en los momentos de mayor insolación, convirtiendo la temperatura en un reto. Para ello, en la sala de máquinas del PP se preparan para hacer un dos por uno y repartir merchandising como abanicos y sombreros que además de para combatir el calor sirvan de promoción. Asimismo, se prevé repartir botellas de agua fría y hasta se plantean poner pulverizadores para humedecer el ambiente.

"Aprendimos la lección"

En Compromís ya tienen una mala experiencia al respecto. Hace dos campañas, en un acto en el cauce del río Turia, recuerdan que el calor hizo estragos. Es por ello que para esta miran mucho que en los actos exteriores haya "mucha sombra" así como repartir sombreros. "Aprendimos la lección", indican. Por su parte, fuentes de Unides Podem insisten en que los eventos entre las 12 y las 18 horas intentan que sean a cubierto o en sombra para evitar insolaciones mientras que los actos nocturnos siempre son a cubierto para asegurar una iluminación adecuada.

Pero el calor no es solo una cuestión a tener en cuenta para los actos, también puede acabar teniendo reflejo en las urnas. La primera variable es si un fin de semana de mucho calor el 27 y 28 de mayo puede animar al éxodo a la playa o a los lugares de vacaciones marcando la participación el día de las urnas. Tal y como señala la politóloga, Blanca Nicasio, en las elecciones de hace un año en Andalucía, celebradas en junio, la participación se comportó relativamente bien, con un 58 %, dos puntos más que en las anterior cita aunque fue el tercer peor dato histórico.

Sin embargo, la también coordinadora del Grado de Ciencias Políticas del CEU rechaza que se tratara por el calor y considera que influyeron otros factores como la seguridad de que ganaría Moreno Bonilla. Así, indica que en el caso valenciano para el 28M la situación es diferente. "En principio cabría esperar una participación alta", explica. Al haber una percepción de resultado reñido, "el votante se activa". De hecho, que la Comunitat Valenciana aparezca como un territorio clave en el panorama estatal aumenta esta línea. También que coincida con las elecciones municipales.

¿A quién beneficia la participación?

La duda es a quién le beneficia o perjudica una participación alta, si esta lo fuera. "Es un poco aventurado", explica Nicasio. Señala que habitualmente una participación alta perjudica a quien está en el gobierno porque supone que hay una movilización para echarlo. Sin embargo, admite que este gran rechazo no se palpa en el caso del Consell por lo que una alta participación podría beneficiar, en este caso, a los actuales responsables autonómico ya que quien gobierna suele ser más conocido, recibiendo parte del voto desideologizado.

No lo tienen tampoco claro en los partidos. Todos admiten que una participación alta es lo más "democrático", sin embargo, ninguno tiene claro hacia que lado podría inclinar la balanza. Habitualmente se ha considerado que a la izquierda le favorece una alta participación. "Suele implicar la activación de sectores desencantados y propicios a los cambios que se proponen por la izquierda", analizan fuentes de Unides Podem.

Sin embargo, las mismas avisan que los cambios de gobiernos "suelen ir acompañados de altas participaciones" lo que iría en contra de la continuidad del Botànic. A ello se sumaría que en las elecciones autonómicas "hay un electorado de derechas, centralista en lo territorial, reticente a acudir a las urnas en una cita autonómica y que sólo votan si hay un fuerte rechazo al gobierno". "Así que la participación dará claves pero difícilmente a priori", es el resumen desde las salas de máquinas de los partidos.

Activar al votante progresista

Sin resolver la duda de a quién beneficia la participación alta en general y más allá de un fin de semana de playa que haga olvidar la cita con las urnas, Nicasio señala que el calor podría tener otro efecto en el resultado electoral: activar al votante de izquierdas. "Si seguimos con un calor anómalo y sigue sin llover se achacará la situación al cambio climático y se verá que sus efectos ya han llegado", expresa. El cambio climático, añade, es un tema "politizado", no existe consenso y, por lo tanto, interpela a una parte del electorado y no a otro. En este caso, al votante más progresista que ve en esta situación una "emergencia" frente a la que actuar. Quizás, por ello, más que encuestas, haya que empezar a mirar termómetros.