EXTREMADURA

Un hombre cacereño con discapacidad: "Las limitaciones nos las pone la gente, y nosotros mismos"

Pedro María Rico cultiva la música y el deporte, y a pesar de las dificultades, demuestra ser capaz de superar cualquier obstáculo

Pedro María Rico entrenando en Cáceres

Pedro María Rico entrenando en Cáceres / CARLAGRAW

Alberto Manzano Cortés

Es un hombre de retos. Una discapacidad visual le acompaña desde que nació. Pero eso no le impidió estudiar en el colegio, realizar Secundaria, Bachilleratocursos de Osteopatía y Fisioterapia, así como una amplia formación en el sector del fitness (pilates, zumba, danza y distintos entrenamientos), tocar el piano... "Una fiebre alta cuando era un recién nacido, afectó a uno de mis nervios ópticos, y me produjo un 68% de ceguera en ambos ojos", explica Pedro María Rico.

Él tiene claro que los límites se los pone uno mismo. "Mi adolescencia fue muy difícil, siempre me sentí el bicho raro, el diferente y durante años sufrí bullying en el colegio por este motivo. Aunque si se quiere se puede. Las limitaciones nos las pone la gente, y nosotros mismos", destaca con gran orgullo. En la música, el baile y el deporte encontró su mejor aliado para salir adelante.

Los vecinos del cacereño barrio de Moctezuma y alrededores lo conocen muy bien. Lleva ya varios años como maestro del yoga y de la gimnasia en la zona. Su centro (Like) es acogedor y cálido, con música variada en función de cada actividad, pelotas de fitball, colchonetas por el suelo, una habitación de quiromasaje y rehabilitación, dibujos en las paredes... Este local es un paso gigante en sus sueños y llegó tras mucho esfuerzo. "En este tiempo me dediqué a trabajar por cinco, pero nunca dejé de aprender", señala Rico.

Disciplinas

La sonrisa en el rostro de Pedro es prácticamente constante. Aunque no vea bien, eso no le impide hacer de todo. "Para mí dar las clases de zumba o danza es como un juego. Me encanta animar a la gente. El baile, la capacidad para moverse con la música, es universal y no entiende de edades, sexo, circunstancias… Además, hay sitio para el yoga y para el pilates. Son dos disciplinas muy parecidas. Vienen muy bien para la salud. No es un deporte donde haya que competir, es un ejercicio con uno mismo. Muchos asisten porque tienen problemas físicos o estrés; gente que quiere desconectar. La mente nos controla y aquí aprenden a dominarla, a superar barreras, a relajarse y a respirar. Y me formé en estas materias porque las personas cada vez se cuidan más, y también sufren más: ansiedades, insomnios, depresiones...", manifiesta Pedro a El Periódico Extremadura.

A Pedro la música le da, según cuenta, "alas". Cuando toca el piano o la escucha para practicar deporte, se convierte en otra persona, y es capaz de apreciar la vida de una forma muy especial. "La música me da una sensación de libertad. Cuando estoy tocando el piano o practicando un ejercicio físico con alegría. Es mi forma de entender las cosas".

Su lucha y dedicación puede servir de ejemplo. "Yo siempre pienso que cada persona tiene algo bueno que aportar a la sociedad", concluye Rico. A este cacereño la música y el deporte le han ayudado a ver el mundo a través de otros sentidos, un ejemplo de valentía y fortaleza del que tomar nota.