SALUD

Doctora De la Puerta: "El 90% de la hormona de la felicidad la genera el intestino"

La autora del libro 'Un intestino feliz', que se presenta hoy en Cartagena, defiende la importancia de cuidar la microbiota, ya que es "como nuestro segundo cerebro"

La doctora María Dolores de la Puerta

La doctora María Dolores de la Puerta / L. O.

Ana García

Cómo la microbiota afecta a nuestro estado de salud y anímico es uno de los aspectos que aborda en su último libro la doctora cartagenera María Dolores de la Puerta. Tras su lanzamiento el pasado mes de febrero y su presentación en Madrid hace sólo unas semanas, la especialista estará hoy en su tierra presentando Un intestino feliz, una obra de 224 páginas en las que ofrece las claves para mejorar, incluso, la salud mental. La presentación será en la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT).

La microbiota es un término con el que estamos cada vez más familiarizados. ¿Es tan importante el estado de nuestro intestino para nuestra salud general?

Es una palabra relativamente nueva, pero cada vez hay más investigación por parte de los profesionales en torno a ella. La investigación más seria se viene haciendo desde hace diez años y ha cambiado el planteamiento de muchas especialidades.

¿Cómo explicaría qué es la microbiota para aquellos que no estén muy familiarizados con el término?

La microbiota es el conjunto de microorganismos (bacterias, virus, hongos y protozoos) que viven en nuestro cuerpo en perfecto equilibrio con nosotros y entre ellos. La microbiota intestinal es el ecosistema más rico, diverso y de mayor tamaño en número. Está considerado el ecosistema más diverso de la tierra, formado por millones de microorganismos.

El malestar intestinal es un problema creciente entre la población. ¿Pasa factura el estrés y el ritmo de vida que llevamos a nuestra microbiota?

El estrés está entre los factores que más dañan la microbiota, pero la falta de sueño también le afecta. La microbiota es un órgano vivo que está en activo las 24 horas del día y que utiliza la noche para activar sus mecanismos de reparación si se ha visto agredida por algún agente, un tóxico o un fármaco. Para que funcione bien necesitamos dormir, ya que de lo contrario se merma su capacidad de reparación y puede verse alterada, provocando molestias y síntomas digestivos como pueden ser gases, diarreas o estreñimiento. Pero también puede generar migrañas, problemas en la piel o cansancio. Cuando hay un problema de salud crónico hay que pensar siempre en un posible desorden de la microbiota.

¿Cómo podemos lograr tener un intestino feliz?

En el libro me centro en la comunicación entre el intestino y el sistema nervioso y de ahí con la microbiota. Cómo las emociones, para bien y para mal, interaccionan con la microbiota y saber que tener un intestino feliz es tener un intestino sano, que nos ayuda a sentirnos mejor, a sentirnos felices, y de ahí el título.

Usted llega a relacionar en el libro la salud mental con la microbiota y el estado de nuestro intestino...

En el intestino tenemos tantas neuronas como en toda la médula espinal, con lo cual, esas neuronas del intestino también piensan, sienten y producen sustancias buenas y malas que intervienen en nuestra salud mental. Además, esas neuronas del intestino están en constante comunicación con las neuronas del cerebro, del sistema nervioso central, por lo que la salud mental está afectada por lo que ocurre en nuestra tripa. 

¿Puede llegar a estar la microbiota detrás de que nos sintamos de mejor humor, tristes o decaídos?

El sistema nervioso, cuando se activa, genera moléculas y esos neurotransmisores, en función de qué tipo sean, nos sentimos de unos y otra forma. Si tenemos una buena producción de serotonina, que es por excelencia la hormona de la felicidad, va a ser más fácil que nos sintamos felices. Pero si por el contrario, los neurotransmisores que se producen son adrenalina, vienen los nervios, agitación y ansiedad. Con la serotonina, por ejemplo, el 90% de la serotonina la producen las neuronas del intestino y sólo el 10% las de cerebro. Ahí se ve si sentirnos felices depende de nuestra tripa.

¿Qué podemos hacer para mantener en buen estado nuestra microbiota?

Las cuatro patas que ayudan a que la microbiota esté en buen estado son: alimentación, ejercicio, sueño y control del estrés. Por lo que hay que intentar cumplir con todas.

¿A qué edad, o en qué momento de nuestra vida, debemos comenzar a cuidar nuestra microbiota?

Cualquier etapa de la vida es importante para cuidar la microbiota.