NARCOTRÁFICO

'Toledo Connection': por qué la capital manchega se ha convertido en la nueva meca de la marihuana

En los dos meses y medio que llevamos de año, ya se ha intervenido en Toledo el 80% del cannabis incautado en 2022

La proximidad a Madrid y las características demográficas de la provincia, claves en su aumento

marihuana toledo verde reportaje frias

marihuana toledo verde reportaje frias / NACHO GARCÍA

David López Frías

David López Frías

En lo que llevamos de año 2023, apenas dos meses y medio, en Toledo ya se ha decomisado el 80% de la marihuana que se intervino en todo el año 2022, que fueron 16.000 plantas de cultivos indoor. Aquel año, a su vez, había incrementado en mil las 15.000 plantas que se intervinieron en 2021. Y así sucesivamente. Cada año brota más hierba en Toledo.

La provincia manchega se ha convertido en la zona cero de la marihuana en la zona centro de España. Aún no compite en números con Cádiz o Granada, las mayores productoras de España. Pero ya ha adelantado a zonas con tradición de cultivos como Alicante o Madrid. En el Anuario estadístico del Ministerio del Interior en 2020, se señalaba que las provincias donde más cannabis se incautaba eran Barcelona, Granada, Málaga, Girona, Cádiz, Madrid, Alicante, Tarragona, Almería y Valencia. En el de 2022, ya se incluye a Castilla La Mancha dentro de las tres donde más plantas de marihuana se intervienen.

La subida de la comunidad se debe a lo que se produce en plantaciones (tanto indoor como exterior) exclusivamente de Toledo. "El resto es una balsa de aceite. Algo en Ciudad Real, algo en Albacete... y poco más", cuentan fuentes de la Guardia Civil. Y apuntan que ha sido allí donde se ha intervenido la mayor plantación de marihuana destruida hasta la fecha en toda Europa, con un total de 135.000 plantas de cannabis en un mismo terreno. También en Toledo arrancó otra operación en la que se decomisó la mayor cantidad de cogollos ya preparados de la historia: 54 toneladas listas para ser enviadas al extranjero.

No hay semana en la que no se desmantele una plantación de marihuana en la provincia de Toledo. Muchas de ellas, funcionando como auténticas industrias. EL PERIÓDICO DE ESPAÑA ha hablado con agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional que investigan en la zona para que nos den las claves de este repunte en el corazón de La Mancha, que parece no dejar de crecer.

La geografía

Uno de los principales motivos de esta proliferación es la cercanía con la capital. Son limítrofes, están bien comunicadas y desde ambas capitales de provincia hay sólo una hora de coche. La provincia de Toledo se ha convertido en la huerta cannábica de Madrid. De hecho, en el ranking de provincias con mayor cantidad de plantas de marihuana incautadas por las fuerzas y cuerpos de seguridad en España en 2019, antes incluso del boom, estaba Toledo, que con 68.200 plantas ya casi doblaba la cantidad intervenida en Madrid (39.000). En Toledo se planta y en Madrid se fuma.

La plantación intervenida en Huerta de Valdecarábanos es la más grande de la historia en un solo campo.

La plantación intervenida en Huerta de Valdecarábanos es la más grande de la historia en un solo campo. / Guardia Civil

Otra de las claves es la misma fisonomía de la provincia: una vasta extensión de terreno muy poco poblada. Casi el doble de superficie que la Comunidad de Madrid (15 mil km cuadrados frente a 8 mil) pero muchísima menos población (692.000 habitantes en Toledo, más de 6,6 millones en Madrid). Eso deja mucho terreno libre para esconder plantaciones, bien indoor (interiores, algunos integrados en almacenes de empresas legales que se dedican a otras actividades), bien en exterior, como la intervenida en Huerta de Valdecarábanos, que es la mayor intervenida hasta la fecha en la historia.

Se da la circunstancia además de que "el boom de la construcción de 2008 ha dejado muchas viviendas vacías o abandonadas, que se aprovechan para montar plantaciones", cuentan desde la Guardia Civil a este diario. "Se ahorran el alquiler, pinchan la electricidad defraudando el fluido eléctrico... el negocio es redondo".

Grandes operaciones

Toledo ha estado en el foco en las últimas fechas porque allí se han desarrollado varias de las grandes operaciones relacionadas con la marihuana. La primera es la Operación Safari-Miller, que se desarrolló los últimos meses de 2021. La Guardia Civil desmanteló cerca de 200.000 plantas de marihuana, la mayor cantidad en un mismo cultivo en toda Europa. Una operación que arrancó con 135.000 plantas en el pueblo de Huerta de Valdecarábanos, y se cerró en el municipio de La Guardia, con 53.000 plantas más. También encontraron 12.000 plantas en otro campo de Sonseca. Los tres, municipios toledanos. Sus propietarios alegaban estar produciendo cáñamo legal.  

También en Toledo se inició la Operación Jardines, que acabó interviniendo el mayor alijo mundial de marihuana de la historia, con un total de 54 toneladas de cogollos ya limpios y envasados al vacío, listos para ser distribuidos por toda Europa. La mayor cantidad se encontró en el puerto de Valencia, pero el primer golpe a la red se dio en el municipio toledano de Villacañas. El principal detenido fue un valenciano que hacía de mayorista y compraba cosechas procedentes de toda España. Y gran parte de la marihuana allí decomisada procedía de plantaciones toledanas.

La Guardia Civil practicó varias entradas y registros en naves donde se estaban almacenando, empaquetado y envasado gran cantidad de cogollos de marihuana ya limpio para ser enviado a Suiza, Holanda, Alemania y Bélgica. Como en el caso anterior, los tenían camuflados como cáñamo industrial. El Instituto Armado llegó a intervenir 32 toneladas de flores y detuvo a 20 personas, entre las que se encontraba el gerente y consejero delegado de la empresa. La droga superó los niveles de THC permitidos.

Una operación de la Guardia Civil contra las redes de producción de marihuana en Toledo

Una operación de la Guardia Civil contra las redes de producción de marihuana en Toledo. / Guardia Civil

"Utilizan muchas excusas. Especialmente la del cáñamo legal. Pero en España es un producto que apenas tiene salida. Se calcula que sólo el 2% de la planta de cáñamo que se cultiva en España se destina al cáñamo industrial. Sirve para hacer cuerdas, determinada ropa... todo lo demás es marihuana", explican fuentes policiales. Otra de las tapaderas que se utilizan es la del cannabis medicinal. Es decir, la marihuana que no coloca porque su THC no supera el 0,2%, el máximo permitido en España.

"Se usa mucho esa treta, la de decir que están cultivando cannabis que solamente tiene CBD, que es una sustancia que no es psicoactiva y no está fiscalizada en España. Supuestamente tiene indicaciones medicinales, pero hay que analizar la planta para saber si eso es real o no. En todas estas grandes operaciones, el nivel de THC ha estado siempre por encima del 0,2%", recalcan.

Sofisticación

En muchos otros casos, las redes criminales funcionan como tales y no como empresas que falsean el THC de su marihuana. Esconden las plantaciones en viviendas discretas y alejadas de la ciudad. Para eso, Toledo ofrece el mejor de los escenarios, con una provincia muy diseminada en pequeños pueblos y muchas viviendas vacías. Además, los delincuentes cada vez se esmeran más en la ocultación de sus plantaciones. Por ejemplo, metiéndolas bajo tierra. Lo ilustra bien la llamada Operación Bunker, desarrollada en las localidades toledanas de Novés, Rielves, Chozas de Canales y Yuncos.

Fue en septiembre de 2021. La Guardia Civil desmanteló siete plantaciones de marihuana, un secadero y dos almacenes. La particularidad de aquella operación fue que se localizó la plantación subterránea con mayor capacidad de producción de marihuana hasta la fecha. Los delincuentes invirtieron unos 200.000 euros en construir la infraestructura. Allí se hallaron 2.466 plantas, 3 kilos de aceite de hachís, 982 gramos de cogollos, 364 gramos de polen y un arma corta.

La Guardia Civil destruye una plantación exterior de marihuana en la provincia de Toledo 

La Guardia Civil destruye una plantación exterior de marihuana en la provincia de Toledo.  / Guardia Civil

Otra particularidad de aquella operación es que se descubrió que los delincuentes estaban cultivando una variedad de semilla inédita hasta la fecha, que les permitía recolectar mucho más rápido que con las semillas habituales. El proceso de floración de la marihuana suele oscilar entre los 40 y los 90 días, lo que suele permitir unas tres cosechas indoor al año. Esta red criminal utilizaba un tipo de variedad que completaba su proceso de floración en tan solo 25 días.

Esta organización, como la mayoría de las que se dedican al cultivo de marihuana, contaba con una estructura laboral igual que la de cualquier empresa legal. "Los menos son los chavales que montan un interior para fumar o para vender a asociaciones cannábicas. La mayoría son redes criminales en las que el capo se mantiene lejos de la cosecha. Cuenta con profesionales bien pagados, como los jardineros que cuidan y hacen crecer las plantas, o los que cortan, pelan y envasan al vacío". Unas estructuras difíciles de detectar, dado que la mayor parte de estos trabajadores clandestinos apenas abandonan el espacio de cultivo, viven y duermen allí y pocas veces aparecen por el exterior.

Por el momento, las cantidades que se han contabilizado en lo que llevamos de año pronostican que 2023 va a ser otro año de batir récords en número de incautaciones de marihuana en Toledo. La última actuación en Castilla La Mancha tuvo lugar hace dos semanas en el municipio toledano de Hormigos, donde se decomisaron 1.800 plantas y se detuvo a cinco personas.

Es el mismo municipio en el que a principios de 2022 se detuvo a una mujer septuagenaria por tener en su casa un cultivo con 552 plantas de marihuana. Por estadística, en la próxima semana debería conocerse una nueva operación en la nueva meca cannábica de España.